Boards of Canada / Tomorrow’s Harvest

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Boards of Canada / Tomorrow’s Harvest

bo-canadaBoards Of Canada pertenece a esa generación de músicos que irrumpieron en la segunda mitad de los 90 y para los que la textura era tanto o más importante que el ritmo. Los breaks asimilados del hip hop compartían protagonismo con los paisajes electrónicos en un punto intermedio entre Autechre y Fennesz, aunque quizá su mayor parentesco sea con los islandeses múm, si bien no llegaron a coquetear con el pop tanto como ellos.

El gusto por los timbres evocadores y grises -no podía ser menos viniendo de Escocia- y por el ritmo cortante -aunque en las antípodas de las velocidades de vértigo del jungle- es algo que Michael Sandison y Marcus Eoin comparten con la generación del dubstep más inquieto. Quizá por eso no nos dimos cuenta de que se fueron (su último LP es ‘The Campfire Headphase’, de 2005) y, ahora que han vuelto, parece que siempre han estado ahí. En un primer semestre de 2013 repleto de regresos espectaculares (My Bloody Valentine, David Bowie, Daft Punk), ‘Tomorrow’s Harvest’ es lo que menos se parece a un reencuentro con el pasado.

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Y eso que el disco sigue la estela de ‘Music Has The Right To Children’ (1998) y ‘Geogaddi’ (2002). Aunque, como un sitio al que regresas diez años después, pequeños detalles desvelan el tiempo pasado. Lo más curioso de todo es que Boards Of Canada también se han dejado influir por lo retro y muchos de los cortes, sobre todo al principio del disco, muestran un aire ochentero, con sonidos sintéticos de calidez analógica. Empezando por la fanfarria electrónica de ‘Gemini’ y el etéreo coro maquinal del adelanto, ‘Reach For The Dead’, el álbum comienza sonando más Com Truise que Burial, aunque el ritmo oxidado que aparece a mitad del tema acaba decantando la balanza hacia el oscuro creador de Bristol.

El coqueteo con el dubstep continúa en temas como ‘Split Your Infinities’ y ‘Nothing Is Real’, donde un piano lejano y unas voces fantasmales parecen rozar la etiqueta. De cualquier manera, el dúo puede ir más allá del género y lo demuestra con ‘Jacquard Causeway’, uno de los temas más desasosegantes del año, con un martilleo antirrítmico que se aparecerá en las pesadillas de más de uno.

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Pero que no se engañe nadie, ‘Tomorrow’s Harvest’ es un disco de Boards of Canada: no está hecho para bailar. Dentro de sus 17 cortes -siempre han sido de los de cuantos más, mejor- hay bastantes estrictamente ambientales (‘Telepath’, ‘Uritual’, ‘Semena Mertvykh’) y otros con largas introducciones evocadoras o que, a pesar de las percusiones, no pierden su carácter contemplativo, como de banda sonora cinematográfica -‘Cold Earth’, ‘New Seeds’-. Y, en mitad de todos ellos, una rareza como ‘Palace Posy’, algo así como lo más pop que le puede apetecer hacer a este dúo cuya discreción les ha hecho no perder la vigencia.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Jacquard Causeway’, ‘Reach For The Dead’, ‘Palace Posy’
Te gustará si te gusta: Burial, Actress, Com Truise, Fennesz, Aphex Twin
Escúchalo: el single, en Deezer

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