Parece que muy poco a poco, Taylor Swift está dejando de ser una artista local para los Estados Unidos. ‘Red‘ no sólo ha vendido 1,2 millones de copias en su país de origen en 7 días sino que ha conseguido ser el primer top 1 de la artista en Reino Unido. Incluso en España se ha colado en el número 4. La prueba de fuego será que aguante las Navidades en países ajenos a USA-UK en una posición digna. ‘We Are Never Ever Getting Back Together’ de momento sólo ha sido top 32 en la lista de singles española, a pesar de su buen apoyo en radios (ronda el top 10-top 20).
Volviendo a la lista de álbumes en España, Alejandro Sanz sigue top 1 con ‘La música no se toca’, mientras India Martínez llega al top 2 con ‘Otras verdades’. ‘La nave de los locos’ de Loquillo llega al número 3.
Entre las sorpresas, Maika Makovski vuelve a la lista con ‘Thank You For The Boots‘, en concreto al número 60, la posición más alta alcanzada de momento. El resto de entradas nuevas queda así:
7 Sole Giménez / El cielo de París
19 Tony Bennett / Viva Duets
25 Amelie / És el moment
36 Lang Lang / The Chopin Album
85 Quart Primera Pel.liculas
94 BSO Skyfall
Os dejamos con uno de los temas de la boyband catalana Amelie.
Desire son aquel grupo formado por la mitad de Chromatics que hicieron bastante ruido después de que su tema ‘Under Your Spell’ apareciese en la banda sonora de ‘Drive’. A pesar de que el reconocimiento llegó el año pasado, el único disco del grupo es de 2009. Ahora podemos escuchar un tema nuevo de este proyecto. La canción se titula ‘Tears From Heaven’ y formará parte de una recopilación de su sello titulada ‘After Dark 2’, que también incluirá otro tema del grupo titulado ‘The Nightshift’. El tema, que presentan con videoclip de su habitual Alberto Rossini, sigue manteniendo su gusto por los sintetizadores ochenteros y la dulce voz de su vocalista Megan Louise.
“Hola, soy Chimo Bayo y tengo un proyecto nuevo en el que os propongo colaborar”. Así comienza el mensaje que Chimo Bayo ha colgado en una web de “crowdfunding” para animaros a participar en su nuevo proyecto. Tras muchos años siendo reivindicado por todo tipo de público en nuestro país, el DJ dice que ha llegado el momento de publicar un nuevo disco “con colaboraciones de otros Dj’s nacionales y de fuera”. Joaquín Reyes, uno de los responsables del resurgir de Bayo, será el encargado de todo el diseño del proyecto.
El tipo de contribuciones incluyen desde un mensaje personalizado del propio Bayo por 3€, aparecer en los créditos del disco y del videoclip por 5€, todo tipo de versiones del disco, o ya en plan exclusivo, vídeo-saludos por 80€ o hacer que Chimo actúe en tu fiesta privada por 1000€. Si no te ha convencido, aquí tienes un vídeo explicativo del proyecto con el propio artista en plan “Celebrities”.
La semana que viene se celebra en Barcelona una nueva edición de M!ra, en concreto el día 10 de noviembre con las actuaciones de Actress, Hyetal, Wooky, Floex y un largo etcétera. Además, el 7 de noviembre habrá una fiesta de presentación en la Fàbrica Moritz de Barcelona que contará con el directo del artista barcelonés Headbirds, y el proyecto Off://TV en los dispositivos audiovisuales. Ya se han dado conocer los horarios, que son estos que veis aquí. Más información, en la web oficial.
En medio de los problemas de su líder y la publicación de su trilogía numérica, Green Day encuentran sitio para estrenar una de las canciones que formarán parte de la banda sonora de la última de las películas de la saga ‘Crepúsculo’. ‘The Forgotten’ es una balada que la banda de Joe Armstrong aporta al cierre de las aventuras vampíricas de los Cullen y compañía. Además, el tema también irá incluido en ‘¡Tré!’, cuando salga a la venta en diciembre. El videoclip cumple su función, mezclando imágenes del grupo en el estudio con otras de la película.
Alejada del electropop y sumergida en la América profunda, Sky Ferreira ha protagonizado el vídeo para ‘Sad Dream’, una de las canciones contenidas en el EP ‘Ghost’. En él la vemos protagonizar un drama blando tipo road movie que tiene desde luego más que ver con Beth Orton, que con Christina Aguilera. No en vano ha sido co-escrita por Blake Mills, un habitual colaborador de Cass McCombs.
Ya hemos conocido uno de los adelantos del nuevo disco de Tarántula, ‘Empresarios y sectas‘, y ahora llega otro más, que viene anunciado por la «Organización Musical de Fracasados Españoles» (OMFE), que, con la intención «de velar por el gran fracaso» del nuevo álbum, ha secuestrado el lanzamiento. Un rótulo en Youtube indica que el disco será liberado el 7 de noviembre. Tras el anuncio, podéis escuchar la canción.
La cantante que fuera una vez compañera de clase de Marilyn Manson ha decidido celebrar el cuadragésimo aniversario de ‘Talking Book’ de Stevie Wonder arriesgándose a reinterpretarlo entero. Qué valor. Gray dice que “esto no es un disco tributo” sino “una carta de amor y una postal de agradecimiento en disco” al que es uno de sus «cinco álbumes favoritos de la historia», que es básicamente lo mismo pero dicho de otra manera. En cualquier caso, el nuevo trabajo de la autora de ‘I Try’ no es peor que aquel disco de versiones de hace unos meses, pero tampoco muchísimo mejor.
Producido por Hal Wilner, Zoux y la propia Macy Gray, ‘Talking Book’ reproduce en orden y de manera bastante personal, aunque sin dejarlas irreconocibles, cada una de las grandes canciones contenidas en la obra maestra de Stevie Wonder. La mayor sorpresa la da el clásico ‘Superstition’, reconvertida aquí en una lánguida pieza cercana al jazz que pide a gritos ser cantada en algún antro humeante y lóbrego. Este es el único momento en todo el disco que una canción de Stevie Wonder interpretada por Macy Gray suena más a ella que a él y, por esa misma razón, termina siendo también el más interesante.
El resto de temas respetan algo más tanto la estructura como los arreglos de las canciones originales, pero la reinterpretación no es rigurosamente igual. ‘You And I (We Can Conquer The World)’ ya no es un baladón e incluso se podría bailar; el sugerente soul de ‘You’ve Got It Bad Girl’ da en esta ocasión lugar a cierta suciedad rock, presente asimismo en la ahora más robusta ‘Maybe Your Baby’; y los coros góspel del número final, ‘I Believe (When I Fall In Love It Will Be Forever’, toman más protagonismo en la versión de Macy que en la de Stevie.
En cuanto a la parte vocal, Macy Gray continúa poco inspirada. El inicio prometedor con la deliciosa ‘You Are the Sunshine of My Life’ se desdibuja por completo gracias a una interpretación de lo más insípida, mientras la envolvente melodía de ‘Lookin’ for Another Pure Love’ queda, en voz de Gray, despojada de toda su calidez. Otros números sí merecen más la pena, como las afectadas rendiciones de ‘Blame It On The Sun’ y ‘You And I’ o, por supuesto, ‘Superstition’. Por lo general, sin embargo, ‘Talking Book’ no es más que otro lanzamiento anecdótico en la ya poco esperanzadora carrera de esta peculiar estrella del R&B. Por lo menos parece que le va bien en el cine.
Calificación: 5,7/10 Lo mejor: ‘You and I’, ‘Superstition’, ‘Blame it on the Sun’ Te gustará si te gusta: Macy Gray, las versiones no muy buenas Escúchalo: Spotify
“La juventud no es sinónimo de innovación”, replica James Bond a uno de los nuevos personajes que desfilan por ‘Skyfall’. Y el cabrón tiene razón. Precisamente ahora que el personaje cumple medio siglo de vida en el cine; justo con la película que a punto estuvo de no rodarse por culpa de la crisis, va y nos llega el merecido reinicio de la saga 007 que vislumbramos en ‘Casino Royale’ y perdimos de vista en ‘Quantom Of Solace’.
Pero ojo, que Sam Mendes, más que hacerse un Nolan presentando a un Bond avejentado, machacado por los años, alcohólico y psicológicamente muy tocado como recursos para dotar de profundidad a un personaje que durante décadas ha permanecido demasiado plano, que también; hace con ellos de ‘Skyfall’ una reivindicación sin complejos del legado cultural del espía.
Un alegato a favor de lo viejo que guardamos en almacenes abandonados que se palpa en diálogos y gadgets recuperados pero que se siente de verdad cuando el héroe, cual ‘Ciudadano Kane’ de Orson Welles, se enfrenta a su Rosebud particular adentrándose en refugios escondidos de su pasado.
¿Demasiada psicología para un agente secreto que antes mataba sin remordimientos? Puede, pero eso no impide que esta nueva aventura del personaje creado por Ian Fleming sea igual de disfrutable que la mayoría de sus predecesoras. Y es que Craig sigue siendo el perfecto hombre objeto que lo mismo protagoniza secuencias de acción impecable, especialmente durante su paso por China, que insinúa sin complejos, después de ser toqueteado por el villano de turno, que quizás no es la primera vez que se deja seducir por un hombre.
Guiños a los nuevos tiempos en la película en la que menos chicas pasan por su lecho, cortesía de la primera y estupenda entrada en acción de Silva, el personaje de Javier Bardem al que muchos auguran nominación al Oscar por ser el primer villano cansado de ser villano enfrentado a un héroe cansado de ser adorado.
Y es que frente a los aires de grandeza de sus predecesores en pantalla, la primera impresión es que el malo de esta entrega no está a la altura, que es demasiado blando, pero pronto acabas descubriendo que no se mide la maldad de uno por la cantidad de muertos que deja a su paso. Y es que los motivos de Silva son más viscerales, más primarios, y por eso Bardem funciona igual de bien que, y volvemos al Batman de Nolan, Heath Ledger y su Jocker al ser comparado con los otros villanos del Hombre Murciélago.
En definitiva, ‘Skyfall’ tenía todas las papeletas para convertirse en el cierre perfecto de una decente trilogía y se ha convertido en la clara demostración de que a veces, con todo lo que ello conlleva, merece la pena regresar a los orígenes y enfrentarse a las consecuencias. 8.
Hace unas semanas se temía por la continuidad del FIB después de que la empresa de su principal propietario, Vince Power, saliera de Bolsa y se planteara un concurso de acreedores (la situación legal en inglés se denominaba «in administration»). Desde su organización se aseguraba aun así que la edición 2013 no peligraba, pero desde hoy la celebración del mítico festival de Benicàssim está más cerca. Según informa la BBC, Power ha recuperado el control del festival tras recomprarlo a esos administradores. Vince está «encantado» con el acuerdo al que ha podido llegar con ellos, según declaraciones a la web británica.
Después de 37 semanas dando vueltas por la lista de Promusicae, Universal ha podido certificar el disco de oro para ‘Born to Die‘ de Lana del Rey en España, por la distribución de 20.000 copias. El álbum de Lana ha sido muy exitoso en Europa, logrando el doble platino en Reino Unido y el platino en Francia, Alemania y Suiza, entre otros. Por el contrario, aún tiene que alcanzar el oro en Estados Unidos, algo que conseguirá seguramente con la reedición (le faltan 100.000 copias, pues ronda las 400.000).
La discográfica aprovecha el anuncio para recordar que el 13 de noviembre se edita la edición deluxe. Aparte del CD doble con los 8 temas extra, el vinilo y la versión digital, habrá una edición super deluxe con los 2 CD’s, un CD 3 de remezclas, un DVD con sus videoclips y un single de 7 pulgadas en vinilo. Os dejamos con un remix de Lindstrom de ‘Blue Velvet’.
Justo cuando el huracán Sandy azotaba Nueva York llegaba el momento de estrenar el nuevo vídeo de los Antlers, que son de Brooklyn, para su canción ‘Drift Dive’, extraída de ese último EP que habla sobre el agua, ‘Undersea‘. El grupo se sentía extraño por la coincidencia y dejaba hace unas horas este mensaje en redes sociales. «Considerando todo lo que acaba de pasar en Nueva York, hoy es un día raro para estrenar nuestro nuevo vídeo, pero también parece extrañamente apropiado. James Case-Leal creó esta bonita pieza para acompañar ‘Drift Dive’. Esperamos que os sea reconfortante en medio de la devastación. Te adoramos, Nueva York».
El nuevo single de ‘Blunderbuss‘ de Jack White, ‘I’m Shakin», contendrá una cara B llamada ‘Blues On Two Trees’. La noticia que está apareciendo en todos los medios es que esa cara B contiene un rap del ex líder de White Stripes. La canción está siendo borrada de todas partes pero en el Soundcloud oficial de su sello hay una «preview».
Justo cuando se confirmaba que su nuevo disco ‘Good Kid m.A.A.d. City‘ es top 2 en Estados Unidos sólo contenido por ‘Red’ de Taylor Swift (en Reino Unido ha tenido que conformarse con el puesto 16), Kendrick Lamar ha querido regalar una canción nueva llamada ‘The Jig Is Up (Dump’n)’. La han producido J. Cole y Canei Finch y puede catarse antes en Soundcloud.
Cat Power ha tenido una larga tradición de problemas con los directos. Esperamos poder verla en el San Miguel Primavera Club (Madrid y Barcelona) el próximo mes de diciembre, pero según una foto dejada en Instagram por la artista, podríamos quedarnos sin gira europea, debido a problemas de salud y económicos. Esta es la nota que acompaña a la foto:
«Podría cancelar mi gira europea debido a un problema de bancarrota y a mi lucha contra el angioedema. No he tirado la toalla, estoy intentando resolverlo lo mejor que puedo. Estoy destrozada. He trabajado tan duro. He enfermado después de salir ‘Sun‘ y he estado luchando para mantener todos mis puntos en equilibrio: mente, espíritu, el cuerpo saludable, centrado y en la tierra. Lo hago lo mejor que puedo. Adoro jodidamente este planeta. Me niego a rendirme. Aunque quizá necesito una nueva estrategia para mi seguridad y mi salud».
Decía Tracey Thorn que siempre que llegaba esta época y otros artistas publicaban sus discos de villancicos, ella sentía celos. Así que, para no perder otra ocasión, se puso a trabajar ya a principios de este año para conseguir que esta semana llegara a las tiendas ‘Tinsel And Lights’. Como ya anticipamos, se trata de un disco bastante clásico en estructura, en el que se presentan un par de nuevas composiciones de la vocalista de Everything But The Girl junto a versiones y apropiaciones de canciones de temática navideña o invernal. En el caso de Thorn, la selección de temas ajenos ya resultaba curiosa de entrada al mezclar a The White Stripes, Scritti Politti, Ron Sexsmith o Sufjan Stevens.
Pese a tan variopinta elección, el conjunto es mucho más coherente y unitario de lo que podría parecer, gracias a la, como siempre, fabulosa y cálida voz de la artista británica y a una producción sencilla pero bastante fiel a lo que hemos escuchado en sus discosen solitario: exquisita instrumentación acústica y cuidados arreglos con esporádicos toques de electrónica. Además, apuntando al carácter familiar del álbum, la implicación de su marido y socio musical Ben Watt ha sido muy directa, tocando y haciendo coros en varios de los temas. Sin duda el más destacado es el que lo abre, ‘Joy’, una canción bellísima que trasciende el mero pretexto navideño y que va creciendo hacia unos coros finales que interpreta el matrimonio junto a sus tres hijos, en un punto de emoción casi sin parangón a lo largo del resto del disco.
El otro tema propio, el titular ‘Tinsel And Lights’, es otra pieza preciosa que, al contrario que ‘Joy’, difícilmente puede descontextualizarse del ambiente navideño, con esa letra que habla de la Navidad en Nueva York, ese topicazo ineludible. En cuanto a las mencionadas versiones, los resultados son dispares. Entre las más brillantes encontramos ‘Hard Candy Christmas’, popularizada por Dolly Parton, que acierta de lleno al apoderarse totalmente de la canción, simplemente eliminando el tufillo camp del original; también es una delicia que nos descubra ‘Like A Snowman’, una canción semi-desconocida de Stephin Merritt (escrita por el hombre de The Magnetic Fields para el conocido drag show de Broadway de Kiki And Herb); ‘Snow’ es una preciosidad de Randy Newman interpretada con un piano melancólico, al estilo de la versión que ya hizo Harry Nilsson; y, por increíble que parezca, los arreglos de viento logran que la mítica ‘River’ de Joni Mitchell se presente a nuestros oídos como si fuera nueva. Finalmente, Tracey recupera su ya conocida versión de ‘Sister Winter’ del maníaco de los discos navideños Sufjan Stevens (el próximo está al caer, por cierto), una canción muy importante para ella porque su madre falleció mientras la grababa.
Esos son los mejores momentos de un disco que también incluye otros algo más previsibles (‘Maybe This Christmas’ de Sexsmith, el clásico ‘Have Yourself a Merry Little Christmas’), inconexos (las versiones de The White Stripes y Scritti Politti) o faltos de chispa (‘Taking Down The Tree’, de Low, un dueto con Green Gartside que pasa casi inadvertido), aunque no faltos de encanto. En suma, conforman un bonito y sólido disco navideño que, a buen seguro y como ocurre con ‘A Very She & Him Christmas‘, ‘Songs For Christmas‘, ‘Teoría y práctica melódica IV: Cuentos de Navidad’, ‘The Motown Christmas Collection’ o ‘A Christmas Gift For You From Phil Spector’, recuperaremos en los meses de diciembre venideros.
Calificación: 7/10 Lo mejor: ‘Joy’, ‘Tinsel And Lights’, ‘Snow’, ‘Hard Candy Christmas’ Te gustará si: no odias la Navidad. Escúchalo: Spotify
Of Montreal presentan videoclip para uno de los cortes de su disco ‘Daughter Of Cloud’, que recopila rarezas y temas inéditos de la banda. El clip para ‘Sails, Hermaphroditic’ ha sido dirigido por Kevin Barnes, líder de la banda, y por su mujer Nina. Dos grupos, uno de mujeres y otro de hombres, juegan en un descampado a algo que empieza pareciendo rugby y que termina en caos, todo condimentado con imágenes psicodélicas de mujeres desnudas y parejas retozando.
Queda relativamente poco para poder tener el nuevo disco de El Perro Del Mar. ‘Pale Fire’ sale a la venta el 12 de noviembre, precedido por el sencillo ‘Walk On By’, que ya pudimos escuchar, del que ya pudimos ver su videoclip e incluso comprobar cómo sonaba remezclado por Saint Etienne. Ahora podemos escuchar otro de los adelantos del nuevo trabajo de la sueca Sarah Assbring, el tema ‘Hold Off The Dawn’, en el que sigue jugando con las influencias ochenteras.
La semana pasada se publicaba al fin ‘Anónimo‘, el debut largo de Lorena Álvarez tras la edición limitada de ‘La Cinta’. Lorena nos atendía en esos días llana y risueña, aunque algo ensimismada, en un bar de Chueca. No conoce JENESAISPOP más que de oídas y no le gusta musicalmente ningún compañero de Sones. Evidentemente alejada del «mundo moderno» y de las modas, se molesta cuando en el bar nos ponen un house un tanto lounge e interrumpe la entrevista para pedir que quiten «esa música tan fea». El 19 de diciembre podréis comprobar, con toda seguridad, su total espontaneidad en el Teatro Lara de Madrid.
¿Desde hace cuánto tiempo llevas componiendo este disco? Algunas canciones ya salieron en ‘La cinta’ y las llevas tocando unos meses…
Hace como tres años. Yo siempre he tocado. Muy mal (risas), sólo me sé cuatro acordes, pero con letra, unos tres años.
¿Cuáles son las canciones más antiguas?
‘Novias’, me parece.
Pues empezaste fuerte con grandes declaraciones, una canción intensa…
Tenía un amigo, Alberto Acinas, con el que hicimos un proyecto llamado «Las Canciones Gemelas». Cada uno tenía que hacer una canción sobre un tema que se nos ocurriera. El primer tema eran los celos y la verdad es que quedó mejor la mía (risas).
¿Cómo catalogarías lo que haces? ¿Como jotas?
No son jotas. Mira, la prueba de que no son jotas es que fui a ver a Concha de Trasmontes, una señora que llevaba mucho tiempo cantando canciones muy antiguas, y a la que me llevó una amiga a ver al pueblo de al lado. Fue muy emocionante, para mí fue como ir a ver a Beyoncé. Mi amiga le hizo escuchar mis canciones y me decía: «son muy guapas», pero me dijo que faltaban partes. Me preguntaba por partes que deberían estar en una jota. Yo le decía: «¡No, si es que son inventadas!». La gente dice que son jotas porque hay mucho desconocimiento sobre lo tradicional.
Pero el ritmo se puede asemejar…
Pero no tiene las mismas partes.
¿Cómo lo llamarías tú?
Tradicional sexy (se ríe).
Es lo que pone en alguno de los instrumentos cuando os vi en directo…
No me gustan las catalogaciones. Es que es una tontería. Catalogar es digerirlo demasiado. Parece que hay que dar todo catalogado para que se pueda consumir. No quiero decir que me sienta fuera de eso, pero hay mucha manía de catalogar todo. Además, muchas veces las catalogaciones se hacen sin demasiado conocimiento. Un amigo me lo decía: «te pones un gorro y ya te dicen: «¿dónde vas, Michael Jackson?»».
¿Esta música «tradicional» te gusta desde siempre o te has ido encontrando con ella según te hacías mayor, como tanta gente?
Siempre me ha gustado. Siempre la he vivido en mi pueblo, pero ponerme a investigarla y a estudiarla es algo de ahora. Ahora estoy profundizando más, leyendo cosas, escuchando más cosas, estudiando…
¿Y ha tenido que ver algún familiar?
No, la verdad es que no. Mi familia no canta, aunque era el sueño de mi padre tener un grupo. Ha sido más influyente el ambiente de mi pueblo, las historias que cuentan. Hasta hace unos años, la vida no había cambiado para nada, era casi medieval, y desde hace un tiempo ha cambiado mucho. De pequeña yo escuchaba historias de cómo era caminar por la noche a otro pueblo, cuando no había luz, no había coches. Esto es algo que sobreexcita mucho tu imaginación.
Todo el mundo tiene un recuerdo muy bonito de su pueblo, las verbenas…
Yo he vivido allí hasta los 16 años, cuando me fui, pero a veces voy y paso allí temporadas. A veces tienes también un recuerdo de algo que no has vivido. Mi familia se reúne y de lo único que hablan es de cómo era todo antes. Las verbenas que tú dices, me encantan, es la música que más me gusta, casi. Me gustan mucho las verbenas porque reconfortan los corazones de la gente. Esa gente que trabaja en el campo esos días no trabajan, están contentos…
¿De adolescente tampoco tuviste una reacción más rockera?
No, contra las verbenas, no. Con 12 ó 13 años sí me pasaba los inviernos yo sola en casa mientras nevaba y era un puto rollo, la verdad (risas). Me gustó mucho irme, pero me encanta volver. He vivido en muchos sitios, en muchos países y tener un sitio sagrado para volver, me reconforta. Está bien para digerir todo lo que te pasa.
¿Y ahora vives en Barcelona?
No, no vivo en ningún lado, no tengo casa.
Eso es guay, igual pega para el tipo de música popular que haces…
No, no es nada guay. Aprovecho para decir que si alguien me alquila una habitación (risas).
¿En cualquier ciudad?
Sí, sí. (risas) Estuve cinco meses sin casa, quedándome en casas de gente, pero como pinto necesito mis cosas… y es un rollo. Mis amigos deben de estar hartos de mí. Pero al final me he dicho a mí misma: «deja de quejarte y voy a disfrutarlo». El tiempo que esté aquí voy a estar todo el rato tocando. Antes vivía en Berlín, llevo allí dos años, sigo teniendo una habitación muy grande porque los alquileres son muy baratos, y espero volver, la verdad. Para trabajar se está genial, tengo una habitación gigante, un estudio con todo…
¿Cuándo te diste cuenta de que tenías canciones que podían gustar tanto a la gente?
Nunca me he dado cuenta. Empecé porque siempre he tocado, improvisando con amigos… Siempre he tenido instrumentos en casa, pero soy autodidacta y no sé tocar ni nada. De repente me di cuenta de que me gustaba mucho el proceso de grabar las canciones. Siempre pinto y termino rápido, y quería hacer algo que se alargara en el tiempo, me compré el micrófono y tengo unas cuatro mierdas ahí para grabar que no valen para nada, pero bueno. Es como pintar, ir poniendo cosas, ir quitando cosas. Y según las grababa se las pasé a amigos, y se empezó a propagar. Pasaron dos cosas. Primero, había un concurso de maquetas, el de Autoplacer. Me presenté y lo gané increíblemente. (risas) Y luego vino lo de los sellos, y bueno, todavía estoy alucinando.
¿Qué tal te sientes en Sones? ¿Conoces a los otros grupos?
No conocía absolutamente nada y son todos majísimos. Musicalmente no me gusta mucho ninguno, pero son todos majísimos (risas). Lo que me gusta de Sones es que me gustan ellos como personas, y los quiero muchísimo. Me gusta cómo estamos trabajando juntos. Me respetan porque yo hay cosas que no quiero hacer. Y todas las ideas que se me ocurren les parece bien. Y me gusta que tienen cosas muy variadas como sello.
En principios estabas en Discoteca Océano… ¿qué pasó?
Discoteca Océano me propuso sacar un disco pero no nos entendimos muy bien. Yo quiero ir muy despacio aunque todo vaya demasiado rápido. Me agobio mucho cuando las cosas van muy rápido y no nos acabamos de entender bien. Yo si voy a trabajar con alguien, quiero entendernos bien.
En tus mismos conciertos comentas cosas como «esto está desafinadísimo». ¿Crees que el futuro es la profesionalización o crees que le quitaría encanto a tus canciones?
Ostras, pues no sé, no lo he pensado. No sé si haré otro disco… (se ríe)
¿Pero por ejemplo ves que has mejorado desde que empezaste?
He mejorado, me ha mejorado la voz. Tocar sigo tocando igual de mal. Bueno, me he aprendido alguna nota nueva… Espero evolucionar pero no en profesionalización sino en evolución personal.
¿Sones ha respetado el sonido del disco tal y como se lo has pasado?
El disco lo grabé en un estudio, de Rafael Martínez del Pozo, y estuve muy a gusto porque al principio no estaba convencida. Todas las canciones de ‘La cinta’ las grabé por pistas en mi casa, todas las cosas. No me convencía ir a un estudio porque esto lo veía como algo que hago yo sola y no sabía si con otra persona iba a salir bien. Pero pensé que era una oportunidad. Un amigo siempre pintaba con seis colores y cuando llegó a 20 dijo: «joder, esto es mucho mejor». Al principio no me apetecía pero me dije: «¿cuándo en mi vida voy a poder ir yo a un estudio a grabar?». Además, es un estudio que ha construido él, donde se filtran ruidos de animales, no está insonorizado. Va en la línea de lo que yo hago.
Sí, hay un perro ladrando en el disco. Y abren unas ovejas…
Las ovejas las grabé yo misma. Fue muy fácil. Mi tío decía «beeee» y en cuanto vas ya balan, porque se piensan que las vas a dar de comer. Al final no lo hice, pero quería crear un ambiente en todo el disco para que fuera todo un viaje a mi pueblo, con más animales entre una canción y otra, pero al final no lo hemos metido, por unas cosas y otras. Las ovejas también estaban fuera, pero decidí que el disco no salía sin las ovejas de mi tío. Entonces las mandé en el último minuto en un e-mail, mal grabadas con un mp3, pero al masterizarlo quedó bien.
¿Crees que el disco es alegre o triste?
Todas son tristes, no son por qué a la gente le hacen gracia.
Las melodías son más bien alegres…
También pasa al revés. ‘La boda’ debería ser alegre y lo era, pero no sé por qué quedó tan triste.
No es tan alegre, lo de «que me caso, que no me caso», es una disyunción un poco angustiosa, no es como «me tomo un té, no me lo tomo»… Igual buscabas un contraste entre melodías y letras alegres y tristes…
(risas) No lo he buscado pero sí, me gusta mucho. Me gusta mucho la rumba, las cumbias sonideras… y en esa música las melodías son alegres, pero la letra es triste y eso me encanta.
¿Qué sueles escuchar, por ejemplo qué traías encima?
Venía escuchando ahora mismo Los Travilis, que es un grupo de gitanos. La rumba es mi música favorita. Los Chichos, los Chunguitos… Tengo cosas distintas. No soy nada fan de nadie ni melómana de ningún estilo en concreto. Mira. Tengo un disco de Bambino, tengo Golpes Bajos (el vídeo de ‘Cena recalentada’ me encanta), tengo el mío que no lo escucho nunca…
¿Por?
Estuve tanto tiempo grabándolo que llega un momento en el que pierdes la noción de todo…
¿Para la canción ‘Sin título’ no fuiste capaz de encontrar un título en estos meses? Es de las más chulas…
No sabía cómo titularla. No sé, es desde hace dos años.
¿Cuál sería la más nueva?
La más nueva es la de ‘Alba’, la primera del disco. Y la anterior, ‘Centro de atención’.
Va más allá de un artista esta canción. En todo grupo de amigos que haya alguien con una personalidad fuerte…
Sí, uno o varios, sobre todo si tus amigos son artistas y músicos, más todavía (risas).
¿Dejaste las canciones más largas al final del tracklist por alguna razón?
No, le di muchas vueltas al tracklist. No estaba nada segura. Le pedí ayuda a gente, al final Alfons de mi discográfica me hizo uno por su cuenta y a partir del de él hice otro parecido. Yo había puesto «una rápida, una lenta» y Alfons me dijo de poner las más alegres al principio y me gustó mucho esa idea.
Y la más alegre incluye ‘Manuel’, que es una conquista frustrada…
(risas) Sí, es que ahí todavía no sabía lo que iba a pasar. No me lo ligué, pero ahí estaba yo todavía contenta…
¿De qué canción estás más orgullosa?
De una nueva que he hecho, ‘El esqueleto’.
¿Tienes muchas nuevas?
No, es que aún no he tenido tiempo, porque he estado con el disco, de viaje, tocando… He hecho algunas sin terminar del todo, y algunas viejas que quizás no están mal las recuperaré. Tengo por ahí algunas cosas.
¿Qué esperas de los próximos meses?
(risas) Encontrar novio… Encontrar novio entre mis fans. Tocar mucho, espero… La verdad es que estoy muy contenta, porque creo que he encontrado mi camino y quiero seguir con él. Y no sé… (piensa)
En el fondo te tiene que gustar la vida errante…
Sí, la sedentaria me produce ansiedad…
Pero ahora parece que buscas la calma, y te aburrirás de nuevo…
Puede ser… pero para la calma tengo que casarme y claro… como no… Por eso quiero encontrar novio, para asentarme. (risas)
¿Cómo surgió el bolo del Centro Asturiano? A mí me pareció la bomba… y con comida y bebida gratis…
Yo quería hacer la presentación ahí. Me dijeron de hacer algo en Madrid y quería que fuera ahí porque iba a veces. Antes era una sidrería, con barriles de sidra, no sé por qué lo han cambiado para ponerlo más moderno. Yo lo quise hacer ahí sabiendo que no se puede cobrar entrada. Hablamos con ellos y les pareció bien. Lo que no sabíamos es que iba a ir tanta gente. Siempre ofrecen un pequeño cátering a un precio moderado e hicimos algo pensando que irían 20 personas o 50. Nos decían: «¿cómo habéis conseguido que venga gente, por las redes sociales?» (risas) Había gente mayor, muy distinta. Me gusta mucho que venga gente mayor, el otro día salieron a bailar unas señoras en un concierto en Galicia y me hizo mucha ilusión.
¿Te gustan las redes sociales? No te pegan mucho por lo que veo…
No mucho, no. El Facebook me lo he hecho hace más o menos poco. Me parece una puta mierda, las odio, la verdad. Está bien, porque puedes anunciar los conciertos y así la gente se entera. Pero parece que hoy en día es necesario. No sé, me agobia mucho mantener eso, me da mucha pereza. La página que hemos hecho ahora la lleva Sones, bueno, a veces pongo cosas. No me gusta… Veo que le quita mucho tiempo a la gente, y la gente está subiendo cosas para que la gente diga «me gusta». El otro día leí en el Facebook de alguien, igual es de algún escritor: «el Twitter te hace creer que eres una celebridad, Instagram que eres un buen fotógrafo, Facebook que tienes amigos. El despertar va a ser muy duro». Eso es lo único que he leído en el Facebook que me haya gustado (risas).
A Kelly Rowland le sientan bien los “featurings”. De hecho podríamos afirmar que los mayores éxitos de su carrera en solitario han sido colaboraciones con otros artistas, llámense Nelly o David Guetta. Ahora la ex Destiny’s Child se aparece en un tema y un videoclip para el nuevo disco del rapero Ludacris. En ‘Representin’ la Rowland pone el lado sexy sobre una mesa de billar, jugando al baloncesto o interpretando el estribillo en el estudio.
Para los que os gusta Lady Gaga, estáis de enhorabuena. Gaga, que no conoce el significado del término contención, ha asegurado a sus fans que su nuevo disco vendrá por entregas. Un primer volumen de ‘ARTPOP’ contendrá las canciones que ella considera más pop, y la segunda entrega, que podría salir seis meses después, recopilará los temas más experimentales. Todo esto con la ayuda de los habituales, Fernando Garibay, DJ White Shadow y RedOne. Toda esta información la daba en la red social que ha creado para sus fans, littlemonsters.com, donde la cantante tampoco concretaba demasiado, pero donde aprovechaba para ir creando la misma sensación de hype que ya consiguió con su disco anterior. Tenéis toda la información en la página 71 del hilo de ‘ARTPOP’ de nuestro foro.
Por otro lado, Tony Bennet sigue vendiendo la idea de que él y Gaga planean grabar un disco entero de jazz que “confirmará a Lady Gaga como una de las mejores cantantes de jazz que nadie haya escuchado nunca”. Por ahora no han encontrado el tiempo para juntarse en el estudio, pero Bennet sigue diciendo que será muy pronto, que ya tienen una lista de canciones y que han hablado con el prestigioso arreglista Marion Evans para que se una al proyecto. Después de lo de Dani Martín, ¿Bennet ha perdido cierta credibilidad?
Mientras esperan a saber si ganan el Mercury Prize o no, los británicos Alt-J se entretienen en el estudio grabando un singular mash-up. Tomando la base de ‘Still D.R.E.’ de Dr. Dre y la letra de ‘Slow’ de Kylie Minogue, el grupo hace una curiosa versión para un programa de una radio australiana. El resultado puede gustar más o menos, pero ahí queda como documento y homenaje.
Si la noticia de la reunión de Neil Young con Crazy Horse ya era para lanzar gritos de júbilo, el hecho de que Young, Sampedro, Talbot y Molina nos regalen no uno, sino dos discos en cosa de cuatro meses, es como para no creérselo. Pero sí, al frotarnos los ojos nos damos cuenta de que así es. Que quisieran repasar el cancionero tradicional en ‘Americana‘ fue una idea bienvenida y con un notable resultado, pero un disco de estudio con canciones propias son palabras mayores. En solitario, Neil tiene en su haber grandísimos álbumes que de sobra conocemos, pero, a juicio del que escribe, cuando ha alcanzado las cotas más altas de magia ha sido a lomos del caballo loco: desde ‘Everybody Knows This Is Nowhere’ (1969, cuando el malogrado Danny Whitten era el guitarrista de CH) hasta ‘Ragged Glory’ (1990), el torbellino eléctrico que han generado, y que también recordaremos por discos en directo como ‘Live Rust’ (1979) o ‘Weld’ (1991), es algo asombroso. Con tan pocos elementos como dos guitarras con la ganancia a tope (y especialmente cerdas en el mencionado ‘Weld’, lo cual evidenciaba que el mal llamado grunge no había descubierto nada nuevo) y una sección rítmica tan simple pero tan completa a la vez, han creado un universo propio que es un gustazo poder volver a degustar en ‘Psychedelic Pill’.
Parece que el cuarteto tenía ganas de verse las caras, porque han facturado un disco de nada menos que hora y media de duración. Siempre se han movido entre canciones de tamaño estándar y otras más dilatadas, pero nada hacía presagiar que fueran a comenzar con ‘Driftin’ Back’, un mastodóntico corte de, ojo, media hora. Relacionada con su reciente autobiografía, ‘Waging Heavy Peace’, la letra hace constante referencia a recuerdos del pasado lejano y reciente y, de hecho el comienzo acústico que se fusiona con la entrada de la banda al completo parece como un flashback. En sus partes principales, suena brillante, y mantener la atención durante tanto tiempo es una cualidad que pocos tienen: a modo de mantra, Neil va recordando distintos aspectos de su vida, pero hay momentos, especialmente pasado el primer cuarto de hora, en las que parece que tocan por tocar, sin ninguna improvisación especialmente válida que justifique tal minutaje. Tal vez recortada a la mitad lograrían llegar a buen puerto al 100%, quedando como una muy buena idea llevada más lejos de lo deseado.
En el resto del álbum parecen más concentrados. Tras el breve tema titular, donde la previa melancolía da paso a una mayor contundencia, dominada por un efecto phaser que aporta el aspecto psicodélico de la canción en sí (para quien no les guste, incluyen al final del disco la misma canción con una mezcla distinta, sin el efecto), vuelven a dejarse llevar con el cuarto de hora largo de ‘Ramada Inn’. Esta vez, al acortar la duración, consiguen transmitir al oyente sin que éste se pare a mirar el reloj. Los hipnóticos (y ya míticos) solos de guitarra de Young tienen mucho que ver en todo esto, se pueden alargar todo lo que él quiera sin llegar a parecer absurdamente repetitivos. En la risueña ‘Born In Ontario’, el frontman recuerda sus orígenes de una manera muy simple, a juzgar por la letra, otra especie de retrospectiva de su vida.
En la segunda parte de ‘Psychedelic Pill’ confirman que no se han juntado para recordar los viejos tiempos y poco más, probando la valía de este álbum con unos temas excepcionales, a los que da paso ‘Twisted Road’, otro recordatorio de momentos vividos. ‘She’s Always Dancing’ es la primera de éstos, con unas melodías y unas guitarras que erizan los pelos como ya hicieron ‘Cortez The Killer’ o ‘Like A Hurricane’. La sección rítmica y los coros redondean unos ocho minutos y medio apasionantes, de los que no sobra ni un segundo. La balada ‘For The Love Of Man’ es uno de los momentos más bonitos del disco y sirve como valle que bajar antes de la última cima, el colofón, que llega con ‘Walk Like A Giant’, otra bestia parda de más de quince minutos. Parece que, a lo largo del álbum han intentado dar con la clave a través de varios intentos, probando primero con ‘Driftin», refinando después con ‘Ramada’ y rematando la faena con ‘Giant’ y su riff hermanado con ‘Hey Hey, My My (Into The Black)’. Aquí todo encaja finalmente y cada paso, cada movimiento, cada silbido, es una celebración, un gozo al pensar que después de tantos años sigan teniendo algo que decir que suene tan fresco como décadas atrás. Habrá cosas que tendremos que perdonarles, porque su veteranía y constancia merecen el mayor de los respetos, pero si aquí se han vuelto a ganar los galones no es sólo por la reputación que les precede, sino porque no han intentado forzar nada con la intención de mantenerse en el candelero. Se nota que les apetecía juntarse y enchufar los instrumentos sin pretensión alguna. Al tener un talento natural para esto, todo lo demás ha salido solo.
Calificación: 7,9/10 Lo mejor: ‘She’s Always Dancing’, ‘Walk Like A Giant’, ‘Psychedelic Pill’, ‘Ramada Inn’. Te gustará si te gustan: Neil Young & Crazy Horse (evidentemente) Escúchalo:Spotify