Patrick Wolf ha sido una de las revelaciones más destacadas de los últimos años. Heredero del sonido ‘Homogenic’, ha ido publicando los discos emocionales y directos a los que Björk renunció para dar lugar a otros proyectos más cerebrales. Debutó siendo un moco, aún sigue siendo súper joven (tiene 23 años) y el mes que viene publicará tercer disco, que, muy a su pesar, porque realmente le revienta, se ha filtrado en Internet. ‘The magic position’ tiene una portada espantosa (ver después del salto), pero no decepciona.
‘Lycanthropy’ (2003): Tanto su nombre, Patrick Wolf; como el de su disco, ‘Lycanthropy’, daban buenas pistas sobre su proyecto. Nacido en Irlanda, aunque residente en Londres, Patrick compuso este álbum entre los 11 y los 18 años. ‘Lycanthropy’ es un disco con un gran componente infantil, en el que las letras parecen cuentos, y la música, tan pasional, folk y tan de fábula, nos lleva por los caminos turbulentos y traumáticos del descubrimiento del mundo. Un mundo casi siempre lleno de desesperanza y tragedia (‘The childcatcher’ parece hablar sobre la pederastia), que, no obstante, convierte al personaje en un verdadero paradigma de la ternura. Imprescindibles ‘Bloodbeat’ y ‘To the lighthouse’. 8.
‘Wind in the wires’ (2005): Molesto por las críticas que le tachan de «pueril», Patrick intenta publicar un disco más maduro. Por suerte, sin conseguirlo. Cada vez más metido en el mundo de las tendencias (su novia le diseña los discos, customiza su propia ropa y revistas como GQ le colocan en su lista de personajes mejor vestidos), decide publicar como primer single ‘The Libertine’, inspirado en los Libertines, pero no por su música sino por «lo contradictorio entre su nombre y el hecho de que estén siempre en la cárcel». Tanto el single como el resto del disco vuelven a mezclar electrónica e instrumentos sinfónicos (él es violinista), y lo mejor que puede decirse de él es que, cada 3 pistas aparece al menos un temazo: ‘The Libertine’, ‘Wind in the wire’, ‘This weather’ o ‘Tristan’. 8.
‘The magic position’ (2007): Como Hidden Cameras, Patrick Wolf no cambia de fórmula en el-difícil-tercer-disco. Aunque insistiendo en más o menos lo mismo, sale mejor parado porque cuenta con un par de ases en la manga. Siempre es una buena noticia que los singles no sean lo mejor de un álbum, y ‘Accident & emergency’ y ‘Bluebells’, inquisidoras e intensas, tienen que vérselas con la festiva ‘The magic position’ o el dúo con Marianne Faithfull, ‘Magpie’. La misma ‘Overture’ del álbum, que es una canción normal, a diferencia de los muchos interludios que vendrán después, es pegajosa; ‘Get lost’ la inyección de bpm que encantará a los fans de Astrud y ‘The stars’ el perfecto pre-cierre, entre folkie e indietrónico. Si nadie le pide a Nick Cave o a Neil Hannon que cambien, ¿por qué habríamos de pedírselo a él? 8.