Hidrogenesse han tenido la ocurrencia y el atrevimiento de publicar un álbum sobre el matemático y filósofo Alan Turing. Hablamos con Carlos y Genís sobre este proyecto, el que será su próximo álbum, con fondo arqueológico, y otros grupos de su sello, Austrohúngaro. Parece que, esta vez sí, el disco de Chico y Chica se acerca. Os recordamos que Hidrogenesse tocan junto a Javiera Mena este 15 de junio en Madrid. El 5 de julio estarán el Festival Internacional de Artes Escénicas de Graus (Aragón) y el 7 de julio en JamónPop.

Según el blog del disco, ‘Un dígito binario dudoso’ surgió a instancias de un museo de Sevilla, ¿en aquel momento conocíais bien a Alan Turing?
Genís: «Nos llamaron para que fuéramos, pero no llegamos a ir nunca porque el proyecto se canceló. Manolo (Astrud) nos había insistido para que Hidrogenesse hiciéramos canciones sobre Alan Turing, pero Manolo no me pagaba por hacerlas, así que le decía: «sí, sí». Después nos dimos cuenta de que tenía razón. En cuanto empezamos a leer sobre él, nos quedamos totalmente enamorados».
Carlos: «Tiene todo lo que nos gusta. Una cosa con la que puedes citar a Walt Disney, los nazis, la Inglaterra de los años 50…»
G: «Las máquinas…»
C: «Él ya explicó cosas como la razón por la que un ordenador se cuelga».
G: «Como el ordenador no sabe si puede llegar al final de un problema, se queda colgado esperando. Por eso ingenió la máquina de Turing: incluso antes de que hubiera ordenadores, él ya sabía que existiría este problema».

¿A qué nivel os documentasteis sobre Alan Turing? ¿A nivel poder dar una conferencia?
G: «Era una persona del mundo, no un genio abstracto en su mundo de marfil. Explicaba las cosas de manera divertida».
C: «En los inicios ejerció de divulgador, hacía conferencias, aunque la gente se reía de él».
G: «Decían: «está loco, cree que las máquinas piensan».
C: «Él defiende a la máquina como un bebé, como a un niño».
G: «Si tienes un hijo y lo encierras, tampoco aprenderá a hablar. Las máquinas también tienen que estar con nosotros».
C: «Ahí es donde nos centramos. Cuando se explican sus fórmulas matemáticas en biografías a lo largo de páginas y páginas, en eso no».

¿Vosotros creéis que las máquinas piensan?
G: «No sabemos qué quiere decir «pensar», ni siquiera los filósofos como Manolo lo saben. Pueden discutir lo que ellos consideran que es pensar. Como es algo tan ambiguo, da lugar desde a una fórmula hasta a la poesía. Es lo bonito de cuando las cosas no están claras».

¿Cuándo fue la primera vez que Manolo os habló de Turing?
G: «Desde que hicimos ‘Eres PC, Eres Mac’. Yo decía: «déjame de matemáticos». Estábamos con robots, con Warhol… no le hice mucho caso».

Entonces Manolo siempre se ha interesado por la filosofía…
G: «Él es de ciencias con esa nostalgia de haber sido de letras. Como las teorías de Turing se van a la filosofía y a la metafísica desde las matemáticas, le llamaba la atención».

¿El artículo que Manolo ha publicado sobre Turing es reciente o es sobre algo que siempre había pensado?
G: «Es de ahora, aunque creo que lo escribió en Barcelona. Está picado con otra persona y ha escrito sobre cosas que decía Turing. Me ha dicho: «voy a demostrar con las ideas de Turing que el otro se equivoca y que yo tengo razón».

¿Manolo os ha hecho alguna corrección de las letras del disco porque fuera inexacta?
G: «Sólo ha dicho que ojalá la historia del mundo no tenga final, que llegue hasta el infinito, aunque él dice que no va a ser así».

En el concierto con Magnetic Fields dijisteis de broma que os gustaría hacer un musical sobre Turing. ¿Os imagináis?
C: «Era un chiste por la «venue»».
G: «Delegaríamos, no seríamos capaces, nosotros recibiríamos una llamada desde Barcelona diciendo: «se ha vendido todo». Meteríamos muchos cantantes».
C: «Estos del ‘Número 1’, así les damos trabajo».

Vosotros decís que Christopher era el único amigo de Turing, pero según algunos textos fue su primer amor, ¿es un error de webs poco documentadas?
G: «Eso se lo tienen que inventar los biógrafos».
C: «Se conocieron con 14 años y lo único que se sabe de Christopher es a través de Turing, de sus biografías, una la escribió su madre».
G: «Nos da igual, con 17 años, si eres gay y sólo tienes un amigo, es muy probable que estés enamorado de él, pero a lo mejor es el único con el que compartes el amor por las matemáticas. Nos da igual. La muerte de Christopher es igual de trágica».

¿El componente homofóbico de su muerte os ha resultado fundamental o sólo es un anexo?
C: «Es una tragedia. Que una persona en los 50 fuese juzgada con la misma ley con la que juzgaron a Wilde nos chocó mucho».
G: «Es terrorífico. Derogaron esa ley no hace tanto».
C: «Aunque Gordon Brown ha perdido perdón, para el gobierno inglés Turing es culpable».
G: «No pueden decir que esa ley estaba equivocada, aunque lo piden todos los años, y este año con el centenario, más».

¿Está documentado ciertamente que le gustó ‘Blancanieves’?
C: «Sí, aparece en todas partes. Dicen que iba recitando por ahí el hechizo de la bruja, le hemos hecho cantar eso, aunque lo que dice la bruja en la película no lo canta nadie. La película fue un shock pero no sólo para él. Estuvo en cartel en Londres años, conmocionó a todo el mundo».

Habéis incluido una canción vieja, ‘Mystique determinado’, ¿se os ocurrió alguna otra que pudiera entrar?
G: «Cuando íbamos a ir a Sevilla, el chico nos propuso esta idea porque le encantaba ‘Eres PC, Eres Mac’. Pensamos en hacer alguna nueva, pensamos en hacer un taller sobre música…»
C: «Era una previsión de un mes, no se nos podían ocurrir muchas canciones en tan poco tiempo, entonces pensamos en meter viejas».
G: «O incluso ‘Disfraz de tigre’, porque el personaje que lo canta es literal, tiene un problema de literalidad. No puede usar la metáfora».
C: «Como Alan Turing, que cuando la policía le preguntó qué hacía con el chico que le había robado, tuvo que decir: «ese chico estaba aquí porque yo me estoy acostando con él»».

¿Qué problema habéis tenido con los masters del disco?
G: «Cosas que nos pasan, misterios, como somos autodidactas… La fábrica no escucha los masters, o sea que tienes que escucharlos bien tú. Había unos problemas de microsegundos, que pasaban de una pista a otra incluso. Pensamos que era por llamar al disco ‘Un dígito binario dudoso’. Como voy aprendiendo, ya sé de dónde sale este problema y me fascina que no me haya pasado antes. Los datos en un CD no se graban (ni se reproducen) todos seguidos, sino en paquetes, lo que puede dar problemas al separar canciones. Puede que por eso se genere un ruido».

¿Os consideráis perfeccionistas?
C: «Sí, nos gustan los detalles, como el rosa del disco».
G: «Cada vez menos. Al principio, como no sabes hacer nada, te da rabia no sonar como el grupo que te gusta. El teclado no consigues mezclarlo… Luego, pierdes los complejos. O igual es que aprendo a grabar».

Técnicamente, has ido mejorando mucho…
G: «A la fuerza, como nadie lo hace por mí…»

El rosa del disco estaba más o menos claro…
C: «No, no te creas. Barajamos un azulito, un verdecito, pero teníamos un disco con rosa y blanco en ese momento y nos gustó mucho. Una amiga nos dijo: «¡La sonrisa vertical!»
G: «Bueno, bien».
C: «Pero no, no era por nada en concreto».

¿Por qué habéis recurrido a los subtítulos de canciones?
G: «Primero pensamos en poner en los créditos lo que hay en la web, pero nos parecía un coñazo, así que pensamos en algo más corto».
C: «Si alguien tiene interés que vaya a la web».

Primero el disco era «mini álbum», pero ahora lo consideráis un álbum…
G: «Nuestro proyecto al principio era generar una máquina que pudiera hacer canciones».
C: «Por eso algunas son muy sencillas. Yo pensaba que las tenía que hacer una máquina».
G: «Las primeras son las más sencillas, como ‘El beso’, ‘Captcha’…»
C: «‘Enigma’ e ‘Historia del mundo’, que son las últimas, son las más complicadas».

¿Con ‘El beso’ os disteis cuenta de que el proyecto iba bien? Porque podía no haber salido un disco con tantas canciones…
G: «Cuando leíamos una cosa, nos llevaba a otra. Cada vez todo te gustaba más. Se nos han quedado en el tintero muchas cosas de su vida, pero no ha dado tiempo a hacerlo todo».

¿Y quizá grabaréis ese material en el futuro?
G: «No lo sé. Quizá algún día si tenemos un tiempo muerto».

De todas formas, en enero anunciasteis un disco largo para este año…
C: «Es que está medio hecho. Cuando llegó la propuesta de Alan Turing, ya lo teníamos muy avanzado. Está todo escrito menos medio letra».
G: «Está medio grabado. Como este proyecto de Alan Turing era para ya, pensamos en acabarlo antes. Como al final no había «deadline», lo hemos convertido en un álbum y ahora, cuando tenga tiempo, haremos el siguiente, que es probable que salga en la segunda mitad del año».

Y es un disco completamente nuevo, o a lo ‘Bestiola’, que supongo que consideráis un disco…
C: (sonríe) «Este (el de Turing) es nuestro cuarto álbum. Las siguientes canciones no son nuevas porque llevamos años tocándolas: ‘Dos tontos muy tontos’, ‘Elizabeth Taylor’, ‘A los viejos’. Algunas las estrenamos en América en 2009».

¿Y alguna está en Youtube, para vuestro horror?
Sí…

¿Os molesta que lleguen así al público?
C: «Lo que grabas en un directo, con un móvil, puede sonar fatal. Que la gente lo conozca sonando así de mal da pena. Tocarlas nos gusta, porque a veces si las has grabado antes, ya empiezas a pensar en cambiar los arreglos».

Siempre habéis cambiado mucho vuestras canciones en directo…
G: «Sí, a veces porque te aburres, otras porque ves que las mejoras y quedan más bonitas».

Como fans, ¿os gusta que los grupos cambien los arreglos en directo?
G: «Ver a Magnetic Fields a mí me chifla. Ellos siempre han venido con banda, incluso con los discos con sintetizadores. Nunca nos ha importado, siempre me ha parecido asombroso lo que hacen».
C: «Me encanta cómo suenan los discos pero el chino con la guitarra en directo parece una computadora digitando, es increíble».

¿Vuestra amistad viene del disco con Claudia de Astrud?
G: «No, a partir de telonearles en el 98. En el 96 nos presentaron cuando vinieron y nos hicimos amigos de Claudia. La segunda gira ya les teloneamos. Claudia tocaba la batería e iba con guitarra eléctrica. Stephin también iba con guitarra eléctrica en aquella época. En la siguiente gira también, cuando vinieron con Sinnamon… Varias veces».

¿Cómo veis a Stephin Merritt? ¿Es un pesimista total o al final es un personaje y sabe tomarse todo con sentido del humor?
G: «A mí no me parece una persona deprimida».
C: «Hay una parte de personaje».
G: «Él lo dijo en el periódico el otro día. Él no cree en la profundidad, él cree que la profundidad es una ilusión. Somos superficiales porque el mundo es superficial y no hay nada más. Como decía Warhol: «de mí sólo hay la superficie, no hay nada más que lo que ves, si te gusto…». Es una actitud consciente y pensada. No creo que se dejara llevar al pesimismo. Él sabe que el mundo es una mierda y va a la nada».

¿Y te identificas?
G: «Yo sí, a mí él me parece normal. Yo creo que todo el mundo debería ser así. Lo que yo no entiendo es a la gente intensa. Yo a quien entiendo es a él, a Jarvis, a Lawrence. Algunos los llaman cínicos, pero yo no lo veo así».

¿Os gustan Go-Kart Mozart más que Felt?
G: «Sí, aunque no tanto como Denim. Lo que hicieron es como una discografía entera para nosotros».

A propósito de lo que habéis dicho de «va a la nada», vuestro disco termina así, «caminando hacia la nada».
G: «Vino con esta canción, al intentar describir cómo iba avanzando la humanidad. Es un guiño al uso filosófico que se hace de las matemáticas, un guiño mío a Manolo, todo eso que esperamos de la lógica, y del pensamiento. Él se dedica a eso 24 horas, pero sus conclusiones yo no las entiendo. Yo creo que son la nada».

¿Este disco tenía que ser electrónico y no el típico disco homenaje con muchas orquestas?
G: «Sí, lo tenía que interpretar una máquina. A mí me costó meter el piano, lo grabé a regañadientes porque él lo quería así».

No barajaste un piano electrónico…
G: «Es que odio las metáforas».

El disco de Turing me suena muy industrial, y un poco años 70. ¿O lo veis muy 2012?
C: «Es un disco que sigue el proceso de la historia, sí tiene ese punto de desarrollo, de explicar cómo se ha ido desarrollando el mundo. Es como una revolución digital, del humano y de la máquina».
G: «Las máquinas existen porque las necesitamos, aunque siempre se quiere que hagan cosas que a ti te interesan. Igual habría otras maneras de hacer máquinas útiles. Es como los intrumentos virtuales y los plug-ins, que en realidad queremos que hagan cosas que están hechas ya».
C: «Que reproduzcan sonidos antiguos…»
G: «… Cuando lo interesante serían programas que te permitieran otras cosas. Siempre terminamos pidiendo sonidos que ya conocemos. Es un bucle absurdo que sólo sirve para cosas que ya teníamos. Por eso yo no voy a usar un piano de esa manera».

¿Los 70 no la consideráis vuestra década favorita? Os gustan mucho por ejemplo Sparks…
C: «Fuimos adolescentes en los 80, así que rechazábamos los 70. Luego descubres algo que pensabas que no era para ti. Ahora puedes elegir tu década y no la que te tocó».

¿Este disco tenía que salir en CD por su concepto? ¿Por qué no hay vinilo?
G: «Porque no podemos pagarlo».
C: «Nos gustaría hacer todas las versiones…»
G: «Y sacar toda nuestra discografía en vinilo».
C: «De todas formas, en este es muy relevante el tema digital».

Para grupos de vuestro estatus, ¿no se vende más el vinilo?
C: «No, es mentira, se venden más CD’s».

¿Ni siquiera los grupos nuevos o en los conciertos?
C: «Por lo que te pide Fnac, no. Te piden 40 cd’s y 15 vinilos. En los conciertos, nunca hemos llevado vinilos a vender».

En el caso de Espanto sí sacasteis el vinilo…
G: «Sí, ya se habían editado en CD-R, así que para editarlo en CD de nuevo… Y a ellos les hacía ilusión. Si al grupo le hace ilusión y podemos, lo hacemos. Pero como Hidrogenesse es nuestro propio grupo, nos cortamos un poco por ahí».

¿Qué pasó con el catálogo que os devolvió PIAS, tras su paso por un museo de arte contemporáneo?
G: «Están repartidos en almacenes y en locales de estudio. Son cajas y cajas de cartón con discos como el de Alma-X…»

¿Qué fue de ellos? ¿Mantenéis el contacto?
G: «Sí, él tiene un grupo en Bilbao y ella está en Castellón y es madre».

A mí me encantaban, pero no sé si la gente se acuerda de ellos.
G: «Se los vamos a poner a la chavalada y a ver si los reivindican. A grupos nuevos».

¿A quién te refieres?
G: «A gente que conocemos que mola».

¿Qué novedades del sello hay?
C: «Chico y Chica saca disco. El proceso creativo ya está a punto de terminar».
G: «Les falta la portada, los diseños».
C: «Pero la música está terminada».

¿A vosotros qué os ha parecido?
Ambos: «Una pasada».

¿En serio?
Ambos: «Sí».

¿Pero sois críticos? ¿Qué no os ha gustado que hayan hecho?
G: «Que han destruido canciones. No han parado de hacer cosas y destruir cosas en estos años. Últimamente notábamos que nos ponían menos cosas. Les preguntas y te dicen: «No, esa ya la hemos borrado». Tú te acuerdas de letras, músicas, y puede que las hayan borrado».

¿Y Espanto, en realidad van con retraso, no?
G: «Espanto ya han grabado el disco, cuando acabemos en junio esta gira, lo mezclamos y saldrá en otoño. Es un disco chocante».
C: «Muy variado».
G: «Con cosas que nos dan mucha envidia. Hacen cosas que a nosotros nos habría encantado hacer».

¿De vuestro próximo disco qué podéis decir?
C: «La temática, de alguna manera, es arqueológica, es un disco de ruinas, que empezamos a pensar con la instalación de Moix, que es la canción central. Alrededor hay miles de cosas diferentes, como sucedía en ‘Animalitos‘, pero aquí el germen es arqueológico».

¿Ya sabéis qué canciones de ‘Turing’ tocaréis en el futuro?
C: «La mitad, más o menos, nos encanta. ‘Captcha’…»
G: «‘Historia del mundo’, según el contexto».
C: «‘El beso’…».

Delorean está en los agradecimientos del disco, ¿y eso?
G: «Compartimos local, como ahora estamos grabando me dejaron un tecladito, lo grabé, y ahora que empiezan su disco, me piden cosas a mí. Espero que me pongan en los agradecimientos».
C: «Les ha gustado mucho el módulo de voces nuevo que te has comprado».
G: «Les adoramos a los cuatro, ellos son súper curiosos. Siempre están dando opiniones. Son muchos, nos invaden».

Se les ve muy inquietos…
G: «Lo son, lo son».