«Que las canciones de Chico y Chica tienen droga es un hecho científicamente demostrado. A partir de ahí se puede entrar a juzgar las virtudes del tema, que a mí me parecen muchas, pero no hay que perder de vista el hecho de que cuando acabe el tema lo vas a tener que oír otras 20 veces más así que, hagas lo que hagas, te va a acabar gustando. No te resitas. Es inútil. Hipnótica, divertida, extraña… ‘Tú qué sabes’ lo tiene t-o-d-o». Nicolás del Moral.

«Me cuesta escuchar los discos antiguos de Chico y Chica porque suelo asociarlos a momentos determinados de mi vida personal, y prefiero mantenerlos ahí, como un pasado que no me apetece revisitar (‘Sí’) o que prefiero recordar con el mismo cariño sin abusar de la nostalgia (‘Status’). Eso, unido a que ‘La joven investigadora‘ no me entusiasmó tanto, me ha hecho mirar con recelo el regreso de Alicia y José Luis. Pero con ‘Tú qué sabes’, una hilarante balada de odio que roba el sonido del teclado del ‘Only You’ de Yazoo (y nada más), han vuelto a ganarme porque me recuerda todo lo que me gusta de ellos y porque me hace sentir partícipe de su universo irrepetible, pensar en los que quiero y sé que sentirán lo mismo. Es un símbolo de su singularidad y su inimitabilidad, y eso es tanto o más valioso que mil BNM de Pitchfork o cualquier otro trofeo musical». Raúl Guillén.

«‘Tú qué sabes’ puede tener su gracia sobre todo en su estribillo y en el teclado inmediatamente anterior, pero que Chico y Chica vuelvan con un single sectario sólo para sus hardcore fans en lugar de con uno con el que las nuevas generaciones puedan entender lo geniales que son, es una decepción». Sebas.

«Convertir lo mundano en trascendente y lo aparentemente vital en nimiedad es la especialidad de Chico y Chica con ese sentido del humor que nadie ha sido capaz de superar. Con ‘Tú qué sabes’ vuelven a recurrir al mensajero (como en ‘Coméntele a ella’, por ejemplo) trasmisor de misivas con la petición de que este tercero corrija, además, lo que no esté correcto. Aprendemos nuevos verbos como «parraplear» y unas cuantas expresiones que en breve algunos adoptaremos en nuestro lenguaje diario. No se puede pedir más. ¡Grandes!». Ángela Rubio.