Ice Spice, además del nombre más pegadizo de rap actual, es una de las grandes estrellas en ascenso del pop en Estados Unidos. Un EP de 23 minutos, ‘Like…’, ha sido suficiente para impulsarla a las grandes ligas, y Isis Naija Gaston (su verdadero nombre) acumula ya cuatro nominaciones a los Grammy y cuatro singles top 10 en Estados Unidos. Todos colaboraciones, eso sí, con Taylor Swift, PinkPantheress y Nicki Minaj.
Por su cuenta, un pedazo de viral en forma de ‘Munch (Feelin’ U)’, y otro puñado de éxitos, han allanado el terreno para el lanzamiento del primer disco oficial de Ice Spice, ‘Y2K!’, un trabajo que dura menos incluso que el EP anterior y que no supone ninguna revolución, aunque tampoco ningún desastre.
En ‘Y2K!’ (siglas de “año 2000”, Isis nació un 1 enero, el día oficial de la resaca), Ice Spice se aferra a los ritmos del drill típicos del Bronx que la han catapultado a la fama y también a su peculiar flow medio gritado, medio balbuceado, que define su estilo. Una manera de rapear que gusta a algunos y horroriza a otros: ambos tienen razón.
Los mejores temas de ‘Y2K! ya los has escuchado. En ‘Think U the Shit (Fart)’ la mezcla de sintetizadores nucleares y barras escatológicas va como un tiro. En ‘Gimmie a Light’ Ice Spice se anota otro acierto sampleando a Sean Paul mientras lleva los “pantalones bien apretados”. La última sorpresa, ‘Did it First’ con Central Cee, habla de cuernos y venganza mezclando Jersey club y voces procesadas en el estilo glitch, en la mejor producción del disco.
El corte final, ‘TTYL’, con ese bajo distorsionado capaz de volarte las pestañas, apunta a una dirección experimental pero lo hace demasiado tarde, en un disco lleno de bases duras pero no tan sorpresivas. En ‘Phat Butt’ el bajo es tan “gordo” como el “culo” de Ice Spice, y lo mejor de ‘Popa’, aparte de sus trompetas, es que la letra sirve de oda al beso negro (“popa” significa “culo” en ruso). No es ‘Anaconda‘, pero no está mal.
El flow de Ice Spice, junto con su acento neoyorquino, aporta gancho a los cortes, más que las bases de RiotUSA y compañía. Es ella y no a Travis Scott a la que queremos escuchar en ‘Oh Shhh…’ rapeando bobadas como “In the party them clappers is clappin’ / in the party them slappers is slappin’”. Sobre todo, sus versos gritados pueden ser graciosos. Cuando Ice Spice rapea “Let’s be real, who bigger than me? / Who littier too? / That’s why I could take your boo” en ‘Gimmie a Light’, da ganas de imitarla y parodiarla. Y eso es bueno.
Ice Spice no posee la destreza rapeando de Kendrick Lamar o Azealia Banks. En realidad, a veces suena más cerca de Iggy Azalea a pesar de ser del Bronx. Y la cortísima ‘BB Belt’ deja un juego de palabras que no debió salir de su blog de notas: “I’m miss poopie, but I never smell”. Sin embargo, su flow está siendo influyente, también su sonido y, sin ella, en España no existiría Bb trickz.
A pesar de sus aciertos, un disco tan corto como ‘Y2K!’ no se debería permitir incluir cortes de relleno y, en el ecuador del tracklist, ‘Bitch I’m Packin’ con Gunna y ‘Plenty Sun’ bajan el nivel compositivo a pesar de presentar ambos un flow diferente por parte de Ice Spice, más susurrado. Cuando lo mejor de un álbum de debut son los singles que ya conocías, solo queda esperar que el disco siguiente represente un verdadero paso adelante.