Música

Faye Webster / Underdressed at the Symphony

Los micros abiertos pueden ser uno de los círculos del infierno de Dante, pero a veces traen cosas buenas: el padre de Faye Webster la animó a grabar su música tras verla en uno. Quizás fue para asegurarse no tener que asistir a ninguno más, pero el caso es que Webster sacó su debut (‘Run and Tell’) con solo 16 años, así que no es tan raro que vaya por su quinto álbum de estudio con apenas 26. Desde entonces, la cantante de Atlanta ha ido depurando su estilo y, especialmente desde ‘Atlanta Millionaires Club‘, se ha ido haciendo un hueco internacionalmente.

Si en la reseña de ‘I Know I’m Funny haha‘ ya advertía mi compañero Sebas de que había vuelto a un sonido más clásico tras el algo más experimental ‘Atlanta Millionaires Club’, en ‘Underdressed at the Symphony’ no solo sigue por ese camino, sino que lo lleva aún más allá. La autora de ‘Kingston’ decidió volver a grabar temas de los dos anteriores incorporando esta vez arreglos de orquesta en el EP ‘Car Therapy Sessions’, y esa querencia por lo clásico se mantiene aquí: la prioridad del disco son las atmósferas, con gran cantidad de pasajes instrumentales. Remando también a favor de las atmósferas está el hecho de que, pese a ser ‘Underdressed at the symphony’ un “disco de ruptura”, no se trata tanto de un repaso a la relación, sino que es una especie de diario de pensamientos concretos.

Un buen ejemplo es la jazzy ‘Lifetime’ (que no puede ser más distinta a la ‘Lifetime‘ de Romy): con un inicio cercano al ambient, Webster repite el mismo mensaje durante toda la canción, algo que no nos debería extrañar, teniendo en cuenta que abrió el disco repitiendo “thinking about you” (en la canción homónima) durante más de seis minutos. La artista se apoya mucho en lo cotidiano, recordándonos a lo que hiciera Amber Mary Bain (AKA The Japanese House) en la magnífica ‘Indexical reminder of a morning well spent’, solo que aquí lo relata para transmitir cómo los sentimientos de la ruptura se meten en el día a día de una u otra manera. Es el caso de ‘Wanna Quit All The Time’ (cuya melodía puede recordar a ‘Harvest Moon’ de Neil Young) o de ‘eBay Purchase History’, que cuenta con uno de los mejores (y más sencillos) versos del álbum: “and I’m looking at you talk like okay / your eyes are so pretty by the way”.

“I’m feeling good, I ate before noon, I think that’s pretty good for me” dice también en ‘Feeling Good Today’ (¡con autotune!), y se deja llevar por la idealización de los recuerdos en ‘He Loves Me Yeah!’, uno de los momentos más Phoebe Bridgers del disco. Aquí hay colaboración sorpresa, la de Nels Cline de Wilco (también en ‘Wanna Quit All the Time’), que se une bajo la atenta mirada de Drew Vandenberg, con quien Faye se ha vuelto a juntar para la producción del disco tras el buen tándem que hicieron en los anteriores. Pero la colaboración estrella, tanto por sorprendente como por lo eficaz que resulta ser, es la de Lil Yachty en ‘Lego Ring’, que empieza fuerte con “I want a lego ring / I want it to hurt my finger”.

‘Lego Ring’ es la canción más distinta del disco, y una de las mejores, pero la gran joya es la que da título al álbum. “I’m depriving myself of happiness / something I’m really good at / I wanna see you again / see, this is why I’m confusing”, comienza cantando en ‘Underdressed at the symphony’, que consigue dibujarnos una imagen muy clara con ese “I’m underdressed at the symphony crying to songs that you put me on”. Hay una tímida psicodelia asomando por este tema, en el que Faye hace un guiño a ese EP-orquesta, y donde vuelve a recurrir a la reiteración porque no puede quitarse el asunto de la cabeza: “Are you doing all the same things? I doubt it”, repite hasta el final, con una voz tan dulce como triste que se va despidiendo poco a poco hasta transformarse en notas de piano. Sería el cierre perfecto, de hecho, si no fuese por ‘Tttttime’, que -quizás- es más coherente para terminar, porque es el corte que mejor representa la monotonía y el aburrimiento que forman también parte de la, vamos a decir la palabra que sobrevuela todo el disco, depresión. En definitiva, ‘Underdressed at the symphony’ es otro estupendo disco en la interesante carrera de Faye Webster, que nos hace tener aún más ganas de verla en unos meses en el Primavera Sound.

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Publicado por
Pablo Tocino
Tags: faye webster