Qué bien. Los de «Portishead mejor que no vuelvan ya» se pueden comer sus palabras con patatas. O perderse a una de las mejores bandas del mundo en directo. Lo que prefieran. Portishead presentan estos días ‘Third‘ por toda Europa y a pesar de que tienen varias fechas en Portugal o Italia (el popurrí del vídeo es italiano) no pasan por España. A cambio, harán dos shows en el Primavera Sound en un par de meses.
Esta noche he tenido la suerte de verles en el Columbiahalle de Berlín y sólo puedo aconsejar que no os lo perdáis. Creo que nunca había tenido los pelos de punta en un concierto durante tantos temas seguidos. El comienzo, con ‘Silence’ y ‘Hunter’, hacía presagiar que se iban a atrever a tocar ‘Third’ entero y en orden, dejando quizá para el bis algún hit. Pero no, aunque tampoco habría importado. Cuando ‘Mysterons’ irrumpe en tercer lugar y desde su primer acorde recibe una ovación te das cuenta de que alternarán clásicos con nuevas y de que por primera vez oirás en vivo algunas de tus canciones favoritas de la historia. Esas que llevas 10 años queriendo escuchar en un concierto.
‘Glory Box’, ‘Sour Times’, ‘Over’ o ‘Cowboys’, que cierra la primera parte del show, son algunos de los momentos más intensos del setlist. Las ausencias más destacadas quizá sean ‘All Mine’ y ‘Half Day Closing’, aparte de alguna personal favorita como ‘Undenied’ o ‘Mourning Air’. ‘Numb’, en mi opinión, se la podían guardar. Pero da igual. Es una pasada lo bien que suenan, lo bien que tocan, lo bien que canta Beth, lo que acompañan las proyecciones (montajes sobre sus escenas de directo o paranoias tipo niños columpiándose), lo que aguantan el peso de los años sus scratches y lo poco que desentonan las nuevas canciones junto a las viejas. Si bien se echó de menos un poco de fuerza en los teclados finales de ‘The Rip’, los sintetizadores de ‘Machine Gun‘ dejan sin habla al público, y ‘Magic Doors’ suena como los mejores Portishead, los de toda la vida. Lástima que no se animaran con ‘Deep Water’.
Mención aparte merece la versión acústica de ‘Wandering Star’, en cuyo final Beth canta con su voz lo que en el disco oíamos en los teclados. Y por supuesto ‘Roads’ como bis, mi canción favorita, así en general. Gritos de ovación casi desgarrados, móviles y cámaras arriba… Todo el mundo quiere guardar un recuerdo de su interpretación en vivo. Aunque nada pueda hacerte revivir la emoción de escuchar sus primeras notas o su clímax en directo. Tras ‘Roads’ cierra el concierto ‘We Carry On’ y de nuevo, funciona. Beth se baja del escenario para tocar unas manos, como siempre, recoges tu abrigo, te vas a casa, te pones sus discos y sonríes. Ha valido la pena la espera. Portishead, gracias por volver. 9,9*
*Sería un 10 si a Beth no le hubiera dado la risa en ‘Only You’.