Ruth Lorenzo será la representante de España en Eurovisión. Su estrategia de construir un hype en torno a sí misma durante los últimos meses -incluyendo mails de su representante a los medios para ser entrevistada- puede considerarse un éxito. La murciana, que se ha crecido después de haber participado en el Factor X británico, ha ido labrando su camino poco a poco hasta plantear la representación del país, incluso convenciendo a la gente de que merecía todo esto más por encargo divino que por méritos musicales.
Ruth Lorenzo podrá quedar bien o mal en Eurovisión, pero acude al festival con una pesada losa: el jurado. Incluso a pesar de haber contado con lo más casposo sobre la faz, esto es, David Bustamante (también estaban Merche y Mónica Naranjo), nadie públicamente la ha apoyado especialmente. ¿Por qué razón? Se desconoce. El jurado se decantó por unanimidad por Brequette, quizá por el lejano aroma a Rihanna de su canción, quizá por el medio llamativo desarrollo del tema. Pero el voto del público cuenta más y ante el empate -a 66 puntos-, el voto del público decidía.
¿Qué nos queda de consuelo? ¿La sirenita en cocos? No. Que la todavía más casposa -que ya es decir- canción de La Dama, aparentemente una venganza de Melendi vete tú a saber por qué, era unánimemente rechazada, e incluso el concursante Jorge, el único preocupado por una coreografía, ni con todo su gracejo latino, lograba conquistar a Busta. Raúl recibía unas palabras de aliento y cariño, quizá por medio pena, pero no tenía nada que hacer. Todo quedaba entre Brequette y Ruth y sus propuestas en spanglish, equilibrándose la balanza finalmente hacia esta última. ¿Nos arrepentiremos?