Templeton han hecho uno de los debuts de la temporada, ‘Exposición universal‘, en el que se alternan tres superhits indiscutibles (‘Las casas de verano e invierno’, ‘La rana’, ‘Brasil’), con otras canciones más lentas y menos inmediatas. Hablamos con Álvaro Martínez (cantante y autor de las ilustraciones del disco), Javi Carrasco (bajos, teclado) y Santi Castillo (guitarrista y realizador del videoclip) sobre este lanzamiento. Como Fangoria, disfrutan el juego de darse y quitarse la razón constantemente a lo largo de la entrevista. Templeton tocan hoy 26 de marzo en Valencia, el 27 de marzo en Orihuela, el 28 en Jaén, el 3 de abril en Badajoz, el 4 en Alcalá de Henares y el 29 de abril en Madrid. Para más detalles visita su MySpace.
Los coros de vuestro disco nos parecen de lo más reseñable, sobre todo en canciones como ‘La Rana’. ¿Os parece que marcan la diferencia con respecto a otros grupos de pop-rock similares?
Álvaro: Es un aspecto que cuidamos mucho, no sé si marcan la diferencia porque grupos con coros hay a millares, pero yo diría que le dan un plus a nuestra música. Para el próximo disco tengo el empeño personal de que hagamos una cancion «doo wap», ¡y no es broma!
Javi: Gracias por el piropo, es una cosa que en el disco nos precupamos de cuidar mucho. Lo de la canción «doo wap» ya lo discutiremos en casa, bonito.
Santi: Teniendo seis gargantas en el grupo sería triste y aburrido desperdiciarlas. (¡A descontextualizar se ha dicho! jajaja)
¿Qué creéis que os diferencia del típico grupo de pop-rock de 5 chicos tocando?
Álvaro: Que somos 6.
Santi: Cuando yo pienso en el «típico grupo de pop-rock de 5 o 6 chicos tocando» me vienen a la cabeza desde Wilco hasta Los Inhumanos. La diferencia está en el fondo, no en la forma.
¿Qué grupos inspiran vuestros juegos vocales? ¿Os gustan Los Brincos?
Álvaro: Sí, nos gustan, pero no creo que sean un grupo de cabecera. Armonías vocales hacen desde los Beach Boys hasta Low, y podría decir que el trabajo de esas bandas en esas cuestiones se asemeja más al ideal de coros que buscamos.
Javi: Está claro que los 60 son una inagotable fuente de inspiración, y los coros que mencionas son uno de los elementos de aquella época que más nos llama la atención. Y Los Brincos molan que te pasas, por cierto. Hace poco volví a escuchar el ‘Mundo Demonio Carne’ y aún me fascina que hicieran un disco así de atrevido para la época y para quienes eran.
Santi: ‘Con un sorbito de champagne’, ‘Lola’, ‘Mejor’, ‘Anduriña’, ‘Flamenco’… son algunas de las mejores canciones que he escuchado en mi vida a un grupo español. Es imposible olvidarlas. Y sí, nos encantaría llegar a ese nivel en las armonías vocales.
La batería también parece especialmente cuidada, sobre todo en ‘Brasil’, incitando al desfase. ¿Habéis trabajado especialmente cada uno de los instrumentos por separado o habéis tocado las canciones en directo todos a la vez?
Álvaro: En Templeton, cada santo aguanta su vela y todos le rezamos al mismo Dios. Tocamos siempre juntos. En los descansos o en casita cada uno se trabaja su parte pero donde se da el callo es en la puesta en común. En el caso de ‘Brasil’ sí que hubo un tratamiento preliminar, buscamos darle al ritmo un aire de desfile de majorettes, con los 6 enseñando las velludas piernas. Si hacemos vídeo de esta canción, probablemente consista en eso.
Javi: Yo creo que fue con ‘Brasil’ donde nos empezamos a crear un grupo que funcionaba como tal: Santi trajo la base de la canción, entre todos sacamos el estribillo, la coda erótico-festiva; y aún recuerdo con mucha emoción darle el último repaso a la letra a seis manos con Álvaro y con Santi justo antes de entrar a grabarla. De hecho, cinco minutos antes. Lo de grabar en directo yo es que no lo veo. Mola mucho tocar en directo, pero el ambiente de estudio es el ambiente de estudio… Ir añadiendo, quitando capas, arreglando, etc. Y no somos precisamente buenos como para permitirnos grabar en directo, me temo.
Llama la atención el número de canciones slowcore del disco. Citáis a Low. ¿Seguiréis incluyendo canciones de este estilo en futuros discos?
Álvaro: Es bastante posible, pero en igual medida a que hagamos una polka o un «vallenato indie». A día de hoy no queremos cerrarnos a nada.
Javi: Tal y como están las cosas no creo que bajemos las revoluciones demasiado. ¡Si cada vez que tenemos que tocar las lentas se os llevan los demonios!
Santi: La prensa suele utilizar el término slowcore muy a menudo, pero tan solo es uno de los estilos que asoma ligeramente la cabeza por este disco. Hay muchos más por ahí escondidos, como en una lámina de Wally. En cualquiera de los casos, en esos pasajes, por nuestra mente circula más la idea de lo oscuro y psicodélico que el «slowcore».
¿Creéis que el disco puede decepcionar a gente que os conozca por temas más energéticos como ‘Brasil’, ‘La rana’ o ‘Las casas…’?
Álvaro: Quizás les descoloque, pero queremos pensar que las canciones menos «radiables», por decirlo de algún modo, te tocan de otra manera. ¿Y lo que mola, en una tercera o cuarta escucha, descubrir una canción?
Santi: A mí, personalmente, me alegra de manera especial cuando alguien nos felicita por uno de los temas que no son los más «pegadizos». Me hace pensar que la gente ha escuchado el disco en profundidad y que han conectado con nosotros con mayor intensidad.
Javi: Como mucho decepcionará a aquellos que busquen tan solo una cosa, pero espero que satisfaga a aquellos que exigen a un autor algo más que un solo registro. También puede pasar a la inversa: hay mucha gente que las canciones «enérgicas y radiables» le pueden generar un cierto rechazo y se lleve una sorpresa con aquellas que transmiten cierta paz, tristeza o recogimiento.
¿Por qué decidisteis comenzar el disco con un tema que sólo dice un par de frases y además ese par de frases…?
Álvaro: Porque, musicalmente, nos parece que abre muy bien el disco, empieza suave y acaba intensa, como deben ser los preliminares. La letra es escueta porque no había mucho más que decir al respecto de ese tema. Creo que la brevedad la hace especial, o al menos sorprendente, y transmite correctamente el mensaje.
Santi: A mí me parece la mejor letra del disco, ya no tanto por el qué sino por el cómo.
‘Marcha nupcial’ está en inglés. ¿Es una de las canciones más viejas o de las más nuevas? Es decir, ¿en el futuro habrá más canciones en inglés o esa etapa ya es agua pasada?
Álvaro: Es la más vieja de hecho, un residuo de lo que fuimos. No creo que volvamos nunca al inglés, quizás para alguna versión como mucho.
¿Qué ha aportado Brian Hunt a Templeton?
Álvaro: En su día, al entrar al grupo más tarde que los demás, aportó una visión externa de las canciones y provocó que se empezara a meter tijeretazo a diestro y siniestro, cosa que fue muy positiva. A día de hoy es el único que sabe hacer caber todos los cacharros en la furgoneta, el único que hace triples adelantamientos a 120 km/h por ciudad y un guitarrista magnífico e imaginativo, para mi gusto. Y es un gigolas.
Javi: Macarrismo. Al principio no paraba de hacer solos y punteos por todos lados. Bueno, y ahí sigue, la verdad. Es una maravilla tenerle pared con pared, excepto cuando se pone a mezclar baterías un domingo a las 9 de la mañana.
Santi: Aparte de su experiencia y su talento, el placer de poder contar con otro amigo-hermano-compañero de piso en la banda.
¿Con cuál de sus trabajos paralelos os quedáis?
Álvaro: Pregunta cabrona, pardiez. Habiendo escuchado el disco que va a sacar como Brian Hunt, no me cabe duda de que va a ser muy bien acogido. Es precioso, intenso y muy natural. Con Half Foot me lo paso como un indio y me parece que ‘The ABC of Love’ es una de las mejores canciones que se han hecho en España en los ultimos 10 años, o más. Kidsgofree era un grupazo también, aunque, por desgracia, pasó a mejor vida. Con ambas bandas hemos vivido muchas cosas y muy buenas. Me salí por la tangente, lo sé.
Santi: Yo siempre he sido muy fan de Half Foot Outside. Es uno de esos grupos que, cuando los ves tocar, te apetecería coger un tambor, subir al escenario, y ponerte a aporrearlo junto a ellos. Derrochan energía y saber hacer. Por otra parte, tengo toda mi fe depositada en el proyecto en solitario que ahora comienza Brian. Y de los Kidsgofree, qué decir, eran y siguen siendo unos tíos fantásticos. Su música era demasiado enrevesada para mí, pero jamás dejaré de admirar su tesón a la hora de tirar para delante con un proyecto tan sesudo y particular.
La edición del CD tiene una textura extraña. ¿Es papel? ¿Cómo la escogisteis? ¿Era un capricho o seguisteis la premisa de lo «bueno, bonito, barato»?
Álvaro: De bueno, bonito y barato nada, que sale por una pasta el papel en cuestión. Es, si no recuerdo mal, un papel verjurado de 350 miligramos. Está pensado para que la gente no pueda pintarse lorenzas encima, que hay mucho drogata suelto.
Javi: En una entrevista que dimos para Radio Libertad (propiedad de Rumasa) la encantadora locutora, una señora mayor, no hacía más que alabar la textura del disco… ¡¡porque no se resbalaba como los otros!! Templeton piensa también en la tercera edad.
¿Preferís a Lori Meyers o a Cuchillo?
Álvaro: A día de hoy, yo prefiero a Cuchillo. Los demás no se…
Javi: Yo me quedo con Lori Meyers, por el factor emocional. Y porque hacen unas armonías que te cagas. Y por la insana envidia que me provoca saber que son unos pipiolos. ¿En qué hemos malgastado nuestra juventud?
Santi: Yo, al igual que Álvaro, pienso que hoy por hoy la propuesta de Cuchillo resulta más atractiva. Sin embargo, Lori Meyers, cuando se ponen, hacen temazos como catedrales. Su primer disco, que destrocé a base de reproducciones, me trae recuerdos divertidísimos de mi época de estudiante en Salamanca. Además, creo que ambos grupos beben de influencias bastante similares aunque el resultado sea diferente, por eso podría meterlos en el mismo cajón y quedarme con los dos.
Casi todas las letras hablan de amor, ¿qué importancia les dais (al amor y a las letras)?
Álvaro: A las letras, bastante, nos gusta ese punto coloquial que habla de cosas más complejas y trabajamos para intentar lograrlo… aunque a veces en la espontaneidad hemos encontrado un camino. Al amor, a recibirlo y darlo, le damos una importancia suprema. Pero, como diría el doctor Hibbert: «¿Te refieres al amor entre un hombre y una mujer o al amor entre un hombre y un buen puro habano?»
Javi: Más que de amor, yo creo que las letras hablan de la falta del mismo. Siempre es mucho más fácil quejarte de tu falta de amor bajo una tormenta nocturna que decir lo bien a gusto que estás con tu señora tapado con una mantita. Que se está, por cierto. Importancia al amor, solo cuando falta. A las letras, total, aunque en directo rara vez se entiendan. De hecho hubo canciones que no supimos qué decían hasta que las grabamos.
Santi: Yo, por mi parte, le doy mucha más importancia al amor cuando lo tengo que cuando no. Prefiero celebrarlo a llorarlo. Y en eso ando, buscando algo que celebrar y algo que componer.
El vídeo os ha quedado un poco friqui, ¿fue cosa vuestra o del director?
Álvaro: Hombre, considerando que el director es Santi, nuestro guitarra, diría que de ambos. Su premisa fue «ya que es evidente que no sabemos actuar, pongámonos a hacer el gili por este prao«, tratando de destacar el hecho de que somos seis amigos que se lo pasan bien. Aunque hay un homenaje en la historia que no tiene nada de friqui. Repásate ‘Dos Hombres y un Destino’, hombre.
Santi: Existe un hilo narrativo, pero lo más importante era conseguir grabar a seis tios pasándolo bien y que el espectador pudiera contagiarse de esa sensación. En ese sentido estoy satisfecho.
¿Es cierto que varios miembros vivís juntos? ¿Componéis en esa casa o tenéis prohibido mezclar trabajo y amistad?
Álvaro: Es cierto, desde hace unos años vivimos juntos cuatro Templetons y varias docenas de cucarachas. Las líneas entre «trabajo-hobby-amistad» en Templeton están un tanto difuminadas. En casa se componen esqueletos de canciones o riffs y después se trabajan en el local, aunque lo normal es que las canciones te persigan al volver al hogar y se escondan debajo de la cama para acecharte.
Santi: En Templeton lo compartimos prácticamente todo, hasta el desodorante roll-on.
Javi: Nuestra casa a veces es un poco Tócame Roque, con uno tocando en un cuarto, otro grabando en el baño, otro durmiendo y otro intentando trabajar, pero intentando verlo desde fuera debe ser bastante curioso. Aunque si no quisiéramos mezclar trabajo y amistad no estaríamos en esto.