Ornamento y delito publican este semana su primer álbum en Limbo Starr tras tres discos autoeditados. ‘Rompecabezas de moda y perfección moral’ incluye algunos de los temas que ya conocíamos de ‘Putas y cocheros‘, como el himno ‘Madrid’, ‘Madrid de los Austrias’, ‘Cocaína’, ‘Plan de jubilación’ o ‘Gora aste nagusia!’, ahora regrabados, producidos por Abel Hernández y masterizados por Coque Iturriaga.
El enorme single ‘Madrid’ pierde algo de punk y gana algo de distorsión en la nueva versión, pero la esencia es la misma: la de un grupo que toma las guitarras más escabrosas de la historia del rock para hacer un retrato decepcionado de nuestra sociedad. El grupo habría disfrutado de lo lindo de la España de finales de los 70 y los 80 (la Constitución, entrada en la OTAN, los GAL, etcétera) pero los tiempos que nos ha tocado vivir no pueden escapar tampoco de homenajes satíricos y asociaciones con lo insólito.
Es difícil estimar qué porcentaje de ironía hay detrás de letras como «el domingo en el Madrid de los Austrias es divino» en un grupo que utiliza elementos carlistas para amenizar su directo. Desconocemos la intención política exacta de Ornamento y delito, pero al margen de que un medio de comunicación cualquiera realice al grupo las esperables preguntas, que probablemente se repetirán a lo largo de toda su carrera, y por tanto es necesario postergar tanto como se pueda, el contenido social de sus canciones se sostiene por sí solo y es lo que les da personalidad entre comparaciones con Joy Division, Nacho Vegas o más bien Gainsbourg.
Gainsbourg utilizaba su tono grave a menudo para dar salida a sus fantasmas interiores y algo parecido hace Garikoitz Gamarra, aunque en este caso los resultados tiendan más al desarraigo (tan común, por otro lado entre los grupos independientes) que a la voluptuosidad. Uno de los temas principales, ‘Plan de jubilación’, habla sobre no desear casa, coche, esposa e hijo («no tenía opción, debía trabajar por el resto de su vida», dice una de las letras más llamativas), en lo que podría ser un himno generacional para la crisis de los treinta (‘Cocaína’ sitúa la edad de uno de los personajes en la mágica cifra de 33).
La muerte con campanas incluidas (genial ese «la canción de la muerte es el único hit» del ilustrativo título ‘Canción de la muerte’), la religión (‘Abraham’) y más referencias a grandes urbes (Barcelona y el Razzmatazz también tienen su momento de gloria en ‘Beñat’) completan un álbum interesante sin demasiadas sorpresas para quienes hayan seguido al grupo todos estos años, pero imprescindible para quienes aún no les conozcan, que son la mayoría.
Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘Madrid’, ‘El Madrid de los Austrias’, ‘Plan de jubilación’
Te gustará si te gustan: Nudozurdo, Gainsbourg, Joy Division
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