Fans de Amy, hay dos cosas que podéis regalar estos Reyes: la edición especial de ‘Back To Black’ que incluye ‘Addicted’ en el CD1 y ‘Valerie’ y ‘Monkey Man’ entre otras en el CD2; y un DVD, ‘I Told You I Was Trouble’, con un concierto en Londres y un documental sobre la vida de Amy.
Comencemos por la música. Circula por Internet un concierto de Amy en Amsterdam al que he estado y sigo estando enganchado. Las versiones de ‘Me & Mr Jones’ o ‘Valerie’ son bastante diferentes y es una gozada comprobar lo bien que canta en vivo temazos como ‘Back To Black’ o ‘I’m No Good’. La conclusión que saco después de ver este DVD es que Amy es más agradable de escuchar que de ver. En este show en el Shepherds Bush Empire también canta fenomenal y eso se supone que es lo importante, pero a veces es una pena verla completamente ida, más balbuceando ideas ininteligibles que presentando las canciones o tan pendiente de un mini de ¿vino? como de otro con ¿ginebra con limón?
No es una tortura y este DVD promocional no la muestra en su peor momento sobre los escenarios, pero es sólo un notable en una mujer sobresaliente. Con todo, aparte del excelente repertorio (suena el gran segundo álbum al completo con sólo un par de concesiones al primero y un par de versiones) y de que su voz está en bastante buena forma, es una gozada escuchar sus ácidos comentarios. Por ejemplo, ‘Some Unholy War’ es presentada como la primera canción creada para el álbum. “Me llevó un año terminarla. Y no es tan buena, ¿verdad? Con tanto tiempo empleado podría haber hecho una sinfonía”. Antes de los bises también la vemos bromear: “Esta es la última canción”. “Nooooo”. “¿Qué pasa? ¿Es que nunca habéis ido a un concierto?”. Menos acogida tiene la explicación de dónde terminó su diente pero más morbo ver a su marido bailando y a su padre sonriendo en todo momento, desde palcos separados, por supuesto.
En el documental precisamente su padre, taxista, ocupa parte del protagonismo. Nos cuenta lo orgulloso que se sintió cuando comenzó a ver los carteles de ‘Frank’ colgados por Londres. “Le contaba a todos los clientes que esa era mi hija”. Ya, claro, no lo hace. Es increíble que en un documental sobre la vida de Amy no aparezcan, ni de pasada, las drogas. Y el alcohol en forma de: “Yo no soy alcohólica, es que estaba deprimida”, como si tal cosa. Pero hay una serie de escenas que no tienen desperdicio: ver a Amy lanzando objetos contra un cartel de Dido, interpretando algunos de sus hits en acústico, recordar su primer unplugged para los ejecutivos de Universal (¡qué guapa y qué entera estaba!) o descubrir que no es negra, sino blanca, que no es que sea un dato esencial, pero no deja de ser un dato. En conjunto, un DVD ¿sacapastas? Sí. ¿Incompleto? También, pero definitivamente necesario para acercarnos a una de las grandes personalidades musicales del momento.