Adele tendrá que abandonar los escenarios, al menos, por un mes más. Tras suspender su gira americana debido a una acusada laringitis, los médicos han prohibido a la cantante que fuerce sus cuerdas vocales para evitar «dañar su voz», lo cual incluye hablar y cantar. Según informa NME citando a News of the World, los especialistas han advertido a la británica que si no descansa, sus cuerdas vocales podrían verse afectadas. La enfermedad se ha visto agravada por el tabaco (la cantante intentó dejar de fumar pero recayó de nuevo).
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