Todavía cuesta encontrar la respuesta a cómo este programa tan aburrido dirigido por la «subeaudiencias» Carolina Ferre ha conseguido emitirse durante más de un mes. Ni metiéndonoslo por los ojos al puro estilo GH por medio de otros programas (Ana Rosa, debates los domingos por la noche, ‘A tu lado’, etc) Telecinco ha logrado los óptimos resultados de otros países. No es de extrañar que hayan tenido que adelantar la final (¿cómo puede ser que de 12 participantes salga una final con 7 de ellos?, ¡qué cutrerío!) y quitarse de encima este plomazo de programa: participantes que no dan ningún tipo de juego (exceptuando a Bárbara y un poco a Bienve), familiares que ni fu ni fa en los platós, presentadora gafe y unos resúmenes «estupendos» en la sobremesa ideales para echarse una siesta maja. Y que conste que le he dado más de una y dos (pero no tres) oportunidades al programa. Esperando al próximo reality de Telecinco que me huele a selva y a Jesús Vázquez, adiós «cocinilla» y buena suerte en los próximos países.
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