‘High and Lonesome’, una de las canciones del nuevo trabajo de Eels, se compone sólo del sonido de lluvia, un móvil que no ofrece respuesta y campanas. Tan mal lo ha pasado Mark Everett, que si en ‘Hombre lobo‘ nos hablaba sobre el deseo desde el punto de vista de un personaje ficticio, en ‘End Times’, un álbum publicado sólo seis meses después (el espacio entre disco y disco más corto de su carrera), nos habla sobre el desamor, esta vez basado en su propia experiencia personal.
Es posible que pienses que ya sabías todo de este hombre después de leer su desgraciada biografía, ‘Cosas que los nietos deberían saber‘, pero donde el libro se centraba en su familia y sólo rozaba su divorcio, ‘End Times’ encuentra espacio para explayarse sobre este último asunto. El tema homónimo es un paseo por la soledad, ‘In My Younger Days’ suelta la frase mágica «simplemente quiero que vuelvas» y el single ‘A Line In The Dirt’, una de las mejores canciones de su carrera, se beneficia en medio de este desamparo de una segunda voz, siempre perfecta para estos casos.
En ‘End Times’, Mark ha querido hacer un paralelismo entre su mala situación personal, el pasar de los años y los tiempos inciertos que vive el mundo. La idea es buena y tiene sentido, aunque quizá al introducir elementos externos, el concepto se ha pervertido un poco. ‘Gone Man’, ‘Paradise Blues’ y la sesentera ‘Unhinged’ ponen la nota rock, en cuanto a calidad de la media para arriba, pero enturbiando un tanto un disco que parecía destinado a ser íntimo y acústico, con declaraciones crudas y sin ornamentos como ‘Little Bird’, ‘Nowadays’, en la que habla sobre que nadie quiera saber en realidad cómo te sientes de verdad, que la gente te pregunte por preguntar o la triste petición ‘I Need A Mother’, con ese amargo reproche «ya he sido tu padre bastante tiempo».
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘A Line In The Dirt’, ‘Little Bird’, ‘I Need A Mother’
Te gustará si te gustan: los discos anteriores, los discos conceptuales sobre rupturas
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