Aunque de lejos pudiera parecer otra cosa, esta serie que retrata la vida de Gominolas -un grupo infantil tipo Parchís, con mucho éxito en los ’80- en la actualidad (veinte años después), no es para todos los públicos. Muchos de sus chistes eran saliditos de tono y con una doble intención, más que complicada para niños de corta edad. En una de las primeras escenas se veía, por ejemplo, a Arturo Valls bajándose al pilón de una señora mayor, así que evidentemente, no es para niños.
La propuesta en sí es novedosa, la trama es interesante y atractiva pero la serie flojea por algunos lados. Empecemos por el tema voz en off, que ya está trilladísimo. Salvo honrosas excepciones (me refiero a la nunca suficientemente laureada ‘Tan muertos como yo’ y alguna que otra más), las voces en off sólo sirven para explicar lo que los guionistas no son capaces de hacer recurriendo a la historia en sí. Aquí podría parecer que es necesaria, sí, y no está mal, pero es irritante que paren cada dos por tres para dar paso a ella, que además es de una muerta, como en ‘Mujeres desesperadas’. Por otro lado, está el cuarteto protagonista. A Tejero no hay quien lo saque de su papel de portero, porque sigue hablando igual; a Arturo Valls no sé quién le ha dicho que es buen actor; a Kira Miró tres cuartos de lo mismo (está buenísima, pero sus dotes interpretativas son insufribles) y Gorka Lasaosa habla tan a trompicones que se hace difícil seguirle. Se libra totalmente de la quema Mariona Ribas (Noelia, la hermana de Benja), que está espléndida.
Toca ahora analizar el guión, que por lo visto viene de la mano de los creadores de ‘7 vidas’, que a mí era una serie que me apasionaba. Sin embargo, y pese a que ayer hubo chistes fantásticos que me arrancaron carcajadas, cuando acabó el capítulo me quedé un poco como a medias. No tenía la sensación de haber disfrutado de muchísimos momentos graciosos, pero sí de un par. Del mismo modo, también hubo un par de escenas totalmente prescindibles, de vergüenza ajena y estiradas hasta decir basta. Así que en eso se queda la serie de momento, en una especie de quiero y no puedo. Es posible que mejore en el futuro, pero ha de darse prisa, porque la tele engulle todo lo que la audiencia no acepta. Y Cuatro, la verdad, no está para jugársela, habida cuenta de los excelentes resultados que obtuvo la noche de ayer: se colocó como líder con un 17,1% de share, por encima de todas las cadenas, aunque probablemente esto se deba a 1) la novedad, 2) la bestial promoción y 3) que solo hubo un corte publicitario de 4 minutos casi al final del capítulo, lo que minimiza al 90% la posibilidad de fuga de espectadores. Ya veremos a ver qué pasa la semana que viene, que me temo lo peor.
Calificación: 5,7/10
Destacamos: La banda sonora, que dicen las malas lenguas que viene de la mano de Guille Milkyway… Anoche sonaron dos canciones de Nosoträsh, salieron varios carteles de ellas, uno de Elefant y otro par de La Habitación Roja. De no dar crédito.
Te gustará si te gusta: que los personajes de las series sean patéticos, las películas de Parchís y las canciones de Enrique y Ana. Si además en los ’80 eras un niño, seguro que te trae muchos recuerdos…
Predictor: Va a depender muchísimo de los datos de audiencia de la semana que viene, que yo creo que van a bajar considerablemente, aunque puede que me equivoque, claro.