Si me hubieran dicho hace, no sé, diez años, que estaría enganchado a un disco de sonido tan AOR (paradójicamente, no es un disco muy adulto) como ‘Days Are Gone’, posiblemente me habría descojonado. Pero mira, aquí estamos. Si el pop es algo tan mágico es precisamente por su inagotable capacidad de sorpresa, por ese excitante e inexplicable poder que te hace olvidar cualquier prejuicio. El álbum de debut de Este, Danielle y Alana Haim (aunque sea injusto minimizar el papel fundamental del batería Dash Hutton) hace recordar en más de una ocasión a aquel otro trío de alto pedigrí llamado Wilson Phillips que triunfaba en los albores de los 90. Pero, de forma insospechada, lo que podía ser una horterada más blanda que la mierda de pavo (que diría aquel) es un disco que logra transmitir euforia y unas insoportables ganas de bailar.
Resulta difícil explicar qué es lo que hacen bien estas jovencitas californianas y qué las separa de artistas tan melifluas como las mencionadas en el anterior párrafo o la misma Shania Twain (¿a qué si no suena ‘The Wire’?), pese a compartir ciertos puntos en común. Quizá sea porque su claro revivalismo ochentero se alimenta también de la elegante sofisticación que entonces practicaban Fleetwood Mac, Peter Gabriel o Kate Bush, o por hacer que esas referencias mariden perfectamente con recurrentes sonidos funky, soul y R&B, que conectan directamente con lo que hoy en día practican Jessie Ware o Solange. Lo único cierto es que singles como ‘Forever‘, ‘Falling‘ o ‘Don’t Save Me‘ no han sufrido un ápice de desgaste, por más que las hayamos explotado durante muchos meses, y que ‘Days Are Gone’ es un disco tremendamente sólido y, además, adictivo.
Esas tres canciones junto a ‘The Wire‘, el último single que han publicado y uno de los growers más claros de la temporada, son los momentos más deslumbrantes del álbum. Pero el resto del minutaje convence y reafirma todas sus virtudes, desgranando además alguna que otra pequeña sorpresa que invita a pensar que su recorrido no se limitará a este gran debut. ‘If I Could Change Your Mind’, tema que cuenta con la colaboración del productor (Arctic Monkeys, Florence + The Machine, Klaxons) y músico (Simian Mobile Disco) James Ford, podría perfectamente ser un próximo single a la altura de sus precedentes. Y lo mismo podemos decir de ‘Honey & I’ y sus aires sureños, o del bailable corte titular ‘Days Are Gone’, un tema co-escrito junto a Jessie Ware (su anterior mención no era casual, claro) y su colaborador Tom Hull (co-autor, también, del hit ‘Sweet Nothing‘), con una producción que ejemplifica a la perfección el crossover de pasado y presente que estas chicas bordan.
Pero, además, en este álbum nos tropezamos con inesperadas y más que eficaces mezcolanzas de hip hop, rock y R&B como ‘My Song 5’, épica rítmica como ‘Let Me Go’ o la oscura y evocadora ‘Running If You Call My Name’. Todo, por supuesto, sacando el máximo partido al gran magnetismo de las potentes y cuidadas armonías de sus tres voces, aunque sea Danielle la que destaque y lleve la batuta casi siempre. Al final, uno llega a la conclusión de que lo que hace a ‘Days Are Gone’ tan especial, excitante y adictivo es que nada parece forzado o impostado, todo suena genuino y honesto, incluso en esas letras sobre relaciones personales en las que, lejos de buscar la complicidad de la víctima, no dudan en mostrarse como ocasionales verdugos. Son solo tres chicas que llevan tocando y actuando juntas desde pequeñitas y que han sabido encauzar su talento natural para el pop de forma brillante. Así de simple, pero así de difícil.
Calificación: 8/10
Lo mejor: es que lo mejor no se queda en ‘Forever’, ‘Don’t Save Me’ y ‘Falling’.
Te gustará si te gustan: Solange, Alex Winston, Shania Twain
Escúchalo: Deezer