Dichoso el día que Will Oldham, más conocido como Bonnie «Prince» Billy, decidió grabar un disco con la banda escocesa de folk Trembling Bells. Ambos toman este género (si se puede llamar así) desde las raíces más puras de sus respectivos terruños para interpretarlo desde la libertad más desprejuiciada. Además, son de lo más prolíficos: el de Louisville lleva una decena larga de LP’s desde que comenzó a grabar bajo ese nombre -que habría que sumar a sus anteriores proyectos como Palace Brothers, Palace Music, etc.- hace algo más de diez años, mientras que los de Glasgow nacieron en 2008 y este es su cuarto álbum.
No es la primera vez que colaboran, pues ya grabaron en 2010 el single ‘New Year’s Eve, The Loneliest Night Of The Year’, un villancico amargo propio del mejor Tom Waits. Ahora, sobre la base de las composiciones de Alex Neilson, batería y fundador de Trembling Bells, han dado forma a un LP casi perfecto, en el que el recargo musical (solos de guitarras eléctricas, vientos, violines, órganos atmosféricos) da brillo a unas canciones que hasta en sus momentos más íntimos suenan extrovertidas, triunfantes, arrolladoras y en ningún momento pesadas y empalagosas. También se incluyen el tradicional a cappella ‘My Husband’s Got No Courage In Him’, el tema del propio Oldham ‘Riding’ y una versión de ‘Lord Bless All’, de Robin Gibb. Las tres están situadas al final y se contraponen al aire luminoso de los anteriores cortes con una subida de intensidad dramática que ni Arcade Fire, cerrando el disco en lo más alto.
Las voces de Bonnie «Prince» Billy y Lavinia Blackwall, cantante de Trembling Bells, suenan compenetradas y cómplices de principio a fin, alcanzando sus mayores cotas en la mencionada ‘My Husband’s Got No Courage In Him’, la hermosa ‘Love Is A Velvet Noose’, que parece un villancico, la estupenda ‘I Made A Date (With An Open Vein), canción que abre el disco y hace que tengas que dar saltos de alegría aunque estés en tu día más gris, o el bonito final de ‘Every Time I Close My Eyes (We’re Back There)’, donde Oldham canta una melodía descendente sobre el colchón de la voz de Blackwall.
‘The Marble Downs’ está directamente emparentado con el folk rock con aires barrocos y la psicodelia de finales de los 60 y principios de los 70 de gente como la Fairport Convention y The Incredible String Band. Tiene un espíritu expansivo, grandioso, cuyos mejores ejemplos son las tremendas ‘I Can Tell You’re Leaving’ y, sobre todo, ‘Ain’t Nothing Wrong With a Little Longing’, con un riff delicioso compartido por la guitarra y el teclado idóneo para una locura garajera, y un final en el que recrearse durante minutos. Incluso la bonita balada ‘Excursions Into Assonance’, el momento más íntimo del conjunto, acaba mostrando, pese a su delicadeza, una extroversión y libertad contagiosas.
El disco es más propio de la carrera de Trembling Bells, abierta y recargada, que de la de Bonnie «Prince» Billy, cada vez más tendente a la intimidad y la introversión, pero los seguidores del extravagante trovador de Kentucky disfrutarán igualmente de esta colaboración de lujo. Y, por si fuera poco, descubrirán además la muy interesante discografía de la banda escocesa, rara avis en la música de hoy.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘I Made A Date (With An Open Vein)’, ‘Ain’t Nothing Wrong With A Little Longing’, ‘Love Is A Velvet Noose’, ‘Lord Bless All’
Te gustará si te gusta: Fairport Convention, The Incredible String Band
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