La historia de Fresa es la de la infancia y la adolescencia de una niña que tiene pocas amistades y se ve rechazada. Al sentirse diferente del resto porque es una fresa, pero su existencia no está precisamente en el mundo de las baldosas amarillas, pasa a estar en coma. Fresa y su madre recorren entonces dos caminos totalmente diferentes: uno real y otro nada fantástico.

Los personajes que utiliza Clara Tanit siempre son objetos, animales o vegetales con forma humana (en su ópera prima el principal era una lavadora). Esta idea puede llevar al lector a conectar con la falta de identidad de una joven inmersa en la desmotivación, sumiendo en la ansiedad y la tristeza a Madre Fresa por no saber dónde ha podido cometer algún error en la relación con su pequeña.

Con un dibujo muy distinto a su primer trabajo, ‘Wassalon’, pero utilizando la misma tonalidad ocre-negro en sus dos obras publicadas hasta la fecha, Clara da un aire otoñal y mustio a esa fase de cambio llena de miedos y dudas. Si bien estamos ante un trabajo entretenido en cuanto a guion, muy visto en cuanto a sinopsis; tal vez su mayor atractivo esté en su dibujo, por la sencillez e inmediatez con la que se retrata la complejidad de las diversas situaciones de nuestra protagonista.

Clara Tanit-Arqué (Girona, 1981) es una de las escasas artistas femeninas en un gremio ampliamente dominado por autores masculinos. Además, ha sido nominada al Premio Autor Revelación del Salón Internacional del Cómic de Barcelona 2008 y también fue reconocida en el Certamen del INJUVE 2007. 6.