Yo he escrito siempre lo más grande, desde pequeñito, prosa, poesía y diario; cosas que evidentemente sonrojarían a los muerters de este mundo y de otros. Pero hace mucho que no escribo porque sé que nunca seré Nabokov.
Ehm... #NO. Igual cuando tenga 80 años y me haya leído la mitad de los libros que me interesan y haya vivido una existencia rica y plena, tendré algo que decir y sabré cómo decirlo. De momento me parezco un aficionado, y la literatura amateur es algo que me pone MUY nervioso.
Para ver que todo se ha ido, para ver los huecos y los vestidos, ¡dame tu guante de luna, tu otro guante perdido en la hierba, amor mío!
Puede el aire arrancar los caracoles muertos sobre el pulmón del elefante y soplar los gusanos ateridos de las yemas de luz o las manzanas.
Los rostros bogan impasibles bajo el diminuto griterío de las yerbas y en el rincón está el pechito de la rana turbio de corazón y mandolina.
En la gran plaza desierta mugía la bovina cabeza recién cortada y eran duro cristal definitivo las formas que buscaban el giro de la sierpe.
Para ver que todo se ha ido dame tu mudo hueco, ¡amor mío! Nostalgia de academia y cielo triste. ¡Para ver que todo se ha ido!
Dentro de ti, amor mío, por tu carne, ¡qué silencio de trenes bocarriba! ¡cuánto brazo de momia florecido! ¡qué cielo sin salida, amor, qué cielo!
Es la piedra en el agua y es la voz en la brisa bordes de amor que escapan de su tronco sangrante. Basta tocar el pulso de nuestro amor presente para que broten flores sobre los otros niños.
Para ver que todo se ha ido. Para ver los huecos de nubes y ríos. Dame tus manos de laurel, amor. ¡Para ver que todo se ha ido!
Ruedan los huecos puros, por mí, por ti, en el alba conservando las huellas de las ramas de sangre y algún perfil de yeso tranquilo que dibuja instantáneo dolor de luna apuntillada.
Mira formas concretas que buscan su vacío. Perros equivocados y manzanas mordidas. Mira el ansia, la angustia de un triste mundo fósil que no encuentra el acento de su primer sollozo.
Cuando busco en la cama los rumores del hilo has venido, amor mío, a cubrir mi tejado. El hueco de una hormiga puede llenar el aire, pero tú vas gimiendo sin norte por mis ojos.
No, por mis ojos no, que ahora me enseñas cuatro ríos ceñidos en tu brazo, en la dura barraca donde la luna prisionera devora a un marinero delante de los niños.
Para ver que todo se ha ido ¡amor inexpugnable, amor huido! No, no me des tu hueco, ¡que ya va por el aire el mío! ¡Ay de ti, ay de mí, de la brisa! Para ver que todo se ha ido.
Comentarios
http://jenesaispop.com/foros/discussion/1349/el-hilo-de-ser-penetrad/
Escribir siempre ha sido asignatura pendiente.
Pero graseas por los ánimos, amiwa.
Antes escribía. Ahora la profesionalidad ha desembocado en apatía.
Pues... qué bien escribe este chico que resulta que ahora es mujer
"Sexualidad: Indefinida pero mayormente (75%) maricón."
"Nocturno del hueco"
Para ver que todo se ha ido,
para ver los huecos y los vestidos,
¡dame tu guante de luna,
tu otro guante perdido en la hierba,
amor mío!
Puede el aire arrancar los caracoles
muertos sobre el pulmón del elefante
y soplar los gusanos ateridos
de las yemas de luz o las manzanas.
Los rostros bogan impasibles
bajo el diminuto griterío de las yerbas
y en el rincón está el pechito de la rana
turbio de corazón y mandolina.
En la gran plaza desierta
mugía la bovina cabeza recién cortada
y eran duro cristal definitivo
las formas que buscaban el giro de la sierpe.
Para ver que todo se ha ido
dame tu mudo hueco, ¡amor mío!
Nostalgia de academia y cielo triste.
¡Para ver que todo se ha ido!
Dentro de ti, amor mío, por tu carne,
¡qué silencio de trenes bocarriba!
¡cuánto brazo de momia florecido!
¡qué cielo sin salida, amor, qué cielo!
Es la piedra en el agua y es la voz en la brisa
bordes de amor que escapan de su tronco sangrante.
Basta tocar el pulso de nuestro amor presente
para que broten flores sobre los otros niños.
Para ver que todo se ha ido.
Para ver los huecos de nubes y ríos.
Dame tus manos de laurel, amor.
¡Para ver que todo se ha ido!
Ruedan los huecos puros, por mí, por ti, en el alba
conservando las huellas de las ramas de sangre
y algún perfil de yeso tranquilo que dibuja
instantáneo dolor de luna apuntillada.
Mira formas concretas que buscan su vacío.
Perros equivocados y manzanas mordidas.
Mira el ansia, la angustia de un triste mundo fósil
que no encuentra el acento de su primer sollozo.
Cuando busco en la cama los rumores del hilo
has venido, amor mío, a cubrir mi tejado.
El hueco de una hormiga puede llenar el aire,
pero tú vas gimiendo sin norte por mis ojos.
No, por mis ojos no, que ahora me enseñas
cuatro ríos ceñidos en tu brazo,
en la dura barraca donde la luna prisionera
devora a un marinero delante de los niños.
Para ver que todo se ha ido
¡amor inexpugnable, amor huido!
No, no me des tu hueco,
¡que ya va por el aire el mío!
¡Ay de ti, ay de mí, de la brisa!
Para ver que todo se ha ido.
Lo último que me toca ha sido Middlesex y El carnero carnívoro
Espero que me perdonéis