Kylie : discografía

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Kylie : discografía

X1.jpg X (2007): La incógnita se soluciona. Y de qué manera. Mucho miedo me daba la ecuación (Kylie + Cáncer), ya que cuando una cantante pop se pone ñoña, la X resultante suele ser igual a aberración musical. Pero parece ser que a ella no. La enfermedad de la australiana, en lugar de inspirarle un trabajo de odas cursis a la vida, ha revitalizado sus ganas de hacernos bailar con un disco variado que, como una tarta de varias capas, puede degustarse escuchando el total de las canciones o bien, en el caso de que algún sabor-estilo te dé ganas de vomitar, puedes retirarlo con la cuchara y comer sólo lo que te gusta. Y es que esas son las ventajas de los álbumes tipo ‘X’: con tanta mezcla, es raro que algo no te atrape.

La verdad es que con su primer single, ‘Two Hearts’, la Minogue nos lo pone difícil. Sus ganas de epatar con un público indie de gustos británicos le han fallado, y la canción sólo ha sido número uno en países tradicionalmente poco Kyliescos como España. Quizás la culpa es de la expectativa que muchos tenían en un tema de resaca ‘Fever’ siempre agarrándose a eso de que cualquier tiempo pasado siempre fue mejor. Mala elección de lanzamiento, arriesgada, pero mala al fin y al cabo.

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Menos mal que el disco continúa con ‘Like A Drug’, que como su propio nombre indica, al principio puede dar reparo escuchar pero si lo haces corres el peligro de engancharte. ‘In My Arms’ es un interesante experimento electro que recuerda a la sintonía de la serie ‘Dragones y Mazmorras’. Pegadizo, aunque no tanto como ‘Speakerphone’, posiblemente la mejor canción del disco, un tema que los de gusto fácil odiarán pero que a los amantes de los retos dejará más que satisfechos. ‘Sensitized’ tenía mucho camino ganado gracias al gritito sacado del ‘Bonnie & Clyde’ de Gainsbourg, pero estoy seguro de que de ese material podría haberse sacado algo mejor. ‘Hearts Beat Rock’ es decente pero tiene el inconveniente de preceder a ‘The One’, uno de esos perfectos temas pop que, sin saber por qué, se instala en tu cabeza y no puedes dejar de tararear. Con el corte 8 llega la primera balada, camuflada, que como todas las de su raza, peca y acierta estrictamente en lo que tiene que pecar y acertar. Poco más. ‘All I See’ supone la cuota de R&B necesaria para que el público norteamericano le haga caso, pero no pasa de ser un tema mediano de las Destiny´s Child (siempre diciéndolo como un piropo y no como un insulto). Lo cierto es que queda bien seguida de ‘Stars’, aunque esta canción vuelve a tener el problema de estar colocada antes de un temazo, por lo que sólo quieres pasarla para llegar cuanto antes a ‘Wow’, a.k.a. ‘Love At First Sight 2’ (y con eso lo digo todo). Ya sólo quedan dos y la escucha se me ha hecho corta: ‘Nu-Di-Ty’, que es lo que Britney siempre quiso hacer y nunca pudo, y ‘Cosmic’, el perfecto cierre dramático de ‘X’ compuesto a partir de una lista de cosas que Kylie quería hacer antes de morir y que sólo es entendible así, al final.

Como curiosidad, decir que durante todo este tiempo se han estado filtrando canciones inéditas de la Minogue. Algunas como ‘Stars’ se han quedado en el disco y otras como ‘Fall For You’ deberían haberse incluido para elevar ‘X’ a la categoría de brillante. Un adjetivo que casi consigue con algunas de las bonustracks como ‘Rippin´ Up The Disco’, que se incluye en las diferentes ediciones internacionales. Una pena, ya que no tengo más remedio que bajar la nota a Kylie porque, como decían en el colegio, sé que puede dar más y que quizás no se ha esforzado lo suficiente. Por ser un poco vaga, y sobre todo por los malos tiempos que vive el mundo pop, se queda en notable. ¿No esta mal, verdad?

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Calificación: 8/10
Temas destacados: ‘Speakerphone’, ‘The One’, ‘Wow’.
Te gustará si: los revueltos de pipas y kikos que no tienen trozos de fruta seca.
Escúchalo en: MySpace

Kylie 11.jpgKylie (1988): Érase una vez una muchachita que hacía como que actuaba en un culebrón australiano. Un día, celebrando no se qué éxito deportivo, todo el reparto subió a cantar una vieja canción a un estadio. Se trataba de ‘The Locomotion’, y nuestra pequeña actriz lo hizo tan bien que unos avispados productores llamados Stock, Aitken y Waterman le ofrecieron grabarla como single para ver si la gente lo compraba. Y sí, lo hicieron, y estuvo siete semanas en el número uno, así que de esa proto Operación Triunfo salió el primer álbum de Kylie Minogue. Diez canciones y menos de cuarenta minutos de duración que contiene muchos más bombazos de los que parece. ‘I Should Be So Lucky’ abre el disco dejando a ‘The Locomotion’ en bragas, quedando éste último como un tema nostálgico de poca validez artística. ‘Je Ne Sais Pas Pourquoi’ tiene el honor de ser la primera de las muchas baladas Kylie, y sobre todo el prestigio de su nombre (y solo su nombre) por haber inspirado el nombre de esta página, aunque algunos lo negarán. ‘It´s No Secret’, ‘Got To Be Certain’ y ‘Turn It Into Love’ se ponen seguidos y gracias a sus producción ochentera se mantienen como frescos clásicos instantáneos veinte años después. Por supuesto, todo debut tiene errores, y en este disco se llaman ‘I Miss You’ y ‘I’ll Still Be Loving You’. Menos mal que ‘Look My Way’ remonta el vuelo de un trabajo que aterriza con ‘Love At First Sight’ (sic) Versión 1.0. En definitiva, un estreno demasiado malo para no poder ser superado en siguientes trabajos, pero demasiado bueno para no caer en el olvido. Sus más de la mitad posibles singles lo certifican. Porque a ver, ¿dónde estarán los Arctic Monkeys dentro de dos décadas?

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Calificación: 6/10
Temas destacados: ‘Turn It Into Love’, ‘Got To Be Certain’, ‘I Should Be So Lucky’.
Te gustará si: echas de menos Tocata y estabas enamorado de Kirk Cameron.
Escúchalo: Turn It Into Love, en un fanvideo.

Enjoy Yourself1.jpgEnjoy Yourself (1989): El éxito cuando llega hay que aprovecharlo, y antes de que se le pasara el efecto de la laca y se le empezara a mover el pelo había que explotar el producto Kylie. Apenas un año después de grabar su primer disco, los SAW volvieron a meter a la pequeña cantante en un estudio para lanzar un álbum que coincidiera con el inicio de su primer tour en UK. La verdad es que no se comieron mucho la cabeza y volvieron a utilizar la misma fórmula: ritmos ochenta para despedir la década que dieron hits indiscutibles como ‘Hand On Your Heart’, ‘Wouldn´t Change A Thing’ o ‘Never Too Late’. Para que no se notara, y como por aquel entonces las canciones lentas daban sensación de artista seria, incluyeron mediocres baladas como ‘Tell Tale Signs’, ‘My Secret Heart’ e incluso una versión de ‘Tears On My Pillow’, que era la canción principal de la BSO de ‘Los Delincuentes’, primera de las muchas desastrosas apariciones de Minogue en el cine. ‘Enjoy Yourself’, que da nombre al álbum, ya sonaba antigua entonces, y el resto que faltan por nombrar es que no se lo merecen. Lo cierto es que la cosa pintaba muy mal y Kylie sabía de sobra que o cambiaba pronto de estilo o se perdería, como las hombreras, en el limbo de los primeros años noventa. Claro, que no iba a ser tan fácil, y mucho menos después de que, a pesar de ser sensiblemente peor, el LP funcionara igual de bien que el primero.

Calificación: 5,5/10
Temas destacados: ‘Hand On Your Heart, ‘Never Too Late’.
Te gustará si: ‘Escuela Degrassi’ te parecía mejor que ‘Sensación de Vivir’.
Escúchalo: I Wouldn’t Change A Thing

ROL1.jpgRhythm Of Love (1990): Después de varios años siendo una vulgar Chabel a la que nadie dejaba convertirse en Barbie zorrón, Kylie estaba empezando a hartarse de ella misma. Al fin y al cabo, la muchacha tenía ya 22 años y necesitaba explotar la mujer que llevaba dentro. Como tantas otras veces, fue el amor el culpable de ello. Así que después de conocer y empezar a salir con Michael Hutchence, el malogrado líder de INXS que llegó a confesar que su hobbie preferido era «corromper a Kylie», la australiana tuvo claro que eso de ser una eterna adolescente con peinado siempre perfecto se había acabado para siempre. Ahora tocaba portarse mal. El problema es que tenía un contrato con Stock, Aitcken y Waterman por tres discos y debía cumplirlo. Lo hizo, pero a su manera, y con las hormonas revolucionadas se descubrió ante el mundo con ‘Better The Devil You Know’, aún hoy una de las canciones con la mejor intro, estrofa y estribillo de su historia. Con los ojos abiertos -y alguna bragueta bajada que otra- se quedó parte de su público habitual, que no supo encajar bien el cambio de la Minogue, por lo que decidieron pasar de comprar el disco. Así de cruel es el público. Ella, por su parte, descubrió encantada que valía le pena tener menos ventas a cambio de disfrutar de más libertad creativa, así que de la mano de ‘Step Back In Time’, ‘What Do I Have To Do’ y sobre todo, ‘Shocked’ se soltó la melena para tomar las riendas de una carrera con una visión de futuro mucho más adulta. Adiós, producto.

Calificación: 6,5/10
Temas destacados: ‘Better The Devil You Know’, ‘Shocked’, ‘Rhythm Of Love’.
Te gustará si: alguna vez te has escapado de casa, si has sido grunge pero ya no, tu hermana está gorda y se ha operado para parecerse a ti o has hecho algún striptease parcial mientras bailabas en una discoteca.
Escúchalo: ‘What Do I Have To Do’, con Dannii Minogue como estrella invitada

Lets get to1.jpgLet´s Get To It (1991): Mientras buscaba una discográfica en la que desarrollar su siguiente trabajo, los SAW convencieron a Kylie de que podía aprovechar el tiempo grabando un último álbum en el que la iban a dejar experimentar. Algo así como un ensayo general de su próxima función. Ella aceptó por eso de que podía salir como quisiera en la portada y, sobre todo, porque había escrito algunas canciones y pensó que estaría bien grabarlas. Lástima que se quedara simplemente en eso, un ensayo. En este disco la Minogue pecó de atrevida ya que, por más que lo intento, no consigo escucharlo entero sin aburrirme. Y es que aunque en su momento los críticos dijeron que no estaba mal (así de volátil es nuestra opinión), lo cierto es que tanta balada anodina y tanto protoeurodance noventero, lento y machacón, es capaz de cansar al más pintado. La cara buena es que en algunos clubs gays empezaron a adorarla gracias al chumba chumba de algunas remezclas salidas de esta olla, y como todos sabemos, para una estrella del pop, mientras haya público homosexual, hay esperanza.

Calificación: 4,5/10
Temas destacados: ‘Finner Feelings’, ‘Word Is Out’, ‘Baby’.
Te gustará si: te gusta mucho Kylie Minogue y sientes que te falta el aire si no están todos sus discos originales en tu estanteria.
Escúchalo: Finer Feelings

Kylie 21.jpgKylie Minogue (1994): No es falta de originalidad que utilizara su nombre completo para titular su nuevo disco. El comienzo de una nueva era implicaba rebautizarse como artista, así que incluir el apellido por primera vez en su discografía significaba su renacimiento. Y de hecho, lo fue. Nada más sonar las primeras notas de ‘Confide In Me’ uno se da cuenta de que algo distinto va a pasar, que el camino tomado es el correcto, y aunque como conjunto este cd no termine de funcionar por su excesiva linealidad, sí que se percibe un avance coherente hacia lo que es la música de verdad. Escuchar este disco ahora no nos dice mucho. De hecho, salvo el ya nombrado, la casi totalidad de los temas que lo forman ha envejecido mal. Pero como siempre digo, este es uno de esos LP que hay que valorar por lo que significan y no por lo que dan. Y si de algo sirvió este homónimo fue para que el sector más crítico de la música empezara a tomarse en serio el nombre de Kylie Minogue. Haber fichado para un sello independiente como Deconstruction fue el primer paso para conseguirlo. Que grupos como Saint Etienne o Pet Shop Boys escribieran temas para ella, el segundo. Y que Nick Cave se empeñara en cantar a dúo con ella ‘Where The Wild Roses Grow’, el definitivo. Desgraciadamente, en el producto final no se incluyeron muchas de estas canciones ya que la discográfica tenía miedo de pegarse un batacazo si se ponían radicalmente indies. La verdad es que se lo pegaron por hacer justamente lo contrario.

Calificación: 6/10
Temas destacados: ‘Falling’, ‘Put Yourself In My Place’, ‘Automatic Love’.
Te gustará si: recuerdas con cariño tu época siniestra, en la que pensabas que el mayor referente del movimiento era ‘Eduardo Manostijeras’.
Escúchalo: Confide In Me y Where The Wild Roses Grow

IP1.jpgImpossible Princess (1997): Si eres fan de Kylie, es importantísimo decir que este es tu disco favorito para hacerte el entendido. Si encima te gusta de verdad, ya eres la hostia. Y es que después de casi dos años viajando por el mundo con su novio del momento, el fotógrafo francés Stéphane Sednaoui, a la Kylie se le metió en la cabeza que había sacado suficientes discos como para que la dejaran hacer lo que le diera la real gana. Lo más curioso es que Deconstruction dijo que adelante. Así que aconsejada por los gustos musicales de su francesito y guiada por la influencia de cantantes que sonaban fuerte por aquel entonces, como Björk, se gestó el nacimiento de ‘Impossible Princess’, una rara avis dentro de esta discografía por ser el primero, y puede que el último, álbum en el que la Minogue tuvo total libertad creativa. De inclinación mucho más rockera por su claro predominio de guitarras, en este disco se nota la mano de colaboradores como los Manic Street Preachers, autores de su primer single, ‘Some Kind Of Bliss’, a mi gusto, la canción más flojera de todas las que tiene este ‘Impossible Princess’. Como todo lo bueno, la propuesta no fue entendida en su tiempo, y las malas críticas de medios como NME, que calificaron a Kylie de impostora por intentar ir de algo que no era, se tradujeron en el mayor fracaso comercial de la cantante hasta el momento. Peor para ellos, que por no comprarse la edición original con portada en tres dimensiones, ahora que está bien visto, tienen que pagar burradas para conseguirla o tirar de las reediciones de los últimos años. Y es que este es el más claro ejemplo del clásico disco-vino: recién exprimido parece mosto, pero cuanto más tiempo pasa en la barrica, mejor paladar tiene. Hay que atreverse, coño.

Calificación: 8,5/10
Temas destacados: ‘Breathe’, ‘Too Far’, ‘Dreams’.
Te gustará si: eres guay. Si quieres hacértelo, también.
Escúchalo: Limbo

Ligth Years1.jpgLigth Years (2000): Coquetear con la música indie está muy bien, pero después de tantos años la Kylie necesitaba petardear para despedir el siglo como sólo ella sabe hacer. Así que aconsejada por su gay husband y estilista Will Baker, se puso manos a la obra para dar a luz el disco más fantásticamente marica creado por una australiana. ‘Spinning Around’ fue el single de presentación con el que gracias a una forzada inspiración disco, y sobre todo, a unos diminutos pantalones dorados lucidos en el videoclip, alcanzó su primer número uno en años en bastante países. Le seguirían otros tantos como ‘Kids’ a dúo con Robbie Williams (que por cierto escribió bastantes canciones en este álbum), ‘On A Night Like This’ o ‘Your Disco Needs You’, un himno desconocido para la mayoría de los mortales en el que Kylie se atrevió a cantar unas frases en japonés, francés, alemán y, mira que mona, en español («Nunca estás sola, sabes lo que tienes que hacer, no falles a tu pueblo, tu discoteca te necesita»). Sin ruborizarme puedo afirmar que de las 15 canciones incluidas en ‘Ligth Years’ el 80% eran susceptibles de ser grandes singles. Así que todavía me pregunto por qué uno de los que escogió fue ese engendro latino llamado ‘Please Stay’ en lugar de otros mejores como ‘Butterfly’. Lo importante es que este disco devolvió a la Minogue que más nos gusta a su estado natural: el pop puro y duro. Normal que se lo agradeciéramos comprándolo como bestias. Claro, que sociológicamente hablando, puede ser que asustados por la posible catástrofe provocada por el ‘efecto 2000’ la gente necesitara bailar y reírse sin más pretensión que la de gozar del placer por el placer. Pero entonces, como no pasó nada y el mundo no acabó, ¿por qué seguimos escuchándolo? ¿Será que es bueno de verdad?

Calificación: 8/10
Temas destacados: ‘Spinning Around’, ‘Butterfly’, ‘On A Night Like This’.
Te gustará si: todas las fiestas son tu fiesta.
Escúchalo: Kids y Your Disco Needs You

Fever1.jpgFever (2001): Y estábamos todos en nuestra casita tan a gustito viendo la vida pasar cuando un La La La, que no era el de Massiel, llegó a nuestros oídos. Al principio como que lo dejabas pasar sin prestarle a penas atención. Pero picándote el gusanillo investigaste quién estaba detrás de la cancioncita y descubriste vestida con una especie de mono blanco hecho jirones a una tal Kylie Minogue. «¿Pero ésta no era una que cantaba en los 80?», se preguntó la mayoría. Con razón, puesto que en España, desde la era ‘Locomotion’, sólo unos pocos se acordaban del nombre de Kylie: los indies y rockeros la veían antigua, los homosexuales tenían suficiente por aquel entonces con llevar el sombrero vaquero de la Madonna de ‘Music’, y los demás posibles compradores tenían el gusto demasiado marcado por años de contaminación pachanguera. Sea como sea, el caso es que algo tenía el ‘Can´t Get You Out Of My Head’ para gustarnos a todos lo suficiente como para hacernos con el disco. Y mire usted por donde, nos venía con sorpresa. Porque se pueden discutir muchas teorías, se puede estar en contra de todo lo que los demás dicen, pero si hay una verdad incontestable es que ‘Fever’ es la hostia. Es mucho más que ‘In Your Eyes’, ‘Love At First Sight’ o ‘Come Into My World’, mucho más que una coreografía robotizada o que una tía buena vestida para ponerla dura. ‘Fever’ es simplemente un disco perfecto. Y si alguien me lo niega, me enfadaré y aguantaré la respiración hasta que me ponga morado y me muera. O mejor, hazlo tú que eres el que tiene el gusto atrofiado.

Calificación: 10/10
Temas destacados: ‘More More More’, ‘Love At First Sight’, ‘Love Affair’.
Te gustará si: Que no, que no hay supuestos. Te gustará y punto.
Escúchalo: Come Into My World Can´t Get Blue Monday Of My Head

Body Language1.jpg Body Language (2003): Si hoy se publicara este disco, seguramente todo habría sido distinto. Porque para una vez que la pobre Kylie se adelanta a la moda, acierta, y encima se lo reconoce la crítica, van los fans y dicen que menuda mierda pinchada en un palo. Es el problema de haber tenido un éxito como ‘Fever’: si a los perros les cambias el estímulo van a dejar de salivar y te pueden morder enfadados por el hambre. Y vale que aquí nadie ha pegado un mordisco, pero con ganas se quedaría más de uno al escuchar por primera vez ‘Slow’, radicalmente diferente al delirio ochentero mostrado en sus canciones anteriores. La mejor metáfora del disco es el pelo que lucía en la portada: donde estén unas buenas mechas, que se quiten las raíces negras. Peliteñidas caca. Encima, por si fuera poco, el resto del disco no era distinto a lo que mostraba su single principal, y la mezcla de house ochentero con R&B mostrado en ‘Secret (I´ll Take You Home)’, ‘I Feel For You’ o ‘Promises’ no terminó de cuajar como debía. Un descalabro comercial que no se pudo remontar ni siquiera con ‘Red Blooded Woman’, un tema que de haber estado cantado por Beyoncé, ahora estaría sonando sin parar en Kiss FM. De todas formas, sigo creyendo que el disco era demasiado moderno para el día que se publicó, pero como no se puede volver atrás en el tiempo, habrá que conformarse con imaginarlo.

Calificación: 6,8/10
Temas destacados: ‘Secret’, ‘Reed Blooded Woman’, ‘Slow’.
Te gustará si: seguías jugando al Super Mario Bros en la Nintendo 8 bits a pesar de que había salido la PlayStation.
Escúchalo: Slow

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