Propaganda se fundó en 1982 con Ralf Dörper (ex Die Krupps) y Andreas Thein, quien ha fallecido hace unos días después de una larga batalla contra el cáncer. Thein fue invitado a abandonar el grupo en 1984, después del lanzamiento del single ‘Dr. Mabuse’, aunque en 2002, a pesar de no estar en Propaganda, el co-fundador lanzó ‘M: The Secret Tapes Of Dr Mabuse’, un disco que contenía demos de ‘A Secret Wish’ y una versión de ‘Discipline’ de Throbbing Gristle. Después de Propaganda, Andreas Thein fundó otros dos grupos, Kino y Rififi. También trabajó con Boy George y Glen Matlock. Debajo, el vídeo de ‘Dr. Mabuse’.
Muere Andreas Thein de Propaganda
Camera Obscura / Desire Lines
Tras ‘My Maudlin Career‘, Camera Obscura se vieron obligados a tomarse un descanso debido a la enfermedad de uno de sus miembros (son muy celosos en ese aspecto y no parecen querer hablar del tema muy específicamente), hecho que justifica que ‘Desire Lines’, su quinto álbum, sea el que más tiempo y esfuerzo ha llevado crear a la banda de Glasgow. Ese hecho, además, ha marcado significativamente a sus miembros, lo cual queda reflejado en unas canciones que hablan de «apreciar el camino que estás recorriendo. El que quieres y el que puedes recorrer». Que nadie se asuste, no es que se hayan puesto solemnes, pero sí es evidente que ‘Desire Lines’ es el clásico disco de madurez.
Para tratar de sobreponerse al trago que dificultó la gestación del álbum, el quinteto decidió cambiar de ambiente para su grabación, yéndose a Portland (Oregon) y poniéndose en manos de Tucker Martine, productor habitual de Spoon, The Decemberists y Laura Veirs (su esposa, a la sazón). Este parece haber puesto el énfasis en naturalizar su sonido siendo mucho más comedido que su predecesor, el sueco Jari Haapalainen (con arreglos de Björn Yttling de Peter Bjorn and John). Martine entrega todo el mando al propio quinteto en la mayoría del álbum, dando a metales y cuerdas un protagonismo puntual y dejando que los teclados de Carey Lander hagan ese papel. Quizá sea menos espectacular, pero es eficaz y aligera el conjunto. A cambio, incide en el aspecto vocal, con preciosos coros en los que han participado estrellas como Neko Case (The New Pornographers) y Jim James (My Morning Jacket), sin apartar el foco de una Tracyanne Campbell que canta maravillosamente, mejor que nunca.
Y es que, aunque ‘Desire Lines’ sea más maduro y adulto, no debe interpretarse que sea taciturno y tristón, que sí eran adjetivos aplicables a su obra anterior. Este es un disco más variado, que incide en el poso de doo wop y soul clásico del grupo sin perder identidad, y logra un gran equilibrio entre baladas preciosistas, entre las que destacan ‘Cri De Coeur’ y la ya conocida ‘Fifth In Line To The Throne‘; medios tiempos encantadores, como ‘I Missed Your Party’, ‘William’s Heart’ o ‘This Is Love (Feels Alright)’; y sus siempre vigorizantes temas uptempo, como el single ‘Do It Again’, ‘Break It To You Gently’, ‘Troublemaker’ o ‘Every Weekday’. Estos nuevos temas muestran la esencia misma de Camera Obscura, sirviendo así como un pequeño reencuentro con aquellos tímidos jovenzuelos de ‘Eighties Fan’ y ‘Teenager’ pero también haciendo más palpable la gran progresión del grupo desde sus inicios, hace nada menos que diecisiete años.
Donde quizá sea más palpable esa madurez a la que aludíamos es en las letras, en las que Tracyanne huye del melodrama afrontando lo bueno y lo malo con relativismo, sin euforia ni drama. Así, podemos escucharla afrontar la sequía creativa («compromiso de año nuevo: escribir algo sobre ti, (…) escribir cualquier cosa estaría bien», canta en ‘New Year’s Resolution’), anticiparse a los problemas en una relación («Soy quinta en la línea de sucesión, y voy a decirle al rey que no ya no confío en este trono», dice en ‘Fifth In Line To The Throne’), rechazar a alguien para quedarse en casa viendo ‘Flashdance’ por enésima vez (‘I Missed Your Party’) o mostrarse sorprendente y abiertamente lasciva en ‘Do It Again‘ («Tú parecías insaciable y yo era más que capaz, (…) así que apaga las luces y hagásmoslo otra vez»). Si asumimos de una vez que ‘Let’s Get Out Of This Country‘ podría haber sido su cumbre creativa y no esperamos que saquen un disco aún mejor, veremos que, sin ser perfecto, ‘Desire Lines’ es un gran álbum, repleto de canciones preciosas, exquisitamente ejecutadas, fiel reflejo del alto grado de calidad que han alcanzado Camera Obscura. Algo por lo que, no nos engañemos, pocos hubieran apostado hace diez años.
Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Do It Again’, ‘Break It To You Gently’, ‘New Year’s Resolution’, ‘I Missed Your Party’
Te gustará si te gustan: los primeros Belle And Sebastian, The School, She & Him
Escúchalo: 4AD, NPR
Hoy, abonos en oferta para Primavera Sound 2014
El Primavera Sound 2014 se celebrará los días 29, 30 y 31 de mayo, volviendo al último fin de semana del mes. Hoy lunes 3 de junio a las 12 horas (CET) se pondrá a la venta una cantidad limitada de abonos en oferta a 99 euros en el caso del abono normal y a 150 euros en el caso VIP. Os recordamos que ya hay una banda confirmada, Neutral Milk Hotel.
– Abono Primavera Sound 2014 en Barcelona: 99€ (limitado a 1.000 unidades)
– Abono VIP Primavera Sound 2014 en Barcelona: 150€ (limitado a 1.000 unidades)
‘Inferno’: Un espectáculo dantesco
Si quedaba alguna duda, ‘Inferno’ (Planeta) las disipa todas: Dan Brown es algo así como un Michael Crichton para lectores con déficit de atención. Capítulos cortos compuestos por párrafos aún más cortos y con más cliffhangers que ‘Amar es para siempre’; exceso de explicaciones y repetición de la información “importante” cada diez páginas (no se te vaya a olvidar); y personajes unidimensionales menos perfilados que un cuadro de Monet. Un tipo de literatura que ha saltado de su destino natural, la sección de infantil-juvenil, a la de best-seller para urbanitas saturados de estímulos audiovisuales. ‘Inferno’ es de esas novelas que no hace falta leer, basta con ojear. Lo puedes hacer mientras ves la tele, hablas por teléfono, picas algo y mandas un wasap. Todo a la vez. Nunca te vas a perder.
Pero dejemos a un lado estas cavilaciones de cultureta, de esos que, como dice un compañero de redacción (je, je) leen “libros de los autores más extravagantes de Anagrama”, y vamos a lo que realmente importa, a lo que interesa a alguien que abre o enciende una novela Dan Brown: ¿Entretiene? ¿Engancha? Sí, pero por poco. No he leído todo lo que ha publicado, pero me apuesto las gafas de pasta a que el principio de ‘Inferno’ es de lo peor que ha escrito. Si hay alguien interesado en leer una divertida parodia sobre la solución de un enigma, ya sabe a qué libro acudir. El gag “vasari, vasari” es desde ya uno de los grandes momentos del humor involuntario de la literatura universal.
Recuperado del bochorno, y mirando hacia otro lado ante la pobreza de la prosa, la tosca utilización de los recursos dramáticos y lo formulario de la estructura narrativa, “la cosa” mejora. La novela coge carrerilla y se convierte en lo que, supongo, esperan sus fans: un agitado y lúdico tecno-thriller mezclado con información de guía cultural de viajes. Florencia, Venecia, Estambul; enigmas, sorpresas, conspiraciones. Y Robert Langdon, claro, ese profesor capaz de dar clase al lector mientras le están persiguiendo a muerte.
Dan Brown… Tras largos periodos de aislamiento, madrugones y, como él mismo ha confirmado, permanecer colgado boca abajo en busca de inspiración, al autor del irrepetible éxito de ‘El código Da Vinci’ le ha salido una apañada trama que gira en torno a la figura y la obra de Dante y avanza siguiendo la lógica narrativa de un videojuego de aventuras. Una novela relatada de forma tan visual y con un ritmo tan de blockbuster que parece haber sido escrita pensando en su próxima adaptación cinematográfica. Aunque eso sí, si hay algo peor que una novela de Dan Brown, es una película basada en una novela de Dan Brown. 5.
(Para la ocasión, y por si algún fan de Brown decide salir del infierno “por un hueco rotundo: y otra vez contemplar las estrellas”, Seix Barral acaba de publicar la edición bilingüe de ‘Infierno’, la celebrada traducción de Ángel Crespo de la primera de las tres partes de la Divina Comedia).
Lou Reed recibe un trasplante de hígado
Este fin de semana se ha sabido que Lou Reed recibió un trasplante de hígado el pasado mes de mayo. Su esposa, la muy querida artista Laurie Anderson, ha declarado que Reed se estaba «muriendo» y que es tan grave como suena. «No recibes un trasplante por divertimento», recoge el diario The Guardian citando a The Times como fuente.
Lou Reed, de 71 años, había cancelado una serie de conciertos en abril, con declaraciones de su mujer que decían que no creía que el artista se recuperara totalmente de su afección ya nunca, pero que seguramente podría volver al escenario en unos meses. El propio Lou Reed ha actualizado su Facebook para contar lo bien que se siente: «Soy un éxito de la medicina moderna, la física y la química. Soy más grande y más y más fuerte que nunca. Mi práctica de Chen Taiji y un estricto régimen me ha servido todos estos años, gracias al maestro Ren Guang-yi. Estoy deseando tocar en el escenario y escribir más canciones que conecten con vuestro corazón y espíritu y universo en el futuro».
Theo de Hurts graba con Calvin Harris y Alesso
Theo Hutchcraft, más conocido como el cantante de Hurts, ha confirmado a través de Twitter que ha grabado una canción con Calvin Harris y Alesso que definen como «muy grande». De momento se desconoce el destino del tema: una reedición del segundo disco de Hurts parece improbable dado su escaso éxito, y una del de Calvin Harris posible pero difícil si recordamos que éste ya está pensando en cambiar de sonido. ¿Marcará el gol el DJ sueco? Os dejamos con uno de sus temas, por si sirve para hacernos una idea.
They’re not lying. RT @calvinharris: He’s not lying RT @alesso New song with @calvinharris and @theohurts is sounding big!!!
— Theo Hutchcraft (@theohurts) May 30, 2013
Edición deluxe del vinilo ‘Five Leaves Left’ de Nick Drake
Muchos os habréis encontrado en las tiendas de discos con cajas de vinilo deluxe de los dos últimos discos de Nick Drake, el estupendo y orquestado ‘Bryter Layter’ de 1970 y el más acústico ‘Pink Moon’ de 1972, pero faltaba por revisar su debut de 1969, para muchos su obra maestra ‘Five Leaves Left’.
Este feo Island lo resolverá el 2 de julio cuando se edite otra caja recreando el vinilo original, e incluyendo letras escritas a mano, un póster y un código de descarga en mp3. Parece que no habrá bonus tracks. Os recordamos que también se ha editado recientemente un libro del artista sobre ‘Pink Moon’, distinto al de Henrik Rasmussen.
1. «Time Has Told Me»
2. «River Man»
3. «Three Hours»
4. «Way to Blue»
5. «Day Is Done»
6. «Cello Song»
7. «The Thoughts of Mary Jane»
8. «Man in a Shed»
9. «Fruit Tree»
10. «Saturday Sun»
Rihanna, un hit tras otro en el Palau Sant Jordi
A sus veinticinco años Rihanna va ya por la quinta gira de su carrera. ‘Diamonds World Tour’, la última, que está llenando estadios (sí, estadios) allá por donde va, aterrizó anoche en el Palau Sant Jordi de Barcelona de nuevo testificando el formidable éxito de la barbadense, que en uno de esos casos extraños en la historia del pop reciente, va a más y más, imparable, a cada nuevo lanzamiento.
La pareja de DJs proveniente de Miami GTA, compuesta por Matthew Van Toth y Julio Mejia, hizo de telonera iniciando la velada con un contundente DJ set en el que no faltaron potentísimos ritmos house, dubstep o tecno, es decir, lo que el público quería oír, pero tan largo que uno de los técnicos hubo de salir a pedirles que terminaran. Cayeron remezclas bastante curiosas de temas como ‘Scream & Shout’ de will.I.am, ‘Die Young’ de Ke$ha o ‘Another Brick In the Wall’ de Pink Floyd y el sonido, si bien inmejorablemente nítido, quizás fue estridente de más.
Tras una larguísima espera de más de una hora y media Rihanna apareció en el escenario cubierta por una capa negra. Con la solemne ‘Mother Mary’, un inicio de show caprichoso pero efectivo para endiosar su figura dentro del Palau, Rihanna abrió un espectáculo que, a diferencia del de otras artistas similares, no contó con hilo narrativo alguno, sino que se dividió por géneros o estilos. Así, la primera parte del show, ya con su banda y bailarinas de acompañamiento, se compuso por algunos de los temas más urban de la cantante, entre los que destacaron los lujuriosos ‘Cockiness (Love It)’ y ‘Birthday Cake’, el nuevo single ‘Pour It Up’ (“esta es una de mis canciones favoritas del momento”, dijo) o el vigoroso ‘Numb’, con una de las bases más poderosas del show y que suplió la ausencia de Eminem gracias a un impresionante solo de guitarra final, no cercano al heavy, sino heavy tal cual.
Rihanna alternó estos momentos y otros a lo largo de la noche con sus característicos bailes, poses y, sí, voces pregrabadas, un movimiento completamente comprensible en este tipo de espectáculos pero que tampoco se notó tanto, primero porque fueron momentos contados y estratégicos, y segundo porque la chica en realidad cantó muy bien. En ese aspecto no destacó el segundo bloque del show, el reggae, con piezas como ‘Man Down’, ‘No Love Allowed’ (en la que sí ofreció preciosas improvisaciones vocales hacia el final) o por supuesto los súper hits ‘What’s My Name’ y ‘Rude Boy’, que sonó un poco mal, pero sí el tercero, esta vez sin un estilo particular que le diera coherencia al conjunto.
El tercer bloque del show fue no obstante uno de los momentos más brillantes de la noche y no por ‘Umbrella’, que Rihanna se ventiló rápidamente como si no si fuera la canción de su vida (¿se habrá cansado de ella?) ni por la atronadora ‘Jump’, a la que acompañaron espectaculares ráfagas de fuego, sino por ‘What Now’, una de las grandes canciones de su último álbum y el tema estrella de este set gracias a la calidad de la melodía y de la interpretación de Rihanna, a la que no hizo falta jurarnos que le apasiona el tema. Supuso además un bonito momento de sinergia entre la caribeña y su público, al que encargó el sentido “what now” del estribillo, que vociferado por casi 24.000 personas, no quedó nada mal.
Más sentida, eso sí, fue la siguiente parte del concierto, dedicada a las baladas y por tanto al lucimiento de la cantante, que vestida con un hermoso vestido rojo y posada en medio del escenario, aprovechó muy bien la oportunidad desplegando alguno de sus mejores temas lentos. Fue en un medley en el que cayeron hits como ‘Take a Bow’ o ‘Love The Way You Lie, Pt. II’, pero también favoritas de los fans como las hermosas ‘Loveeeeeee Song’, que fue el momento más elegante de toda la noche, o ‘Cold Case Love’. ¿Y dónde estaba Bisbal para unirse a Rihanna en ‘Hate That I Love You’?
Después del momento introspectivo de la velada llegaron los grandes hits dance. ‘We Found Love’ fue, cómo no, celebrada, bailada y cantada eufóricamente, pero el sonido fue un poco cuadro. El de ‘S&M’, ‘Only Girl (In the World)’ y ‘Don’t Stop The Music’ también, pero lo peor fue que fueran incluidas en un medley y no se les dedicara el tiempo merecido. ¿Por qué ‘ROCKSTAR 101’ sí y esos temas no? En cualquier caso, ‘Where Have You Been’ fue otro de los momentos álgidos del concierto gracias a ese ya clásico “I’ve been everywhere” y sobre todo a esa tensión liberada solo al final tan excitante.
Rihanna cerró su show con dos hits más, los tan esperados ‘Stay’, maravilloso en vivo, sin más, y ‘Diamonds’, que no sonó tan chusca como en disco pero casi. De todas formas, un cierre espectacular que te hace pensar en la de gente que se habrá dicho “ah, ¿pero esta también es de Rihanna?”. Porque con la gran cantidad de éxitos que acumula Rihanna en su repertorio aún faltaron algunos: ‘Cheers (Drink to That)’, ‘Who’s That Chick’, ‘Right Now’ (futura canción del verano), ‘SOS’, ‘Unfaithful’ o ‘Disturbia’ se echaron de menos, por decir algo. No se puede decir que Rihanna sea una artista completa (baila como puede y a veces se ahoga cantando o no llega a las notas altas), pero sí consigue suplir algunas de sus limitaciones gracias a su encantadora arrogancia y sobre todo a un repertorio de más de veinte temas cuya mitad son todo exitazos.
Foto: LiveNation (Bilbao)
Laura Marling / Once I Was An Eagle
Pocos -diría que nadie- se imaginaban en 2008 que aquella adolescente que debutaba con ‘Alas I Cannot Swim‘ sería algo más que carne de las páginas musicales en revistas de moda femenina. Pero, cinco años después, Laura Marling ha demostrado una seriedad y una madurez (con apenas 23 años) fuera de toda duda, ganándose el respeto y la admiración de la prensa y el público más expertos con álbumes como ‘I Speak Because You Can‘ y, sobre todo, ‘A Creature I Don’t Know’, en los que se confirmaba como una cantautora folk de gran calado y con un futuro brillante. Ahora nos llega este anunciado ‘Once I Was An Eagle’ y, de nuevo, solo queda rendirse al talento de esta joven británica, esta vez aún más austera que en su anterior obra pero no por ello menos deslumbrante.
Laura, tras terminar la grabación de este álbum, ha dejado su vida en Reino Unido y se ha marchado a vivir a Los Ángeles, donde es casi una completa anónima. Otra, en su lugar, probablemente se abandonaría a saborear las mieles de la fama y a disfrutar de los privilegios de ser una joven de éxito. Prácticamente cada día vemos a alguien en televisión ponerse en evidencia a sí mismo para lograrlo. Pero Marling es una chica con una madurez impropia para su edad y eso se refleja, por supuesto, en sus canciones. En esta ocasión, la británica se desnuda más que nunca, tanto en lo estrictamente musical como en unas letras en las que deja a un lado el fuerte componente literario de su anterior álbum para ser mucho más explícita y clara. Aunque no por ello menos brillante.
Apenas Ethan Johns, su productor habitual, y su amiga y chelista Ruth de Tuberville (con la intervención ocasional de Rex Horan al bajo) han sido los únicos instrumentistas que han participado en ‘Once I Was An Eagle’, compuesto por nada menos que dieciséis cortes de aspecto esquelético, nunca frágil. La fabulosa voz y la guitarra de Marling son incontestables protagonistas del disco, recayendo en ellas todo el peso de estas canciones, lo cual, en contra de lo que pudiera parecer, no es sinónimo de dulzura ni amabilidad. Como mostró en ‘A Creature I Don’t Know’, Marling puede ser verdaderamente oscura y dura detrás de ese aspecto físico delicado y bonito. Se trata de un disco con momentos fulgurantes como ‘Master Hunter’, ‘I Was An Eagle’, ‘Where Can I Go?‘ o ‘Once’, pero algo árido por el minimalismo de sus arreglos, por la reiteración de esquemas compositivos y por su extensión (algo más de una hora que debería haber recortado, en mi opinión). ‘Once I Was An Eagle’ está distribuido en dos partes marcadas por un interludio, que se distinguen claramente por emplear un tono solemne y seco, en la primera mitad, y más luminoso en la segunda.
Esa división también se refleja en sus letras, certeras y bellas, un arma poderosa que ella no duda en erigir en protagonistas con esa producción tan limpia y su versátil y hermosa voz en primer plano. En la primera parte se rebela contra la dictadura del romance, despedaza las convenciones sobre el enamoramiento y las relaciones de pareja con frialdad, y situando el sexo como verdadero motor de las relaciones. Especialmente clara es ‘Devil’s Resting Place’ en la que se explaya con imágenes sexuales como «si quieres beber de mí, toma lo que quieras. Detesto decir que es el sabor del diablo» o «sube aquí arriba y mírame a la cara, cualquier hombre que resista mi mirada es que ha hecho bien su trabajo». En la segunda, sin embargo, pliega momentáneamente, clamando por un poco de ingenuidad (‘Undine’) y añorando la inocencia perdida (‘Where Can I Go?’), con cierta amargura al afrontar la madurez (‘Once‘). Pero, de nuevo, la incapacidad de amar (‘Pray For Me’) y lo efímero de la felicidad en una relación (‘When Were You Happy? (And How Long Has That Been)’ afloran inevitablemente. Aunque en ‘Love Be Brave’, por fin, canta «¿cómo puedes hacer que el amor parezca tan dulce?». Quizá no sea tan dura como quiere aparentar.
Resulta, además, especialmente fascinante su forma de referenciar continuamente unas canciones en otras, recurriendo a personajes o figuras que había utilizado previamente, incluso en otros álbumes (aquí regresa esa Bestia en torno a la que giraba ‘A Creature I Don’t Know‘). No parece posible disfrutar completamente de ‘Once I Was An Eagle’ sin leer sus textos pero, además, se trata de un gran disco de folk. Como decía más arriba, los avances del disco son brillantes, pero también lo es la solidez de su conjunto. El mejor ejemplo de esa solidez es el grupo formado por los cuatro primeros cortes, una única pieza (de ahí que fueran objeto de un fantástico cortometraje) compuesta por elementos con entidad propia pero dentro de unos parámetros estilísticos muy similares, que se entrelazan musicalmente. Ese bloque conforma uno de los puntos álgidos del álbum y posiblemente de su carrera, la cual continúa en una progresión imparable y pasmosa, acercándose ya a su obra maestra.
Calificación: 7,9/10
Lo mejor: los cuatro temas iniciales, ‘Where Can I Go?’, ‘Master Hunter’
Te gustará si te gustan: Joni Mitchell, el Nick Drake más austero, Feist
Escúchalo: Deezer
‘R3sacón’, inmerecido punto final
No echemos la culpa a Hollywood. Ellos no son malos por exprimir la gallina de los huevos de oro hasta la última gota. Malos somos nosotros por no aprender la lección y tropezar otra vez con la misma piedra. Y porque de momento no hay una cuarta parte anunciada, que si no, ahí que volvíamos a estar comprando entrada el viernes a primera hora. Así están las cosas.
Por eso nada de quejarnos porque la tercera parte de la saga ‘Resacón en Las Vegas’ sea la peor de todas con mucha diferencia. Sabías a lo que venías. Y no lo dice alguien que odie este tipo de películas de humor embrutecido, sino alguien al que la primera parte le fascinó y la segunda le arrancó alguna sonrisa. De ahí que dé tanta rabia que siendo tan poco exigentes, sabiendo que hacía falta muy poco para tenernos contentos, tengas la sensación en la butaca de que estás perdiendo el tiempo porque una comedia de 90 minutos se te hace larga.
Será que en esta entrega la estructura dramática ha cambiado y, en lugar de recomponer una noche perdida, seguimos casi en tiempo real a los protagonistas en un viaje que comienza con una jirafa accidentada y termina en los títulos de crédito con una secuencia de dos minutos de duración que, por cierto, debería haber sido el memorable principio de la película. Entre medias, lo de siempre pero menos antológico y menos bestia, lujos que una tercera parte de una franquicia como ésta nunca debería permitirse. Por lo menos han tenido el detalle de conectar algunas tramas y personajes con la primera y segunda entrega, lo que nos indica que algo de amor, que no inspiración, hubo en la escritura del guión.
Al menos que sirva este final inmerecido como demostración de que la idea está agotada por completo. Es más, si se plantean una continuación, que sea a través de un spin-off centrado en el personaje de Mr. Chow al que da vida ese genio llamado Ken Jeong. Claro que tampoco tengo muy claro si se trata de un papel que hace gracia porque sí o por lo mucho que recuerda al de Señor Chang en la serie ‘Community’. ¡Qué coño! Basta de resacones. Película de ‘Community’ ya. 3.5
Cayucas, impolutos
Cayucas, uno de los grupos que se perfilan como banda sonora del verano y cuyo debut nos dejó con buen sabor de boca, estrena vídeo para ‘East Coast Girl’, canción incluida dentro de ‘Bigfoot’. En el vídeo, todos los componentes de la banda trajeados de blanco y rodeados de ambientes muy coloridos.
Cartel de los Veranos de la Villa 2013
Los Veranos de la Villa de Madrid volverán a celebrarse este año, aunque ya desvinculados de aquel bonito escenario al aire libre en Puerta del Ángel. Hay que aprovechar los espacios creados disponibles debido a la crisis y el Teatro Circo Price parece una buena opción. Ya habíamos venido anunciando durante las últimas semanas algunos shows como el de Devendra Banhart, Elvis Costello o Alex Clare, pero también aparecen otros artistas como Soleá Morente y Los Evangelistas, Sílvia Pérez Cruz o Diana Krall. Así queda el calendario de julio en el Price. Los precios, entre 18 y 45 euros. La programación se extenderá hasta agosto y en los Jardines de Sabatini actuarán Estrella Morente, José Mercé, Eva La Yerbabuena o Pastora Soler, además de Paloma San Basilio o la representación de ‘La Cenicienta sobre hielo’. Más información, aquí.
3 julio – Diego El Cigala
4 julio – Earth, Wind & Fire
5 julio- Soleá Morente y los Evangelistas
6 julio – Wynton Marsalis
10 julio – Ben Howard
12 julio – Marwan
13 julio – Silvia Pérez Cruz
14 julio – Esperanza Spalding
15 julio – The Blues Brothers Band
17 julio- Ricky Lee Jones¡
23 julio – Alex Clare
24 julio – Concha Buika
25 julio – Diana Krall
27 julio – Elvis Costello & The Imposters
29 julio – Dulce Pontes
31 julio – Devendra Banhart
Manic Street Preachers tienen dos discos listos
Manic Street Preachers anunciaron un descanso en diciembre de 2011, pero en realidad, no se lo han tomado, pues han grabado 35 canciones que serán incluidas en dos discos, según han informado ellos mismos al NME. «Casi hemos terminado de mezclar uno de ellos. Es mucho más acústico. Creo que hay una guitarra eléctrica en todo el disco, pero no nos hemos convertido en «Campfire Street Preachers». Suena como una mezcla entre ‘Rocks Off’ de los Stones y la era Vegas de Elvis», ha dicho James Dean Bradfield.
El segundo disco es más de banda, «con una ligera influencia de krautrock». «No es como ‘The Holy Bible’ pero hay algo de aquel. En cuanto a letras, contiene una fascinación por Europa. El paisaje de Europa, el malestar de Europa, el malestar de ser británicos y no sentirnos parte de ello. No estamos hablando como los Tories, no os preocupéis. No hay una canción en la que optemos por salir de Europa. La canción principal está cantada mitad en inglés mitad en alemán».
La oreja de Sonny & The Sunsets
Después de entregar el año pasado una buena colección de canciones pop, Sonny Smith adelanta el vídeo de ‘Palmreader’, que estará dentro de ‘Antenna To The Afterworld’, un disco conceptual basado en el espacio y la muerte que se publicará el 6 de junio en Polyvinyl. En el vídeo, la banda asiste al cine para ver una película tétrica en la que se cortan orejas y se clavan flechas.
El desdoblamiento de Joel Compass
Joel Compass es una de las interesantes apuestas del R&B británico de la que ya hemos hablado en varias ocasiones. Con 19 años ya podría dar lecciones a más de uno. Ahora estrena videoclip para el siguiente sencillo de adelanto de su EP ‘Astronaut’. La canción ‘Fucked Up’ cuenta con un cuidado videoclip lleno de imágenes rescatables y en el que juega con el desdoblamiento de personalidad y los sentidos de la narración de manera sugerente e interesante.
El cubo de Rubik de De La Soul
Los míticos De La Soul regresan este año con nuevo disco titulado ‘You’re Welcome’. El anuncio oficial llegó hace poco más de un mes con su nuevo sencillo, homenaje a Wu-Tang Clan, ‘Get Away (The Spirit Of The Wu)’. El trío estrena ahora el videoclip para la canción y lo hace con un cubo de Rubik en el que parece que los raperos estén encerrados. Jugando con diferentes efectos y colores, no deja de ser una idea muy sencilla pero elegante y efectiva.
Kanye West confirma la portada de ‘Yeezus’
A falta de sólo dos semanas para el lanzamiento del nuevo disco de Kanye West, ‘Yeezus’, seguimos a verlas venir: sin single oficial, vídeo promocional, etcétera. Pero ahora al menos se ha confirmado su portada, que es esta cosa que veis aquí. Una idea que no dio nada de suerte a Suede en ‘A New Morning‘.
Además, en su página web se pueden escuchar un par de segundos. Y ya está, esa es la noticia.
löpez y su célebre serenata de dos besugos
löpez, la mitad de Corazón, estrena vídeo para ‘La Célebre Serenata de dos Besugos’, la que fuera su primera canción y en la que su madre Gloria, co-protagonista de este proyecto, toca al piano la ‘Célebre Serenata’ de Schubert. El vídeo, realizado por Yeray Dorta, incluye fotogramas de ‘Bande à part’ de Jean-Luc Godard e ilustraciones de Yeray. ‘La Célebre Serenata de dos Besugos’ está incluida dentro de ‘Obra Apócrifa’, un disco cargado de sentimientos y en los que se unen lazos de madre e hijo para conformar una propuesta evocadora y nostálgica.
Célebre serenata de dos besugos 2013 from Yeray Dorta on Vimeo.
‘Animals’, el sacrificio de ser adulto
A día de hoy, tras convertirse en protagonista de ‘El Hobbit’, porque lo de su participación en la serie británica ‘Sherlock’ todavía sigue siendo desconocido para la mayoría, bastaría decir que Martin Freeman es uno de los actores que aparecen en ‘Animals’ para vender la película. Un legítimo reclamo publicitario que muchos criticarían por ser un recurso barato para atraer al público cuando el producto no tiene la calidad suficiente para venderse por sí mismo. Por ser otro caso de afectado por el síndrome “me subo al carro”.
Pero mucho me temo que esto no es algo que se le pueda echar en cara a la singular opera prima de Marçal Forés (Pelea!) que por fin reseñamos. Primero porque cuando se rodó en 2010 no se sabía que Freeman se iba a meter en la piel del hobbit Bilbo, así que contratarle no tenía ningún valor comercial añadido. Segundo, porque Freeman tiene un papel demasiado pequeño en el filme como para engañar al espectador diciendo que ‘Animals’ es su película española, y así han evitado hacerlo sus productores. Y tercero, lo más importante, porque la carrera comercial de esta cinta es atípica, ya que en lugar de apostar por su exhibición en salas se ha unido a la corriente de cine que utiliza internet como medio de llegada al público. De hecho es ahí, meses después de su estreno, donde todavía puede seguir viéndose este título nada habitual en nuestro cine que ya ha pasado con éxito por festivales como Sitges o San Sebastián.
Comparada injustamente con dos pesos pesados del cine reciente como ‘Donnie Darko’ y ‘Elephant’ (que compartan temática no es sinónimo de que sean lo mismo), ‘Animals’ es un desconcertante retrato, otro más, de lo que supone dejar atrás la inocencia para convertirse en persona adulta. Una inocencia representada en esta ocasión por la figura de un oso de peluche con el que Pol, creíble protagonista gracias a la labor interpretativa de Oriol Pla, mantiene conversaciones imaginarias para desesperación de su hermano, que no sabe cómo ayudar a ese adolescente confuso con su sexualidad, su lugar en el mundo y, en resumen, con la vida.
Un punto de partida fácil de explicar con palabras que sirve a Forés de excusa para desplegar una galería de situaciones y personajes imperfectos que, en singular, se prestan al odio inmediato pero que en conjunto, ayudados por la fuerza de las imágenes captadas y, sobre todo, por una banda sonora en la que incluso se hace homenaje explícito a Los Claveles; no cuesta demasiado cogerles cariño. Lástima que su final, algo confuso y precipitado, deje un sabor de boca algo amargo. 7
Aunque como te decíamos son varias las plataformas online disponibles para ver esta película, en JENESAISPOP tenemos cinco DVD’s de ‘Animals’ que regalaremos a los cinco lectores que manden un mail a info(k)jenesaispop.com respondiendo de manera más original a esta pregunta: “¿Qué o quién te hubiera gustado tener como amigo imaginario de niño?»
Stereo Total / Cactus versus Brezel
Afortunadamente no he tenido que vivir los últimos meses con la culpa de no haber reseñado el nuevo disco de Stereo Total -publicado en algunos países en 2012, en otros en 2013, y en otros aún está por ver-, porque desconocía por completo su existencia (cosa que -ejem- no puedo decir del último de Go-Kart Mozart). Sin embargo, su descubrimiento tardío no deja de tener un encanto especial que recuerda a la era pre-internet, cuando los álbumes llegaban a nuestro país con meses e incluso años de retraso. Como si estuviéramos aún en la era fanzine, los que no hemos tenido la idea de entrar en su web en los últimos tiempos, abrumados por el inabarcable flujo de novedades, podemos pasar el día descubriendo que ‘Qu’est-ce que tu veux‘ fue un single, que cuando empezaba la primavera hubo en Berlín una fiesta para presentar el vídeo de ‘We Don’t Wanna Dance‘ o que el correspondiente a ‘Die Frau in der Musik‘ era nominado a los German Music Awards. Y es que esa es otra: mientras nosotros nos aburríamos leyendo el desenfocadísimo artículo sobre el machismo gafapasta de Diagonal Periódico, Françoise ya tenía en el mercado una canción que comenzaba diciendo: «La mujer en la música es molesta / la mujer en la música crea problemas / la mujer en la música es caótica / la mujer en la música es histérica», antes de ponerse a hablar sobre la obligatoriedad de llevar ropa interior sexy y entonar el imposible estribillo «I love you über alles, my Führer».
La visita del dúo franco-alemán afincado en Kreuzberg sirve, en cualquier caso, para dar a conocer este ‘Cactus versus Brezel’ que presentaban como una producción analógica grabada en Los Ángeles, «careciendo de toque profesional en la producción y empaquetada con errores humanos que normalmente serían editados por nuestros ordenadores». Más allá de coartadas conceptuales, el álbum presenta a los Stereo Total de siempre, cuyo sonido se intuye desde los propios títulos de canciones como ‘J’aime Le Synthetique’, la gamberra ‘Nympho-Maniaque’ o ‘LA, CA, USA’, un claro homenaje a las tierras donde se grabó el disco. Continúan también las referencias sesenteras en ‘Pixelize Me’ o ‘Qu’est-ce que tu veux’, los toques electro a lo Moroder en ‘Die Frau in der Musik’ o el rock en ‘Le ridicule ne tue plus’.
Entre las sorpresas, el thriller con cuerdas de ‘Cafeteria Ideale’ (‘Ich will Blut sehen’ también suena inquietante, y no sólo por su letra sangrienta y sedienta de venganza), en contraste con ‘Ein Lied für Vegetarier’, que se queda a las puertas de ser un tema infantil educativo presentando las verduras. ‘Cactus versus Brezel’ no es un antes y un después en la carrera del grupo ni un álbum tan certero como ‘Musique automatique’, pero desde que arranca con ‘Jaloux de mon succés’, con todos esos «Oscar alineados en la chimenea» y todos esos «discos de oro», hasta que se cierra con un tema tan épico y contradictorio como ‘We Don’t Wanna Dance’, podemos ir comprobando que el grupo mantiene intactos su frescura, su acidez, su poder para el entretenimiento y su originalidad. Por lo visto nos habíamos olvidado: un hurra para ellos y un cero para nosotros.
Calificación: 6,9/10
Lo mejor: ‘We Don’t Wanna Dance’, ‘Diese Musik Hört Sich An’, ‘Pixelize Me’
Te gustará si: te gustan los anteriores, una mezcla de chanson, con electro y rock
Escúchalo: Deezer
The National versionan a Perfume Genius
Seguramente después de oír esta canción pienses: «¿cómo no se me ha ocurrido antes?». The National han versionado a Perfume Genius, por supuesto que sí. La canción escogida ha sido la titular de su estupendo ‘Learning‘. La nueva versión es un bonus track japonés para ‘Trouble Will Find Me‘. Podéis oírla en Tumblr. Y esta es la original:
El «culito-braguita» de The-Dream
The-Dream aka Terius Nash ha publicado esta semana un disco llamado ‘IV Play’. En él aparecen dos temas llamados ‘Pussy’ y ‘High Art’ que ahora tienen sendos vídeos que superan cualquier noticia que hayamos titulado con anterioridad en una línea similar. No es que sean un poco NSFW, es que el primer vídeo viene a ser un «pussy» en primer plano, apenas protegido por una timidísima braga-tanga. Mención especial al «artista» invitado. El segundo vídeo sigue una línea similar. ¿Alguien se ha enterado de algo sobre las canciones o sus colaboraciones?
El frustrante anuncio en prensa de Courtney Love
Courtney Love está ultimando detalles para el lanzamiento de su próximo disco, ‘Died Blonde’, en el que colaborará la misma banda que en ‘Nobody’s Daughter’ a excepción del bajista Shaun Dailey. La noticia es que Love puso un anuncio en Craiglist (una especie de Segundamano estadounidense) especificando que buscaba «un bajista del estilo de Melissa Auf der Maur para un grupo tipo Hole» pero que solamente obtuvo una respuesta. El consuelo que le queda es que no indicó que el anuncio era suyo, aunque no tenemos muy claro cómo habría cambiado la cosa.
La viuda de Cobain también afirmó en una entrevista concedida a Bust que Hole no van a volver. Parece que ahora volverá a usar el nombre de Courtney Love.
Paisajes urbanos para Tricky
Con su nuevo disco ‘False Idols’ recién publicado, Tricky estrena videoclip para la colaboración con la vocalista nigeriana Nneka. La canción es la apuesta más pop del disco, la excelente ‘Nothing Really Matters’, en la que no se escucha la característica voz del artista de Bristol. Este segundo sencillo extraído, cuenta con un videoclip rodado en blanco y negro por Garry Wood, en el que lo más interesante que pasa es una chica interpretando la letra en lenguaje para sordos. Del resto, mucho ambiente urbano elegantemente rodado.
























