Afortunadamente aquel efímero invento llamado witch-house (¿de verdad existió?) no ha arrastrado con su corta vida a Purity Ring. Incluso puede que su nombre solo se viera asociado a esa vacua escena por una simple cuestión de coetaneidad. Este dúo, formado por los jovencísimos canadienses Megan James y Corin Roddick, ha conseguido salvarse de la quema, sobre todo porque han sabido dosificar y escoger cuidadosamente sus muestras de talento y personalidad. Y, aunque en sus canciones siempre han manejado ambientaciones lúgubres y BPMs muy bajitos, desde que comenzaran a destacar a inicios de 2011 han brillado por su marcado carácter pop.
La sensación al enfrentarse a ‘Shrines’, su álbum de debut, es que Purity Ring han trabajado mucho en crear un proyecto sin fisuras, muy coherente en su parte estética y excelente en lo musical. Tanto lo musical, con ese dark-pop electrónico con rítmica dubstep (pienso en una hipotética colisión entre Robyn y Burial); como lo lírico, en unas letras en las que Megan utiliza inquietantes referencias anatómicas (pulmones como coronas, agua de mar entre los muslos) para expresar sus sentimientos íntimos; y lo estético, con unas preciosas ilustraciones de Matt De Jong que poseen ese impacto aterrador de los viejos cuentos infantiles, conforman un todo exquisito.
Pero ‘Shrines’ es sobre todo un disco que apenas da respiro (solo, quizá, ocurra con la triste ‘Cartographist’) con su pop exuberante, que derrocha a la vez audacia y gancho. Desde viejas conocidas como ‘Ungirthed’ o ‘Lofticries‘, tan convincentes como el primer día, pasando por ‘Obedear‘, ‘Belispeak‘, ‘Crawlersout’, ‘Grandloves’ (en la que utilizan partes de ‘You With Air’, tema de Young Magic −otros interesantes debutantes en este 2012−), ‘Saltkin’, ‘Amenamy’ o el prodigioso single ‘Fineshrine‘ (posible canción del verano en nuestro mundo), cada corte en ‘Shrines’ parece perfectamente capaz de cumplir ese axioma que dice que una canción solo muestra su verdadera calidad cuando es interpretada con una simple guitarra acústica. Hagan lo que quiera que hagan en el futuro, James y Roddick podrán interpretar estas canciones como sea, desde con zambomba hasta con una filarmónica, que no perderán un ápice del poder evocador y la dulzura que transmiten en esta forma. Aunque también es claro que, si hoy tenemos que pensar en quién representará mejor el pop electrónico en este año, parece que apenas ‘kin‘ de iamamiwhoami podría competir con este ‘Shrines’.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Fineshrine’, ‘Belispeak’, ‘Saltkin’, ‘Ungirthed’, ‘Amenamy’
Te gustará si te gusta: iamamiwhoami, Balam Acab, Robyn meets Burial (si existiera)
Escúchalo: NPR