Últimamente no ganamos para disgustos con las muertes prematuras, inesperadas y que levantan todo tipo de rumores. Por destacar dos, Brittany Murphy y Jay Reatard. Hoy la bomba ha caído en el mundo de la moda, cuando han encontrado al diseñador Alexander McQueen ahorcado en su casa de Londres. Tenía 40 años y hacía sólo unos días que su adorada madre había fallecido. Todo un drama para el mundo de la moda, donde los genios y los verdaderos creativos se cuentan con los dedos de la mano, y el británico McQueen era uno de ellos.
Nacido Lee Alexander McQueen, entre sus allegados era conocido por su primer nombre, dejando el segundo para esa firma con la que solía llevar algo de fantasía razonable a la muy barroca pasarela parisina.
Retoño de la mítica Central Saint Martins, además de su propia firma, fue diseñador para Givenchy (sustituyendo a Galliano), y hacía numerosas colaboraciones con otras firmas tan dispares como la misma Puma. Ha trabajado con Björk y recientemente habíamos visto a Lady GaGa con unos zapatos suyos.
Casado con el director de cine George Forsyth desde 2000, en su vida privada era de lo más discreto y no solía salir en los medios salvo por asuntos relacionados con la moda. El mismo día de la muerte de su madre lo anunció en Twitter mostrándose muy compungido, pero momentos después añadía ‘But life must go on!!!!!’. Con su madre se iba su otra musa, después de que en 2007 muriese su verdadera inspiración, la artista Isabella Blow. McQueen, el artista que no supo vivir sin ninguna de sus musas…