La banda de Glasgow Frightened Rabbit mostró a lo largo de sus tres álbumes anteriores una clara progresión sonora, de la intensidad rock de su debut, ‘Sings The Greys’ (2006), hacia la propuesta más épica y melodramática que mostraban en ‘The Winter Of Mixed Drinks’ (2010) y que por momentos hacía pensar en fórmulas mucho más populares como Snow Patrol o David Gray. Aunque de forma discreta, el público valoró ese giro progresivo de los de Scott Hutchinson y eso les valió el paso de la indie Fat Cat a Warner, que acaba de publicar el cuarto álbum de la banda, ‘Pedestrian Verse’. Cuando todo hacía pensar en una sangría crítica por parte de los medios especializados por las concesiones populistas que se auguraban, el quinteto no deja lugar a peros con un álbum soberbio, el mejor de su carrera.
Aunque, como decíamos, han ido poco a poco dando paso a una versión más vendible de sí mismos, los escoceses aún conservan de forma irrenunciable la raíz del folk rock norteamericano más genuino y una elogiable buena mano para aportar matices interesantes a sus canciones, asistidos en esta ocasión por el productor y arreglista Leo Abrahams y apostando por no caer en el obvio recurso de llenarlo todo de ampulosas cuerdas. Digamos que, sin llegar a alinearse con la algarabía simplista de Mumford & Sons, Frightened Rabbit son una versión europea de lo que tan bien hacen bandas norteamericanas como Okkervil River, Shearwater o Bright Eyes. ‘Pedestrian Verse’ supone una conseguida mezcla de rock tan inteligente e intenso como eficaz y emotivo, en una sucesión de cortes que raramente descienden de la categoría de himno.
El medio tiempo que abre el álbum, ‘Acts Of Man’, ejerce de introducción a una palpitante primera parte en la que ‘Backyard Skulls’, el acertado single ‘The Woodpile‘, ‘Late March, Death March’ o ‘Holy’ (¿un pequeño homenaje a los U2 de los 80?) pugnan por erigirse en favoritas del oyente, a las que se suman más tarde ‘Dead Now‘ y ‘State Hospital’ (protagonista de un EP publicado ya hace unos meses y recuperada para la ocasión). Estas dos últimas realzan una segunda mitad del álbum algo más reposada, quizá algo lastrada por los dos interludios de ‘Housing’, en la que los de Glasgow saben sacarse partido en pistas menos eufóricas, como la bellísima ‘Nitrous Gas’ o la final ‘The Oil Slick’.
Sin ser una pluma privilegiada, resulta destacable el esfuerzo de Hutchinson, que por primera vez ha sido ayudado por sus socios en la composición de todos los temas, por ofrecer unas letras bonitas y alejadas de lo facilón, aunque no siempre lo consiga (la aparente crítica a la Iglesia de ‘Holy’ se antoja algo timorata). Demuestra aquí su talento para dotar de tintes literarios temas tan distintos como el aislamiento (‘The Woodpile’), la dificultad de preservar la individualidad en una relación (‘Backyard Skulls’) o la dura narración de una vida abocada al desastre desde su concepción (‘State Hospital’), buscando esta vez un punto de vista más universal que personal. Aunque, claro, parece inevitable que la ruptura con su última pareja, sucedida durante la composición del álbum, salga a flote, tal y como se intuye en ‘Late March, Death March’ o ‘Dead Now’. ‘Pedestrian Verse’ es un álbum muy completo, que ofrece una ponderada mezcla de pop rock interesante y disfrutable y que, si hubiera justicia, debería catapultar a Frightened Rabbit a llenar amplios recintos y ver su nombre a la altura de grupos como los antes mencionados Mumford & Sons o Band Of Horses.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘The Woodpile’, ‘Backyard Skulls’, ‘Nitrous Gas’, ‘Late March, Death March’
Te gustará si te gustan: Shearwater, Okkervil River, Mumford & Sons
Escúchalo: Deezer