Para el fresquito que haría por la noche, el sol era verdaderamente de justicia frente al escenario principal durante la actuación de Fira Fem. Además de los (sobre todo las) fans teenagers que ya estaban cogiendo sitio en las primeras filas para ver a The Killers unas cuantas horas después, había unos cuantos curiosos presenciando el directo de los madrileños, quienes siguen presentando ‘Aedificatoria’, un notable debut que vio la luz hace unos meses. Como unos Tortoise con la mira más puesta en el pop que en la complejidad, nos hicieron bailar y flotar con sus etéreas melodías, pero también prestar atención a los detalles de canciones como ‘Old Man Jacket’ o ‘Cine Azteca’. Una estupenda manera de ponerse en situación de cara al resto de la jornada.
El rock con mayúsculas vino de la mano de los argentinos Cápsula (Lüger también repartieron leña, pero ellos salieron a escena antes). Aún con ‘The Land Of Silver Souls’ como coartada para girar, hicieron sonar su engrasada máquina, tan garajera como psicodélica, en temas como ‘Hit ‘n’ Miss’, ‘Into My Skull’ o ‘Wild Fascination’. No había un gran número de asistentes, pero los que estuvieron disfrutaron a lo grande y es que ver a un frontman como Martín Guevara es ya un espectáculo de por sí. Con guitarra y micrófono inalámbricos y supurando estilo y actitud por los cuatro costados, el argentino se movía por el escenario a placer, bajando al foso o incluso tocando su instrumento con el micro en alguna ocasión. No menos imponente es la sección rítmica que conforman Coni (quien también cantaba) e Ignacio, un brutal colchón que amortiguaba todas las piruetas de Guevara, con la botella de agua incluida.
Aún de día, Django Django se enfrentaron al sol del escenario principal muy poco después de haberse encontrado con la nominación al Mercury, premio para el que parten como favoritos después de Alt-J. Todos sus miembros salieron al escenario con la misma camisa estampada de lunares (los pantalones sí eran distintos), quizá como metáfora de los mundos coloridos y caleidoscópicos a que te trasladan sus canciones. Es fascinante lo lejos que puede llevarte el cuarteto sólo con bajo, batería y guitarra, y los matices funk y country, entre otros, de sus canciones son su clarísima gran baza. ‘Default’ llegó decidida, nada decepcionante, justo cuando empezabas a pensar que quizá les faltaba algo de repertorio. La banda cerró su gira europea con un cálido agradecimiento hacia el público y ‘Wor’.
Como Triángulo de amor bizarro el día anterior, Lüger sonaron trepidantes y potentes en el Escenario Heineken, consolidados como una de las mejores bandas nacionales en vivo del momento. Si el disco del quinteto, ‘Concrete Light’, podía carecer de cierta definición entre el kraut, el post-rock y un probable pasado jevi, sobre las tablas ese batiburrillo se convierte en su tabla de salvación, haciendo vibrar al público con una impresionante sección rítmica y temazos tan abrasivos como ‘Monkeys Everywhere’. Ganazas de saber hacia dónde irán en el futuro.
Todo lo contrario que Supersubmarina. Una amiga nos preguntaba nada más llegar si lo suyo era un concierto de versiones, cuando sus riffs se aproximaban a Two Door Cinema Club y sus canciones a las mil veces escuchadas en el pop alternativo más cercano a la radiofórmula de los últimos 20 años. Estridencias como ‘Santacruz’ estresan. Otras veces simplemente aburren. A su favor hay que destacar, por supuesto, su buena conexión con el público y su habilidad para desenvolverse en un escenario gigante frente a miles de personas. Algo que ya quisieran muchos grupos con mejores críticas. Y ya.
Los dos últimos conciertos del escenario grande vieron más público que ningún otro del festival. Sigur Rós se acercaron el viernes, pero la masa que estaba viendo a The Kooks (probablemente también cogiendo sitio para la gran actuación de la noche) era de órdago, con una ingente cantidad de asistentes a lo largo y ancho de la explanada frente al escenario principal. Los chicos de Brighton, con un Luke Pritchard muy animado, lo pasaron bien y nos lo hicieron pasar bien con ‘Junk Of The Heart (Happy)’, ‘Do You Wanna’ o ‘Shine On’, algunas de las cuales se pueden considerar ya como pequeños himnos indies. La sorpresa de la noche vino dada por la aparición (justo un año después) de Mark de Foster The People, para versionar ‘Pumped Up Kicks’ junto a sus anfitriones, quienes venían tocando la canción desde hace un tiempo. Toda una fiesta que fue preludio (y buen presagio) de lo que estaba por venir.
Si el viernes el sorpresón de la noche venía de la mano de The Shoes, que daban un concierto memorable, Capital Cities no quisieron ser menos, y se revelaron como uno de los conciertos imprescindibles de la jornada. Los californianos dejaron a un lado los complejos por ser probablemente uno de los grupos más desconocidos del cartel y desplegaron un torrente de energía, motivación y buena música que generó conversaciones del tipo «¿qué es ese fiestón en el escenario de al lado?», que terminó atrayendo a buena parte del respetable, que aguantó estoicamente incluso a pesar de que la hora para ver a The Killers se iba acercando peligrosamente. Se disfrutó sobremanera con su trallazo ‘Safe And Sound’, pero lo que verdaderamente movió a muchos a saltar desde la barrera fue esa versión del ‘Holiday’ de Madonna con la que cerraron su show.
A poco más que dos canciones de su nuevo disco se limitó el show de The Killers, y eso que formó parte de lo que ellos mismos llaman «Battle Born Tour», es decir, la gira de presentación del álbum que saldrá mañana. Claro, que no es de extrañar teniendo en cuenta dos cosas: la primera que, aunque el disco se haya filtrado, todavía no se encuentra oficialmente en tiendas. Y la segunda, que en general el nuevo trabajo de la banda es un poco «meh». Quizá por eso los de Brandon Flowers decidieron presentar una cuidada (y equilibrada) selección de temazos de sus tres discos anteriores con los que enamoraron a su público y sirvieron en bandeja de plata un concierto de 10. Flowers estaba perfecto como frontman: no habló en exceso, chapurreó todo el español que pudo y se dedicó a hacer las dos cosas que mejor sabe hacer: la primera, cantar. La segunda, poner posturitas, saberse guapo y provocar lipotimias y enamoramientos en el público. No se puede ser más adorable que este tipo.
Así, la actuación comenzó con un sonoro ‘Runaways’, que parece que ha calado más de lo que reflejan las listas de éxitos entre el público. Para las siguientes, cuatro trallazos en toda la frente: ‘Somebody Told Me’, ‘Smile Like You Mean It’ y ‘Spaceman’. No se dejaron en el tintero tampoco un homenaje a Alphaville (‘Forever Young’) ni una segunda referencia a ‘Battle Born’, con una ‘Miss Atomic Bomb’ que tiene todas las papeletas de convertirse en uno de los exitazos del futuro trabajo de los de Las Vegas. Eso sí, la locura total vino de la mano de ‘Human’, una de las canciones que el público esperaba con más ahínco junto con ‘Mr. Brightside’. Para entonces, Flowers tenía al público tan metido en el bolsillo, tan absolutamente a sus pies, que nadie movió ni una pestaña durante el tiempo que separó la última canción del set principal (‘All These Things That I’ve Done’) de los bises, con ‘Jenny Was a Friend of Mine’ y una arrebatadora ‘When You Were Young’, que parece una de las preferidas de los fans y que puso el punto final a un memorable concierto que, en parte gracias al buen hacer de The Killers y en parte a toda la parafernalia propia de un gran show de una diva (cohetes, papelitos, pirotecnia, bengalas…) quedará en la memoria de todos los asistentes durante bastante tiempo.
Si el día anterior Justice nos mató y no pudimos quedarnos a ver a Joan Luna pinchar a pesar de la curiosidad que teníamos por escuchar su selección musical, el sábado restaban muchas ganas de fiesta tras el conciertazo de los Killers. La sesión de Eme DJ fue una diversión absoluta, con el público universitario y de todas las edades y tipos bien entregado, manos arriba, en un fiestón colectivo con sabor a carpa pop en el FIB. A este festival recordó también esa manera de pedir a la gente que se vaya a casa con una simpática cinta. Después, en el after party del Ochoymedio, donde se entraba gratis con la pulsera, no cabía ni un alfiler. quietmansmiling, Farala, Sebas.
Fotos: Killers (Surfer Rosa). Resto (quietmansmiling)