¡Ay, Prodigy…! ¡Los noventas! Aquellos bares de mala muerte poniendo ‘The Fat Of The Land’ entero y en bucle… ¡qué tiempos! Desde este triunfo total en el underground de todo el mundo, la banda sólo llegó a publicar un disco en 2004. Y lo de «banda» es un decir, porque si pensamos en los 3, Liam, Keith y Maxim, este ‘Invaders Must Die’ que publican esta semana, es el primer disco del grupo al conjunto desde 1997. En el anterior, ‘Outnumbered nosequé nosecuántos’, sólo firmaba Liam.
El caso es que si piensas que este lanzamiento sólo interesa a cuatro pringados, te equivocas. El disco está siendo un exitazo en Reino Unido.
Hoy en día, que los grupos ganan dinero sobre todo en los directos, The Prodigy han decidido hacer un álbum totalmente funcional, de cara a sus directos. Todo ‘Invaders Must Die’, enterito, o al menos hasta la última pista, que es un pelín más «easy-listening», es una representación clara de lo que son sus conciertos: techno, trance y punk sin guitarras con un sonido sucio y unas voces más sucias todavía. En medio, subidones, sirenas, samples de frases sueltas… Escucharlo es imaginarte en uno de sus shows.
Si quieres los nombres de las canciones que mejor les han quedado aparte del single y el tema central que regalaron, esas son sin duda ‘Take Me To The Hospital’, ‘Colours’, con su sucesión de sonidos paranoide en forma de colorines, y ‘Warriors Dance’. Pero ya todo el mundo se puede hacer una idea de lo que han hecho si decimos que es más de lo mismo sin quedar ni muy bien ni muy mal. ¿Deberían haberse renovado? Quizá no… No han salido tantos grupos que suenen como ellos.
Calificación: 6/10
Temas destacados: ‘Invaders Must Die’, ‘Take Me To The Hospital’, ‘Omen’ y ‘Omen reprise’
Te gustará si todavía: te pones los discos de los 90 de Prodigy. Si no los conoces igual hasta ya te suenan viejunos.
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