Algo tendrá La Mala para reunir en el final de su gira en La Riviera a hip-hoperos, modernos, pijos, gays, andaluces y otras etiquetas absurdas. Fans de la música de todos los colores en un espectáculo nada hippie, todo lo contrario, bastante lleno de glamour.
María se presentó con un bonito y ceñido vestido morado, aunque luego optó por un look más nerd o choni menos afortunado (un poco rollo esperar a que se cambiara de ropa, por cierto). Una pantalla mostraba vídeos e imágenes de directo mientras dos raperos, dos coristas, dos gó-gós y un chico y una chica a las maquinitas la arropaban.
En los primeros quince minutos de concierto sonaron, atronadoras, ‘Tengo un trato’, ‘Te convierto’ o ‘La Niña’. En los últimos ‘Déjame entrá’ o ‘Yo marco el minuto’. En medio, entre otras, las 12 canciones restantes del excelente ‘Malamarismo‘, un álbum que bebe del R&B, del hip-hop y del flamenco. De las preciosas ‘Tiempo Pa Pensa’ o ‘Memorias del futuro’ a las agresivas ‘Miedo’ (que a La Mala uno de los negros la agarró del pelo, o sea que tienen hasta su teatrillo montado) o ‘Toca Toca’. Algunos de los temas, como ‘Jura y gana’, ‘Menos Tú’, ‘Caída libre’ o ‘Enfermo’, suenan dentro de un «medley». Otros, como ‘Por la noche’ o ‘Nanai’ suenan independientes y reciben grandes ovaciones. Reconozco todas. Eso es que estamos ante un gran disco de pop, para el que no se haya pispado todavía.
La Mala pide al público que se abrace y pase de la mala sangre, da las gracias a todos los que la apoyaron en Madrid cuando llegó porque “estaba mu loca” y hubo gente que la “cuidó mucho” y se mueve con más seguridad sobre el escenario. Definitivamente una superstar, mucho mejor que nunca. Y a seguir creciendo. 8,5.
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‘Malamarismo’
Presentación del disco en Pachá