Hoy es imposible dejar de recordar toda una vida asociada a canciones de Michael Jackson. Si, como decía Marcel Proust en ‘En busca del tiempo perdido’, «el simple olor de una magdalena es capaz de evocar recuerdos de infancia totalmente olvidados en un rincón de la memoria», muchos de nosotros somos capaces de encontrar vívidos recuerdos de la infancia y la adolescencia al escuchar cualquiera de los temas de sus discos.
Pertenecemos a una generación que ha crecido con sus canciones. Hemos imitado el «moonwalk» en el recreo, nos hemos emocionado escuchando ‘Man In The Mirror’, hemos soñado con hacer el playback de ‘Smooth Criminal’ en el colegio, hemos cantado ‘P.Y.T.’ delante del espejo, hemos bailado como animales sus canciones en mil fiestas… Algunos hemos ahorrado unas cuantas pesetas de las de entonces para comprar sus discos y ediciones especiales. Incluso hemos ido a sus conciertos y hemos hecho lo imposible por conseguir entradas para su concierto de despedida.
Tengo el vago recuerdo de ver por primera vez el vídeo de ‘Thriller’ y cagarme de miedo, así como de mis padres y mis tíos doblando a Jacko y Ola Ray con un vídeo BetaMax. El lanzamiento de ‘Bad’ y los famosos anuncios de Pepsi. El vídeo de ‘Black or White’ comentado como noticia en muchos informativos de la televisión de entonces. La época de “HIStory” y su inolvidable concierto en Zaragoza, al que me llevó mi padre por sorpresa después de que se agotaran las entradas. El panojal gastado en vídeos VHS, vinilos, CD singles, merchandising, fanzines y todo tipo de memorabilia. Hoy cualquier canción suya me trae millones de recuerdos y me confirma la talla de este músico que cambió la industria musical para siempre.
Para muchos de nosotros Michael Jackson representa todo lo que nos gusta musicalmente hablando: POP. Además, a través de su música descubrimos otros géneros, otras épocas, otros grupos y cantantes que hoy en día forman también parte de lo que escuchamos. Su legado representa todo lo que le pedimos a un disco, a una canción o a un vídeo. La influencia de Jacko sobre la música es innegable e inabarcable, y la mayoría de artistas de pop, soul y R’n’B simplemente no existirían, o serían totalmente distintos, de no haber sido por un referente como él.
Aunque suene a topicazo, el mundo de la música está de luto por la pérdida de un increíble talento, magnético y polémico a partes iguales, que ha dejado una huella indeleble en la cultura y la música POP. Así, en mayúsculas.
Michael, descansa (por fin) en paz.