Los pobres Clubfeet debieron de quedarse pasmados cuando, tras el lanzamiento de ‘Gold On Gold’ en 2008, prácticamente el mundo entero pasó de ellos como si no existieran. La banda probablemente vio desvanecerse sus sueños de triunfar en el panorama musical a pasos agigantados e imaginamos que se deprimirían sobremanera. Pues como prueba de que las segundas oportunidades existen, aquí está la nueva edición de ‘Gold On Gold’, que salió a la venta a finales de julio en todo el mundo por cortesía de Plant Music, con un pequeño lavado de cara de por medio. El contenido del disco, no obstante, es exactamente el mismo. Dos años después. Y en Pitchfork, que son muy listos, han hecho como si nada y han sacado una crítica del disco sin mencionarlo.
Y eso que esto debería ser un tirón de orejas para todos los que hemos dejado pasar un LP tan delicioso como el que nos ocupa. Delicioso por dos motivos: el primero, que al escucharlo te das cuenta de que es bastante bueno, pero también porque las referencias de este grupo no podrían ser mejores. El trío, dividido entre Melbourne y Ciudad del Cabo, es comparado continuamente con tres bandas de referencia hoy en día: Junior Boys, Hot Chip y Cut Copy. Parece imposible poder salir airoso de semejante comparación con el que podría ser el triunvirato del pop electrónico de los últimos cinco años, pero el secreto es, probablemente, que ni intentan esconder sus referencias ni tampoco copiarlas al dedillo, dotando a ‘Gold On Gold’ de una identidad especial.
Pero empecemos a hablar del LP. Las tres primeras canciones del disco, ‘Edge Of Extremes’, ‘Last Words’ y especialmente la graciosísima ‘Teenage Suicide (Don’t Do It)’, ya nos dan una ligera idea de por dónde van los tiros, arrojando luz sobre lo que el resto del álbum va a ofrecernos: pop electrónico contundente, planificado al milímetro y con unos estribillos capaces de llenar una canción entera. Ahí está precisamente la antes mencionada ‘Teenage Suicide (Don’t Do It)’, una pista no apta para emos en el que unos ¿niños? cantan el estribillo y llenan prácticamente cuatro minutos relatando cómo la vida cambia al ser adulto y que es mejor no practicar el suicidio adolescente.
‘Count Your Lovers’, el tema inmediatamente posterior es quizá el más Hot Chip de todos junto con ‘Broken Hearted’, en parte por las melodías y en parte por la repetición del esquema de dos voces de diferentes tonalidades cantando una misma canción. ‘D.I.E. Yuppie Scum’ es de las más divertidas en cuanto a letras («Muere, escoria yuppie, quema tu casa. Super light smoking pleasure»), ‘Put It Together’ tiene una melodía un poco New Order, ‘Say Something’ es Plushgun puro y duro y ‘Brightlightsbigcity’ comparte ciertas similitudes con The Postal Service. Quizá el único pero del disco sea ‘Six Days’, aunque no es tan difícil de entender en el contexto de hace dos años, en el que -aunque seguiría sonando un poco pasada de moda-, no daría tanto el cante como ahora mismo.
En definitiva, estamos ante un grupo que puede hacer melodías tan buenas como Junior Boys o Hot Chip, pero que termina resultando mucho menos grave en sus letras y en su ejecución, en parte porque impregnan casi todo de una pátina adolescente que hace que te los tomes mucho menos en serio de lo que deberías. Cuidadito con estos tres, porque si esto es una muestra de lo que pueden hacer, es probable que den gratas sorpresas en un futuro cercanísimo.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Teenage Suicide’, ‘Count Your Lovers’, ‘D.I.E. Yuppie Scum’, ‘Teenage Suicide (Don’t Do It)’.
Te gustará si te gustan: The Postal Service, los Cut Copy más flojeras, Hot Chip, Junior Boys.
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