Con una plaza bastante más llena de lo que nos esperábamos, Manel iniciaron su concierto con una parrafada que para nada parecía que fuese a terminar en ningún momento. Sin embargo, después sí empezaron con una grandiosa ‘Nit freda per ser abril’, que nos metió de lleno en su show. La gente, hasta entonces sentada, comenzó a ponerse de pie y a acercarse al escenario. Así quedaba comprobado que el grupo tiene fans en Madrid, muchos de los cuales incluso cantaban las letras y bailaban, mientras la banda se animaba también a esbozar una bobísima pero simpática coreografía.
En directo, Manel suenan muy bien, de vez en cuando la banda tira de más instrumentos aparte de los tres típicos y las voces les quedan que ni pintadas. ‘El Mar’, ‘Els guapos són els raros’, ‘Captatio Benevolentiae’, ‘Ai, Dolors’, ‘Dona Estrangera’… sonó casi todo su primer disco, ‘Els millors professors Europeus’. Una pena que se dejasen fuera ‘Roma’, una de mis preferidas, pero hay que ver lo que disfrutamos con la versión en catalán de ‘Common People’ y con la historia en el Rastro que la precedió. Y por supuesto, con el fin de fiesta, cantando a voz en grito «Què bonic, què bonic, què bonic!». Por favor, que vengan a Madrid un poco más. 8.