Anoche se celebró en la Sala Heineken el 7º Low Club On Stage, cuyos cabezas de cartel eran Dragonette. Todos monísimos aunque la cantante, que salió con peinado y vestimenta un tanto hombrunal, quizá esté algo delgada de más. El grupo trató de entregarse al máximo y sufrió por los acoples y la falta de nitidez de sonido con los que tuvieron que lidiar a lo largo del concierto. Lo peor es que casi no se oía a Martina, que de hecho aprendió de un fan de la primera fila cómo decir «problemas técnicos» en castellano e incorporó el sintagma «problemas técnicos» a una de las canciones de su show. No faltaron ‘Take It Like A Man’ o ‘Competition’, aunque la pista que dejaron para el final fue por supuesto su mayor hit, ‘I Get Around’, que sí lograron que sonara algo más contundente. Es una pena que por las deficiencias de sonido no arrasaran como sí lograron en el Summercase de hace un par de años, de donde salimos dando botes, pero son tan monos que seguiremos vigilándoles de cerca.
Antes de ellos actuaron No Aloha, Half Foot Outside y El Columpio Asesino, probablemente estos últimos con más público que nadie, suponemos que por el horario (Dragonette empezaron a las 0.20). Con lo que parecen a veces samples de B-52’s o incluso ‘Grease’, aunque puede que no lo sean, El Columpio Asesino basa los puntos álgidos de su show en canciones que van de menos intensidad a más y en «yeah-yeah-yeahs», con guiños al punk-funk y a la música progresiva, o algo así. En uno de los temas apareció David Kano, acompañando a los teclados a la chica de las lentejuelas, que de lejos recordaba a Eva Amaral, y declarándose fan de la banda. Fue una sorpresa que consiguió agilizar un repertorio, en absoluto aburrido, pero sí carente de hits.
Para ver fotos de todos los conciertos, os recomendamos visitar el perfil en Flickr de Ricardo Pizana.