Alonso Díaz y su banda, Napoleón Solo, parecen decididos a tomar el relevo de esa (lamentablemente) poco frecuentada tradición andaluza de buenos grupos de pop rock de calidad y corte clásico cantado en castellano, ajeno a modas, que comenzó con Los Ángeles en los 70, siguió con 091 en los 80, Lagartija Nick adaptaron a los 90 y Tarik Y La Fábrica de Colores retomaron con deslumbrante acierto en sus dos álbumes de la pasada década. ‘Napoléon Solo en la ópera’ es el álbum de debut de este quinteto, que cuenta con el incansable y versátil Eric Jiménez (Los Planetas, Lagartija Nick, Fangoria y mil más) a la batería, una obra firme y seria que pretende confirmar lo que ya anunciaba el buen sabor de boca que dejaba su EP de debut, ‘Será Maravilloso’.
Precisamente, al principio uno no puede evitar una pequeña sensación de decepción porque sus mejores canciones, las que destacan y se adhieren al subconsciente de manera indeleble son las tres que ya se incluían en aquel EP de presentación: ‘Tiene que acabar’, el hit instantáneo construido en torno a un estribillo galopante e irresistible, la furiosa ‘Perdiendo El Tiempo’ y su riff tan claramente Strokes, y el pop bailable con guiño funk de ‘Lolaila Carmona’ y su divertido falsete. Están estudiadamente secuenciadas a lo largo del álbum, como hitos que sirven de guía en el camino y así ayudan a detenerse en los toques de psicodelia de ‘Esta noche’ y ‘Siempre me lo recordarás’, la orquestación a lo ‘Sgt. Pepper’s…’ de ‘En el fondo de los sueños’, el rock adulto de ‘Todo está tan cerca’, esa urgencia pop tan cercana a nuestro querido Jonston en ‘El intercambio’ y ‘Dibujos’ o los aires 50’s de ‘Napoleón Solo en la ópera’.
Un conjunto muy variado pero perfectamente cohesionado por la mano experta a la producción de Fino Oyonarte. Con unas letras nada fáciles u obvias, incluso un tanto herméticas, Alonso Díaz retrata recuerdos, decepciones y reflexiones vitales de manera cercana y sencilla, sin necesidad de metáforas engoladas. Una sencillez a la medida de una música despojada de pretenciosidad que, aunque no siempre acierte de pleno (‘Hola, qué tal’ y los dos cortes finales son quizá los menos sólidos), resulta un loable ejercicio de sencillez y honestidad muy necesario en nuestro panorama musical.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Tiene que acabar’, ‘Perdiendo el tiempo’, ‘De noche’, ‘Lolaila Carmona’.
Te gustará si te gustan: Jonston, 091, Tarik Y La Fábrica de Colores.
Escúchalo: en Spotify.