«Sin ningún lugar a dudas, Taylor Swift ha dado en el clavo con ‘We Are Never Ever Getting Back Together’. Con el punto justo country para no decepcionar del todo a sus fans americanos, pero decididamente más pop que nada de lo que haya publicado antes, el nuevo sencillo de Swift contiene el que es, probablemente, el mejor estribillo del año, además de la melodía más pegadiza que se ha oído en mucho tiempo. Normal que siga inamovible del puesto de honor del Billboard. En serio, disfrutar del modo en que lo estoy haciendo de una canción de Taylor Swift es lo último que esperaba hacer en la vida, pero esto es un clásico al canto». JB.
«Sí, sí, es muy simpático eso de meter comentarios aparentemente casuales en la canción como «ese disco indie que es muuucho más guay que el mío» y tal. Y uuuuy, mira, hace con la guitarrica como el ‘Don’t Tell Me’, fíjate… Pero detrás de esas gracietas solo hay la enésima deglución perfecta para adolescentes con picores, de parte de la próxima Jackie O (por aquello de su noviazgo con Connor Kennedy). Así que no pienso escucharla más. Osssea, like ever». Raúl Guillén.
«Me repele mucho la belleza aburrida de Taylor Swift (no puedo verla ni en foto), y más todavía la producción chirriante de esta canción con desagradables voces dobladas y guitarras enlatadas. Sin embargo, no hay pero que se le pueda poner a esta melodía que se recuerda de pe a pa desde la primera escucha. La perfección pop, vamos. Con otra protagonista y estilo, y un final algo más imaginativo, sería la canción del año». Sebas.
«La primera vez oí esta canción podían haberme dicho que era Avril Lavigne y me habría quedado tan a gusto. Como medio mundo, supongo. Es cierto que no tiene ni de lejos el gancho que pueda tener ahora mismo ‘Call Me Maybe’, pero el tema tiene todos los ingredientes para enganchar: arpegio bonico, bridge, estribillo molón, uuuuuuhhs, paradas, estrofas habladas… Sólo por poder cantar con esta ñoñería (y a ser posible a voces) algo como » no, chati, que tú y yo no vamos a volver en la vida» ya habrá valido la pena». Angèle.