Es posible que, en algún momento, este revival zombie termine empalagándonos y aburriéndonos a todos. Entre ‘Zombieland’, los Zombie Kids, el Zombie, ‘Plantas vs. Zombies’, ‘Infectados’, ‘REC 2’ y un largo etcétera, es inevitable que la cosa termine oliendo más a podrido que los muertos vivientes. Pero parece ser que la reinvención del zombie estándar está dando mucho juego. Los pobres ya no son tan tontos ni tan lentos como hace unos años, y lo cierto es que sus nuevas habilidades (entre las que no suelen estar matar a los malos) dan un 75% más de miedo.
Bromas y mamarrachadas a un lado, es posible que ‘The Walking Dead’ fuese una de las apuestas de este otoño más esperadas. Estrenada por la AMC un oportuno 31 de octubre (aunque todos sabemos que ya andaba por Internet dos semanas antes), la serie inspirada en el cómic de Robert Kirkman y Tony Moore ha aguantado el tirón (y las expectativas). Pocas veces diez minutos en televisión han sido tan apasionantes como esos en los que el héroe, el sheriff Rick Grimes, se pasea en pijama de hospital por el centro sanitario y por su ciudad sin poder mediar palabra con nadie y observando con estupor su alrededor, vacío, desolado.
Pocas veces un piloto hace que se te pegue el culo al asiento y que quieras saber más pero, al mismo tiempo, que desees que la escena que estás viendo no se acabe. En muy pocas series la tensión se crea con la misma maestría y -aparente- facilidad que en ‘The Walking Dead’. Y prácticamente desde ‘Lost’ no veíamos ese truco tan grandioso que es hacer creer al espectador que está frente a un cliffhanger para luego continuar con la historia y dejar esa trama cerrada, pero una mucho más apasionante abierta.
Todo parece jugar a favor de ‘The Walking Dead’: la moda de los zombies; el beneplácito de sus creadores (Robert Kirkman ha dirigido el cuarto capítulo); la historia de los supervivientes, que es lo más importante de la trama, y la acertada dirección que parece tomar el proyecto, del que tan solo se han anunciado seis episodios por el momento, pero que puede dar para mucho más (los cómics cuentan ya con 76 entregas). El primer episodio, además, ha tenido la cantidad justa de cada cosa: un 70% de gore, tensión y acción, un 10% de momentos dramáticos (pero guays) y un 20% de culebrón. Un buen reparto, sin duda.
Calificación: 9/10
Destacamos: lo bien rodados que están los momentos de soledad del protagonista. Que mira que son difíciles.
Te gustará si: has recomendado este test a todos tus amigos.
Predictor: 5,3 millones de personas es poco para la promoción que ha tenido, pero teniendo en cuenta que no es una serie familiar y que era una noche difícil, seguro que el boca a boca ayuda a que este número crezca.