Tras abrir con ‘Red Eyes’, Umbert advirtió ayer en la sala Nasti que después de tantos años sin tocar en directo prefería regresar a escena de una manera discreta, de modo que ha decidido que Ana Carné al cello, acordeón y metalófono sea, de momento, toda La Compañía para su voz y guitarra, en una propuesta que se inclina por acentuar el intimismo de su pop-folk.
Y a los que acudimos a la presentación en Madrid del más que notable ‘Ay…‘ nos pareció coherente y suficiente porque sus canciones (sonó el álbum completo a excepción de ‘Rizos sin domesticar’), incluso en esa forma casi esquelética alejada de la riqueza arreglística del disco, se mantienen erguidas con total soltura e, incluso, conservan su capacidad emotiva. Especialmente sobrecogedoras resultaron ‘La gata soprano’, ‘La verdad es que me da igual’ y su necesario epílogo ‘O puede que no’, ‘Confesiones en el palomar’ con esa magnífica coda final y ‘Colorete y quitasueño’, su «hit», como el mismo Umbert dijo.
Y aún hubo lugar para las sorpresas. Además de estrenar una canción dedicada a un prototípico burgués catalán, ‘El Senyor Esteve’ (que termina con una divertida apropiación del coro final de ‘Hey Jude’), los asistentes tuvimos el privilegio de ver cómo Álvaro Martín, teclista de Paperhouse, se subía a la pequeña tarima del Nasti para acompañarle en la recuperación de dos temas del admirado ‘Adiós’, ‘Alí Babá’ y ‘Gato de Pandora’, tremendamente evocadores, que encajan en el nuevo repertorio de manera perfecta. 7,5