Ni siquiera el éxito de ’21’ de Adele consiguió alentar las ventas de discos en Reino Unido en 2011. Según informa un artículo del NME basado en las cifras publicadas por la Industria Fonográfica Británica (BPI por sus siglas en inglés), las ventas cayeron casi un 6% en el ejercicio anterior. Por sectores, las ventas de CD disminuyeron un 12,6%, llegando sólo a los 82,2 millones. Por su parte, la cifra de discos digitales aumentó un 24% con respecto al año anterior, pero quedándose en 26,6 millones. Los vinilos ha sido el formato que más ha incrementado su venta en porcentaje (43,7%), pero quedando aún en unas testimoniales 337.000 unidades.

La piratería continúa siendo una de las causas principales de la caída de las ventas de discos. No en vano, el presidente ejecutivo de BPI, Geoff Taylor, criticó que el Gobierno de David Cameron esté tardando demasiado tiempo en actuar en favor de los derecho de autor. «Si no se toman medidas en 2012, la inversión en la música podría caer de nuevo (…) El sucesor de Adele puede que no tenga la oportunidad de brillar a escala mundial», matiza.