Hace un par de meses informábamos de que Cesária Évora anunciaba su retirada de los escenarios, cancelando la gira que tenía que realizar este mismo otoño. En aquel momento la cantante confesaba a Le Monde que se encontraba “sin fuerzas y sin energía” y, entre bromas, la artista culpaba de sus problemas de salud a las “batatinhas”, que el médico le había prohibido comer por su alto contenido en grasa.

Hoy, lamentablemente, tenemos que informar de su muerte. Cesária Évora, de 70 años, ha fallecido en su Cabo Verde natal como consecuencia de una insuficiencia cardiorrespiratoria aguda e hipertensión. La cantante ingresaba en el hospital con un cuadro médico muy complicado, «con problemas coronarios y un endema pulmonar», según ha informado el ministro de cultura caboverdiano Mario Lucio Sousa.

Cesária era considerada uno de los grandes símbolos de Cabo Verde, gracias a su mezcla de fado, bossa, tango y ritmos africanos (imaginaos qué maravillas melódicas podían salir de esto), aderezada incluso en los últimos tiempos con algunas de nuestras remezclas favoritas de house (Carl Craig llegó a aparecer en ‘Club Sodade’).

La que fuera conocida como la reina de la morna o la diva de los pies descalzos por su gusto por actuar sin zapatos, dicen que para recordar la pobreza en su país, deja un legado de canciones impresionantes de inolvidables arreglos e interpretadas con su fantástica voz, como ‘Petit Pays’, ‘Carnaval de Sao Vicente’ o ‘Sodade’.

Aunque Cesária había cantado en bares desde pequeña, la fama le llegó cuando tenía 50 años, de mano del productor José Da Silva. Relanzada su carrera desde Francia, y dejando atrás su adicción al alcohol, se abrió en los 90 ante Cesária un mundo de Grammys, millones de discos vendidos y duetos junto a gente como Caetano Veloso. Descanse en paz.