Desgraciadamente, «el hermano de Thom Yorke» (debe ser horrible tener parentesco con alguien tan conocido y con tanto talento de por medio) nunca ha alcanzado verdaderamente ni la fama, ni muchísimo menos el reconocimiento comercial que esperaba con su anterior banda, Unbelievable Truth. Así que, después de -imaginamos- aburrirse del proyecto, se ha lanzado a publicar ‘Simple’, su primer álbum como solista.
Yorke (Andy) suena bien. Prescinde bastante del falsete con el que su hermano se ha hecho famoso y la verdad es que su debut merece un poco de atención. No es la revolución de la música, pero las melodías cobran muchísima importancia, aunque no tanta como la parte vocal, en la que Andy se centra y hace parte fundamental de su trabajo en solitario.
‘Simple’ no es un disco malo, tampoco es la repanocha, pero si hay algo que es seguro es que el pobrecito ha errado su tiro con la fecha de publicación. En pleno verano y con 40 grados a la sombra, lo que menos apetece es pararse a escuchar un disco cuyo grueso es puramente melancólico y triste. Es por esto que, si en lugar del 14 de julio, este señor hubiese puesto ‘Simple’ a la venta en pleno otoño, otro gallo nos cantaría. Y es que para todo, incluso para la música, las estaciones son importantes.
Calificación: 6,5/10
Temas destacados: ‘Simple’, ‘One in a million’, ‘Lay down’
Te gustará si te gustan: los solistas de abrirse las venas (Mat Elliott, Elvis Perkins, Damien Rice) y los Coldplay más melancólicos.
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