Si a alguien le da por preguntarse sobre la función de la crítica cinematográfica, una posible respuesta podría ser ‘Gente en sitios’. La última película de Juan Cavestany, pionero en España del llamado cine low cost, ha dado el “salto al cine”. Después de haber cumplido con éxito su gira festivalera, el destino “natural” del filme era el deuvedé, las salas alternativas y las plataformas digitales. Pero no. Gracias al entusiasmo mostrado por la crítica en San Sebastián, Sitges o Toronto, ‘Gente en sitios’ se ha estrenado comercialmente en varias salas de Madrid y Barcelona. Todo un logro. Quizá haya quien piense que no era necesario, que qué más da los canales por donde se distribuya. Pero no es verdad. Hoy por hoy, la visibilidad y la rentabilidad siguen pasando por las salas. ¿Cuánta gente vio la no estrenada ‘Diamond Flash’, el fenómeno low cost español del año pasado?
‘Gente en sitios’ es una comedia de (post)humor esquinado, absurdo, enigmático. Un álbum de tiras cómicas (y no tan cómicas), con viñetas en blanco entre medias, por donde aparecen estrellas del cine español como Eduard Fernández, Maribel Verdú, Antonio de la Torre o Santiago Segura, y donde resuenan los ecos de Kafka, Beckett, Lynch, Buñuel, Miguel Noguera o el humor chanante. Una película fragmentaria, dislocada, pero de sólido y unitario discurso. Una singular y desoladora metáfora de un estado de ánimo colectivo y un elocuente reflejo de la actual situación social. Gente en crisis, gente desconcertada, gente desconectada.
De la sonrisa a la mueca, de la carcajada al ceño fruncido, del confort a la incomodidad. ‘Gente en sitios’ empieza con una sucesión de gags extraordinarios, de hilarante humor absurdo, para, poco a poco, tras un interludio literalmente kafkiano, transformarse en un extraño drama social con ribetes de pesadilla existencialista. Perturbadora, anómala, desconcertante. Una película de sencilla premisa y discurso inagotable: gente en sitios a los que les pasa algo. 8,5.