La singularidad de iamamiwhoami, su manera extraña y atípica de revelarse, despertó tanta expectación como recelos en sus inicios, con aquellos virales codificados, indescifrables, que de vez en cuando iban desgranando aquellas canciones que formaban la palabra «bounty» y que culminaron con un único y singular directo, por supuesto disponible online. Para entonces, ya estaba claro que la otrora cantautora-con-apariencia-de-mosquita-muerta Jonna Lee estaba detrás del proyecto. Y pese a que se rumoreaba que Olof Dreijer, mitad del dúo The Knife, podía estar implicado en las producciones de esta nueva identidad de la sueca, hoy parece asegurado (aunque continúa sin hacerse oficial nada relacionado con el proyecto) que el partenaire de Jonna es Claes Björklund, un músico y productor que, además de por colaborar como asistente en las producciones de Martin Terefe (Ron Sexsmith, Travis, Martha Wainwright), tuvo cierta repercusión a mediados de la pasada década como parte del grupo Tribeca.
Todo el misterio y, posiblemente, la incapacidad generalizada de comprender todo el simbolismo que albergaban los vídeos virales de su primera etapa, frustaron pronto la curiosidad de muchos, por culpa del ímpetu por saberlo todo y saberlo ahora que caracteriza la sociedad de hoy, encontrando irritante un proyecto como iamamiwhoami. Todos parecimos quedarnos mucho más tranquilos una vez se supo que, tras el interludio de los singles ‘clump‘ y ‘; john‘, lo próximo que tendríamos iba a ser un lanzamiento convencional. Más o menos. ‘kin’ es el primer largo del supuesto dúo, que llega a las tiendas digitales esta semana aunque, de nuevo de una manera poco convencional: sus nueve cortes ya habían sido desgranados, poco a poco, mediante vídeos que son una parte del álbum tan importante como las canciones. De hecho, en septiembre llegará una cuidada edición en vinilo con DVD.
Pero, indudablemente, lo que hace que ‘kin’ tenga hoy toda nuestra atención es que lo que hemos escuchado (y visto) es algo muy bueno. Con una coherencia envidiable, Jonna Lee presenta un grupo de canciones incontestables, que posiblemente no serán hits nada más que en algunas habitaciones, coches o dispositivos electrónicos del mundo, pero que conforman un precioso, matizado y atractivo producto pop que no está al alcance de muchos artistas de la actualidad. Un pop oscuro que justifica las sospechas que había sobre la participación del mencionado Dreijer, no solo por su similitud formal con The Knife o con el proyecto de su hermana Karin, Fever Ray, sino también por compartir ese espíritu turbador en lo visual. Pese a compartir ese carácter dark pop con los Dreijer (‘drops‘, ‘in due order‘) y con un mayor interés por la melodía que les emparenta con Zola Jesus o Austra (‘good worker‘, ‘sever‘), iamamiwhoami presenta sin embargo una faceta dulce y vulnerable, menos arty y más visceral, en cortes como ‘play‘, ‘rascal‘ o las emocionantes ‘kill‘ y ‘idle talk‘. ‘goods‘ es la guinda disco del pastel, un acercamiento a los Goldfrapp hedonistas desde su mundo fantástico y monstruoso.
Alegóricamente, la portada de cada single de ‘kin’ iba, a medida que aparecían, arrojando cada vez más luz sobre el busto de Jonna Lee, del negro al blanco. En ‘kin’ nada tiene desperdicio y, lejos de enfangarse con interludios instrumentales, se centra en canciones pop que, con la voz de Lee como total protagonista, hablan de amor, sexo y soledad como tantas otras veces hemos escuchado, descubriendo que sus inquietantes y extraños vídeos de acompañamiento no son más que retorcidas metáforas sentimentales. Quizá esto le reste ese punto de fascinación que hacía este proyecto tan atractivo, pero no evita que ‘kin’ sea ya un capítulo precioso en la historia del pop contemporáneo, que ha sabido como pocos aportar singularidad, belleza y diversión a un panorama a menudo plano y predecible.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘drops’, ‘idle talk’, ‘sever’, ‘play’, ‘goods’
Te gustará si te gustan: The Knife, Austra o Zola Jesus, pero aprecias a Goldfrapp
Escúchalo: Youtube, Spotify