La propia Sheryl Crow ha confirmado a través de Twitter que tiene un tumor cerebral, pero ha tranquilizado a sus fans asegurando que no es cancerígeno. El diagnóstico se produjo en noviembre del año pasado, según ha detallado en una entrevista con Las Vegas Review Journal reproducida por el NME. Se dio cuenta de que algo no iba bien cuando comenzó a olvidarse de las letras de sus canciones sobre el escenario. «Estaba muy preocupada por mi memoria, así que me hice una resonancia magnética y me encontraron un tumor. Dije: «¿lo veis? Sabía que algo no iba bien»». Sheryl Crow se recuperó de un cáncer de pecho en 2006. Ahora asegura en su perfil de Twitter que se encuentra «contenta y saludable» trabajando en su nuevo álbum.
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