Owen Pallett llega hoy 4 de mayo a Barcelona para tocar dentro de la programación del Festival de la Guitarra. Nacho Umbert ejercerá de telonero. A falta de averiguar si su show se compone de guitarra, o más bien de violín y samples como siempre, hablamos con él sobre su álbum ‘Heartland’, uno de los mejores de 2010, o sus últimos proyectos. Más información sobre su set en la web de The Project.
‘Heartland’ es un disco con muchos matices en sus letras, que habla sobre un granjero, la relación entre este protagonista y el narrador, sobre un hombre y mujer, ¿crees que la gente ha entendido su complejidad?
Creo que es muy concreto. Cuando te sientas y lees las letras, todo está bastante claro. Quería que la gente las interpretara de diferentes formas, que las leyera y pudiera imaginar de qué van. Evito hablar mucho del tema por esa razón, pero sí, es sobre todas esas cosas. El granjero es mi creación y está en una relación conmigo y el autor. Él está al tanto de que está en un álbum y el disco es sobre esa relación.
En ‘Lewis Takes Off His Shirt’, la canción más pop, puedes leer cuándo empiezan y cuándo terminan las conversaciones y es muy claro, pero el contenido nunca me parece demasiado obvio. Da la sensación de que querías que la gente dedicara más tiempo del normal hoy en día, cuando la gente devora los álbumes, a tu disco. ¿Era tu intención?
Eso espero. Espero que la gente lo escuche. Si la gente se sienta y saca el libro de las letras, me encantaría que sintiera cosas, que les aportara algo. Hay muchísimos discos ahí fuera. A veces en algunos no hay nada en las composiciones excepto canciones que suenan bien y ya está y eso también me gusta. Me gusta ese tipo de música. Pero yo quería hacer otra cosa, un disco al que dediques tiempo a ver de qué va. A mí con ‘Ziggy Stardust’ me pasó lo mismo, pasé mucho tiempo intentando darle sentido a lo que contenía.
A veces la letra es muy intensa y la música también, ¿juegas al contraste? Pienso en los finales de algunos temas que, a veces, con el cambio, parecen contar con la música un desenlace distinto al de la letra.
¿En serio? Intento que funcionen juntas las letras y la música, no sé.
Muchas de tus canciones parecen referirse a la Edad Media, por el tipo de vocabulario, ¿te interesa especialmente esta era?
Definitivamente. Me interesa mucho el desarrollo de las diferentes religiones a lo largo de la Historia y cómo ha afectado a la Historia. Ha influido muchísimo en mi trabajo. Ese período es largo y es muy interesante. Suele hablar de algo en lo que no creo, pero al mismo tiempo tiene una importancia histórica decisiva. El paso de la creencia en cosas como dragones del personaje del disco a creer en mí mismo, en mi capacidad como creador, en este caso como autor de canciones, es inevitable que se refiera a una época pasada.
Utilizas arreglos mucho más clásicos que el resto de artistas pop, pero por otro lado estás al día, trabajas con artistas pop, tienes tu cuenta en Twitter… ¿A veces te sientes fuera de lugar en la escena alternativa?
No sé, todo el mundo tiene una cuenta de Twitter, ¿no? Dime alguien que no tenga.
Joanna Newsom.
Es un ejemplo muy extremo, nunca ha tenido MySpace ni web. Tiene un completo rechazo hacia las redes sociales. Por un lado, es bonito, es una decisión que ha tomado de manera muy activa, que sirve para promocionar su trabajo a su vez. Pero también creo que la gente de nuestros días usa Facebook o Twitter de manera muy natural. Twitter es la primera red social que utilizo, nunca tuve MySpace o nunca he usado mucho Facebook salvo para ver a mis amigos cuando estoy de gira. Toda la gente que conozco tiene Twitter, excepto Arcade Fire y Brian Eno (risas).
¿Crees que pegas en los festivales y en las webs alternativas donde sueles salir?
No sé, a veces me siento raro porque no tengo una guitarra eléctrica. Supongo que eso hace mi música diferente a grupos de rock, pero siempre teloneo o giro con grupos de rock. No creo que sea muy diferente en realidad lo que hacemos.
¿Te cansa que te pregunten por Arcade Fire? Has trabajado con tantas bandas…
Son mis mejores amigos, estoy muy orgulloso de ellos. Su nuevo disco ha sido muy bien recibido, ocupa portadas y me siento tan orgulloso cada vez que los veo en una revista en un aeropuerto… Lo que pasa es que ellos no quieren hablar de su vida privada. Cuando empezaron trabajaron muy activamente en desarrollar su proyecto y Win y yo usábamos el mismo foro. Cuando se hicieron muy famosos, gente de Montreal a la que conocían de tomar un café, decía cosas malas sobre ellos y la relación se envenenó. Por eso hice ‘The Dream of Win & Regine’, cuando decidieron dejar internet. Así que, como consecuencia de todo esto, trato de no hablar mucho sobre ellos.
¿Qué discos de aquellos en los que has trabajado crees que están infravalorados?
Dan Goldman, un cantante de Toronto que tiene una banda con la que suelo girar, ‘Snowblink’, grabó un disco en 2007 del que hice los arreglos que sí tuvo muy buenas críticas, pero no salió en un sello grande y es una especie de disco perdido. También hice el de Rumble Stripes en 2009, pero la producción era de Mark Ronson y todo el mundo habló sobre todo de Mark Ronson. Para la prensa, Mark Ronson un año es maravilloso y el año siguiente es espantoso. Desafortunadamente estábamos en el año en que Mark Ronson era horroroso, así que este disco no lo pusieron muy bien (risas). Deberían reeditarlo ahora que Mark Ronson vuelve a molar.
Hace poco hiciste la música para unos vídeos sobre la historia del cine, ¿cómo funcionó?
Son una serie de vídeos que el New York Times me pidió. Son referencias a momentos del cine de siglo XX. No son como clichés, ni elementos tan reconocibles: un vampiro que grita, gente huyendo de una catástrofe… Hice 14 piezas de música. Bueno, hice más, pero se escogieron 14 que hacen referencia a 14 de esos momentos. Las hice en una semana y las grabé y envié. Vi los vídeos y las fotos y sincronicé la música. Quedó muy bien.
¿De dónde sacas tanto tiempo para hacer tantas colaboraciones, has sacado también un EP recientemente…
Y también un mix por Navidad con material que tenía por mi ordenador que me parecía que merecía la pena, pero tampoco quiero sacar oficialmente… No sé, no tengo un ayudante o algo así. Me gusta más estar trabajando que jugando con videojuegos. Además, soy bastante rápido con el trabajo tipo banda sonora.
¿Crees que has perdido parte del público porque tuviste que cambiar de nombre, desde los tiempos de Final Fantasy?
Sí, en algunos lugares fue peor que en otros. Hice una gira con Mountain Goats y tuvimos mucho éxito. Notaba que tenía el mismo tipo de público que antes. Pero algunos me preguntaban qué había pasado con Final Fantasy, si no iba a volver y a veces tocaba para 25 personas. Hay gente que no se ha enterado ni siquiera en EE UU, pero la verdad es que este año cada vez he ido tocando para más y más gente, con lo cual estoy muy contento.
¿Y en España?
Toqué en 2007 en un sitio muy pequeño, muy oscuro, con un escenario muy bajo (Nota del editor: un miembro de PIAS interviene para indicar que fue en el Nasti). No había nadie, como 20 personas. Pero estuvo muy bien, lo recuerdo con cariño.
¿No se te ha ocurrido recuperar tus primeros discos con el nombre Owen Pallett?
Sí, pero por razones de contrato no sé si será con Tomlab o Domino, pero creo que haré una nueva mezcla del primer disco porque la mezcla era terrible. Cuando lo saquemos, sacaremos el disco tal como salió pero también habrá una nueva versión que suene mejor. No sé si gustará la idea, pero Kate Bush lo hace. Ya en 1986 sacó un recopilatorio llamado ‘The Whole Story’, para el que regrabó las voces de su primer álbum cuando casi tenía 30 años. No creo que la nueva versión estropee la vieja versión. No puedes recrear la historia, pero me gustaría convertir el primero en un disco mejor porque no creo que fuera particularmente bueno.
Cuando te ves en Butt Magazine, ¿te arrepientes de haber hecho ese artículo, te ríes, te da igual? ¿Qué sientes?
No siento nada (risas). Creo que me he hecho un poco frío con la edad, que es lo que pasa cuando empiezas a hacer música y haces entrevistas y sales en el periódico local y dicen algo incorrecto, que no has dicho ni siquiera, o escriben mal tu nombre. En New York Times Magazine un buen periodista que admiraba, John Wray, publicó unas cosas que dije fuera de contexto, de manera que no tenían nada que ver con lo que había dicho. Estuvimos todo el día juntos y básicamente me hizo parecer idiota. No creo que el periodismo musical se corresponda especialmente con la realidad.