Que un disco como ‘Making Mirrors’ sea un superventas mundial es una de esas cosas que te reconcilian con el mundo. Y Wouter Debacker, su autor, belga de origen aunque ha vivido toda su vida en Melbourne, habrá sido uno de los primeros sorprendidos. Se trata de su tercer álbum bajo el nombre Gotye y su éxito ha sido consecuencia del pelotazo global que ha dado su single ‘Somebody That I Used To Know‘, un terremoto de millones de copias vendidas en todo el mundo, cuyo epicentro tuvo lugar en Australia el pasado verano (8 semanas como Top 1) y que, con su publicación mundial en este 2012, ha alcanzado el número 1 en prácticamente toda Europa (incluyendo Reino Unido, excluyendo España -número 47 de momento-) y ha sido Top 10 del Billboard, prácticamente inaccesible para artistas no norteamericanos.
Congratula el hecho de que una canción que escapa a fórmulas comerciales, con un sentido del pop tan heterogéneo y una producción arriesgada para la radiofórmula, aún pueda llegar a conectar con millones de personas, dando una vuelta de tuerca a los tópicos post-ruptura y gracias, sobre todo, a una melodía prodigiosa compartida con la cantante neozelandesa Kimbra. Maravillosamente inexplicable, pero cierto. Y aún más loco parece, dados los hábitos de consumo actuales, que todo un álbum triunfe como este lo está haciendo si no hay un contenido a la altura del single que lo lanza. En el caso de ‘Making Mirrors’, eso solo se cumple a medias.
El personal sentido del pop que Gotye muestra en su hit, condensando toques fugaces de soul, rock, pop, electrónica, scores cinematográficos, dancehall y folk, se expande de una forma muy concreta, acertada y pulida en la primera mitad del disco, con singles tan certeros como ‘Easy Way Out‘ (que toma prestados algunos trucos del Edwyn Collins de ‘A Girl Like You’) y ‘Eyes Wide Open’ (que podría servir para acuñar la etiqueta australian pop, en la que también cabrían Cut Copy, Pnau o Miami Horror), junto a cortes tan sugerentes como ‘Smoke And Mirrors’. El punto de inflexión llega con ‘I Feel Better’, un bonito homenaje a más de cincuenta años de Motown, condensados en poco más de tres minutos llenos de guiños a la historia del pop negro.
Sin embargo, la anécdota se convierte en un chiste malo con ‘In Your Light’, de una obviedad fuera de lugar, y todo lo que recordaba su voz en el corte precedente a John Fogerty, se vuelve una sombra del peor Phil Collins. Todo lo que hasta ese momento parecía heterodoxia bien entendida se transforma de repente en un pastiche que divaga con canciones bastante más flojas (el dúo jamaicano-wannabe que forman ‘State Of The Art’ y ‘Don’t Worry, We’ll Be Watching You’, más el blando final con una ‘Bronte’ muy Peter Gabriel), apenas maquilladas por las potables ‘Giving Me A Chance’ y ‘Save Me’, la única a la altura del arranque del álbum. Pese a su irregularidad, ‘Making Mirrors’ contiene momentos muy disfrutables que podrían ser extrapolados del conjunto para convertirse en un estupendo EP.
Calificación: 6,6/10
Lo mejor: ‘Somebody That I Used To Know’, ‘Easy Way Out’, ‘Eyes Wide Open’, ‘I Feel Better’
Te gustará si te gustan: el pop que trasciende etiquetas, Pnau, Sam Sparro.
Escúchalo: en Spotify.