Yeah Yeah Yeahs / Mosquito

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Yeah Yeah Yeahs / Mosquito

Yeah Yeah Yeahs siempre nos la juegan. ‘It’s Blitz‘, el que tenía que haber sido su disco definitivo tras una buena sucesión de singles extraídos de los dos primeros álbumes, venía presentado por un sencillo tan atronador como ‘Zero’… que no tenía una correspondencia demasiado directa con lo que encontrábamos en el resto del álbum. Y ahora igual. Su nuevo lanzamiento, ‘Mosquito’, de portadón polémico con ciertas reminiscencias a ‘Nevermind’, ha llegado precedido de un tema que cuenta con el mejor gospel que ha visto el pop desde la edición de ‘Screamadelica‘ (lo siento, Blur). No es la primera vez que el grupo de Karen O se inspira en Primal Scream, ya lo hacía en otra de sus vertientes la misma ‘Zero’, pero el caso es que ‘Sacrilege‘ es una canción tan contundente que sólo por ella dan ganas de comprarse el álbum entero como si estuviéramos en los años 90. Por no hablar de su interpretación televisiva, con la directora de coro más cool de la historia.

‘Mosquito’, en cambio, es otra cosa y, como todo disco de Yeah Yeah Yeahs, no logra convertirse en una obra maestra. La banda mantiene ciertos problemas de cohesión, pasando de incluir cosas tan intrascendentes como la tonta canción titular -Karen está irresistible zumbando, eso sí- a despedir el disco con una ‘Wedding Song’ que trata de resultar emocionante tirando de unos punteos a lo The xx. Las letras se mantienen además demasiado modestas, y no me refiero a ‘Mosquito’, que tiene su gracia (aunque ya que Karen dice que no hay muchas canciones sobre este tema, ‘Qué piensas de los insectos’ de Los Pegamoides llegó antes), sino a lo escueta que resulta la misma ‘Sacrilege’. Sin embargo, y para sorpresa de los que los identificaron como un hype rockero hace 10 años, sus álbumes han conseguido quedarse con nosotros a lo largo del tiempo y ‘Mosquito’ no será una excepción por muchos motivos.

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La maravilla que Björk creó con el sonido de un tren en ‘Bailar en la oscuridad’ es ahora recreada en la curiosa ‘Subway’ -explícito título que introducen como el segundo tema sobre Nueva York de su carrera aparte de una cara B-. Puede que 13 años después el recurso no sea tan original, y que tampoco lo sean otros trucos empleados en el álbum, pero la clave por la que el disco funciona es la comodidad con que Yeah Yeah Yeahs se muestran tanto en esta propuesta como a lo largo de los diferentes géneros recorridos después, dando la sensación de que pueden hacer lo que quieran, que siempre les saldrá bien.

Ayudados por la paz de grabar a gusto en un estudio modesto de Nueva York en plan lo-fi, salen airosos de un hip-hop en ‘Buried Alive’ (ft. Dr Octagon, Kool Keith), en donde la participación de James Murphy en la producción, como él mismo avanzó, es anecdótica; de una ambiental ‘Always’ que habría pegado en aquel disco editado en el 95 por The Passengers y donde había una canción igual de encantadora llamada ‘Always Forever Now’; de ese experimento que recuerda a Bronski Beat llamado ‘Slave’; y por supuesto del hit rock a lo ‘Area 52’, perfecto para suceder a la preciosista ‘These Paths’ como contrapartida.

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Vuelve a repetir Dave Sitek de TV On The Radio en la producción acompañado de Nick Launay, definitivamente las personas perfectas para hacer al grupo sonar mucho más interesante de lo que probablemente sea en realidad. Lo comprobamos cuando incluso las dos únicas canciones todavía no mencionadas, ‘Under The Earth’ y ‘Despair’, quizá no tan vistosas como otras a simple vista, presentan espléndidos desarrollos. No hay difícil cuarto disco para la banda, que con algo tan sólido como ‘Mosquito’ se confirma definitivamente como una superviviente de la pasada década.

Calificación: 8/10

Lo mejor: ‘Sacrilege’, ‘Mosquito’, ‘Under The Earth’, ‘Despair’
Te gustará si te gustan: Primal Scream, TV On The Radio, Garbage, U2
Escúchalo: Youtube

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