‘Huge’: los gordos no siempre son graciosos

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‘Huge’: los gordos no siempre son graciosos

HugeNo es ningún secreto que Estados Unidos tiene un problema con el tema de la dieta y la obesidad. Un país de todo o nada, en el que no hay término medio: o eres un fideo, o estás musculadísimo, o estás como un tonel. Eso sucede incluso a tiernas edades, en gente que no alcanza ni la veintena. Con el drama que esto supone, y con el peligro de frivolizar sobre los trastornos alimenticios; nadie se imaginaba que unos guionistas iban a tomar esta situación como punto de partida para ‘Huge’, la serie que podría dar la campanada durante el verano pero que al final puede que se quede en nada.


Concebida como una comedia poco seria y bastante refrescante (la trama se sitúa en un campamento de verano), al final ‘Huge’ falla en lo más básico, al menos durante los primeros episodios. Muchos irán buscando en ella una trama satírica, que ponga un poco el dedo en la llaga (pero sin pasarse, que la obesidad también es un tema serio) en el tema del culto al cuerpo. Por desgracia, la serie no pasa de ser una sucesión de tópicos adolescentes anodinos (la gorda que se enamora del guaperas del profe de gimnasia, la gorda poco femenina que es constantemente etiquetada como lesbiana, los hermanos que se repudian…) en los que poco queda del humor del que hacían gala en la presentación de la serie.

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Eso sí, como dramedy, ese género que tanto gusta en Norteamérica, funciona muy bien. Nikki Blonski (a quien recordaréis del remake de ‘Hairspray’) hace un papel protagonista de lo más jugoso. No obstante, debería tener cuidado: corre el riesgo de convertirse en el más repugnante de toda la serie, de puro insolente, algo a lo que no ayuda su carácter en la vida real. Y es que, al no conseguir en el guión el sarcasmo y la mordacidad que se le pretendían, su personaje termina haciendo bromas fuera de lugar, que poco tienen que ver con la inocencia de Amber o el buen fondo de Becca, personajes infinitamente más atractivos a ojos del espectador.

Por suerte, los guionistas ya se han dado cuenta de que Nikki (o Will, que es su nombre en la serie), necesita sentimientos, y se han apresurado a forzárselos a la altura del tercer capítulo. Un giro de guión que, de puro utilizado, resulta hasta chabacano. Esperemos que no se convierta (porque lleva camino de) en una sucesión de escenas lacrimógenas en las que los asistentes al campamento superan sus miedos y dificultades consiguiendo cuerpos 10. No esperamos menos porque estamos hablando de una serie norteamericana pero, ¿dónde ha quedado el tópico ese de que los gordos son graciosos?

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Calificación: 5,5/10
Destacamos: que aunque parece que sí, al final nunca sale Marjorie Dawes diciendo «Dust. High in fat or low in fat? Dust? Anybody? No?».
Te gustará si: te gustan los dramas de perdedores.
Predictor: de momento, su número de espectadores baja peligrosamente semana a semana.

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