Pond Recordings publica el nuevo disco de Mura Masa, ‘Curve 1’. Se trata del propio sello del productor de música electrónica, que deja atrás la aventura multinacional. Polydor editó el excelente ‘Mura Masa’ en 2017 y su sello madre, Universal, ‘demon time’ en 2022.
Dice el bueno de Alexander George Edward Crossan que se siente liberado, que los sellos le hacían “perder conexión y control con respecto a su propio trabajo”. Que quería hacer algo “sin las narrativas cínicas de la industria musical, ni historias manipuladoras”. Esto es “simplemente música que [cree] que está genial”.
Por eso quizá ‘Curve 1’ es un disco que suena más bien como una mixtape en la que sus piezas aparecen desconectadas unas de otras, sin “narrativas” artificiales. Hoy en día el público está acostumbrado a que los artistas puedan ser versátiles y variados, y ese es el cometido de ‘Curve 1’: la libertad de crear y disfrutar lo que sea.
Estas canciones pueden ser electro (‘SXC’), 2-step (‘Shuf (Adore U))’ o ligeramente hyperpop en algunos pasajes y efectos. La pregunta incómoda que deja todo esto es: si suenas a veces a Fatboy Slim (‘Whenever I Want’) y a veces a Burial (‘rep 4 me’), puede que la gente cuestione quién demonios eres.
En ‘Curve 1’ hay singles totalmente triunfales, como ese ‘We Are Making Out’ con yeule sobre hacerlo en el metro, que pasa del mejor electroclash al orgasmo celestial a través de una guitarra acústica en los últimos segundos. Es una de las mejores canciones de 2024. A la altura, la sencilla ‘Drugs’ con Daniela Lalita, gracias a ese mantra “no tomo drogas, pero contigo sí”, que solo puede referirse a una persona que sube más que el eme.
En cambio, otras pistas no pueden evitar caer en el ostracismo, fruto de la monotonía y la falta de desarrollo, como sucede con la interminable ‘SXC’ (¿de verdad dura solo 4 minutos?) o ‘gimme’. Todo lo contrario de lo que sucede con la canción más larga de este proyecto. El remix “extended” de ‘Fly’ como cierre y junto a Cherish, cerca de los 10 minutos, representa todo lo que no nos había dado poco antes ’Still’. Sí, todo el mundo odia la industria discográfica, pero a veces viene bien una segunda opinión para ayudarte a decidir qué sí y qué necesita tijera. O eso o llevan demasiadas décadas adoctrinándonos con lo que debería ser un álbum.