Esta semana se publica ‘Resituación’, el nuevo disco de Nacho Vegas. Precedido por los singles ‘Actores poco memorables’ y ‘Runrún’, este último presentado por el proyecto contestatario Fundación Robo del que participa activamente, se trata sin duda del lanzamiento más implicado social y políticamente de su carrera. El artista se ha acercado a Madrid para promocionarlo antes de embarcarse en una gira que ya tiene alguna fecha agotada, como la del 15 de mayo en Madrid junto a Pablo und Destruktion (el 16 hay otro concierto programado).
Antes de leer el libro de Lengua de Trapo sobre ‘Cajas de música difíciles de parar’, no me esperaba que el factor político tuviera tanto peso en el libro. Ahora resulta que sí has hecho tu disco más político, ¿pero crees que en el libro la parte política tenía un peso excesivo para lo que era aquel segundo disco?
Cuando hablé con (el autor) Carlos Prieto quedamos en que queríamos situar el contexto en el que se hizo el disco. Está pasando con otros libros de Lengua de Trapo, como el de Mecano o el de los Pegamoides. No era un disco político, pero me parece que tenía más sentido situar ese disco en su contexto que en el caso del libro de ‘Una semana en el motor de un autobús’ o el de ‘Omega’. No creo que mi disco tuviera tanto peso por sí mismo. De todas formas, se puede hacer una lectura política de cualquier disco. Y esa época es la primera en que hice canciones como ‘Canción de palacio’, ‘Por culpa de la humedad’, ‘Gang bang’, que iban más allá de lo que había hecho en ‘Actos inexplicables’. Además, la dimensión política no está solo en el disco, en aquella época por ejemplo toqué varias veces con Ladinamo.
Te involucraste en la promoción del libro. No te voy a preguntar por qué otra gente de la colección, como Mecano o Alaska, no lo han hecho, pero sí qué crees que tienes de diferente para que no te importe que un libro te desnude tanto.
Sí que te tengo que decir que no sé… Quizá los otros son gente con más recorrido, están más alerta sobre cualquier cosa crítica que se pueda escribir sobre ellos. Víctor (Lenore) es gente que conozco desde hace tiempo y remoloneé un poco, me propuso nombres para hacerlo que no me convencían, no veía el tratamiento que se le iba a dar hasta que salió el nombre de Carlos, que no es fan mío, conocía bien Asturias… Le decía a Víctor que ese disco no merecía un libro. De haber elegido un disco mío, habría elegido ‘Desaparezca aquí’. Pero una vez que dije que sí, fui hasta el final (se ríe).
Preguntado de otra forma, ¿crees que un artista tiene que perder el miedo a que se cuenten cosas sobre él que en realidad todo el mundo sabe, que tiene que reírse de sí mismo…? Antes las discográficas intentaban torpemente ocultar ciertas cosas y casi que era peor.
No es una cosa que me haya formulado así, pero sí que lo veo. Por la forma de escribir que tengo, parto de experiencias muy íntimas y hay gente a la que no le gusta lo que hago porque le parece impúdico, pero no puedo hacer otra cosa, escribo de cosas que me rodean, cercanas, y cuando se habla del disco, el disco implica el momento, el lugar, las experiencias vitales que te rodeaban… no sé, yo no tengo ningún problema. En Rockdelux me han preguntado si no me ha afectado el libro, y no, no me ha afectado… A veces han salido cosas que me han afectado un poco, pero bueno, la verdad es que me fiaba bastante de Carlos.
«Yo también crecí con Rockdelux y soy lector, y lo que diga me afecta, estoy atento. La crítica de Santi Carrillo me ha dado que pensar y le daré vueltas».
¿Te ha afectado el tratamiento de Rockdelux al disco, tanto la crítica como la entrevista? Muchos te descubrimos gracias a Rockdelux precisamente y este disco no les ha gustado mucho… ¿es algo que te da igual?
No me da igual, no. Yo también crecí con Rockdelux y soy lector, y lo que diga me afecta, estoy atento. La crítica de Santi Carrillo me ha dado que pensar y le daré vueltas. Es una crítica negativa que está currada, que va canción por canción. No sé si yo estoy equivocado, lo está él o es que estamos en sitios diferentes. En cuanto a la entrevista, son dos cosas diferentes. La entrevista no la entiendo, no me parece que esté a la altura de otras entrevistas de Rockdelux. La crítica lo explica todo muy bien, por qué les ha parecido que este disco es muy malo.
¿Te molesta que un medio diga que este disco es más «pop» -todo lo pop que puede ser un disco con este contenido-?
No, «pop» es un lenguaje que me gusta. Los primeros grupos de los que era muy fan, Housemartins, Billy Bragg, McCarthy, eran política mezclada con canciones de amor. El pop lo adoro. Lo que me dolió es una cosa que me dijo Santi Carrillo antes en privado, y es que había hecho esto por vender más.
Yo creo que vas a vender menos.
Es lo que he hablado antes con la gente de mi oficina (risas), pero bueno.
¿Te ha decepcionado el curso que han seguido las cosas desde el 15-M?
Para nada, me ha ilusionado mucho, se han logrado un montón de cosas, lo que pasa es que en los meses posteriores, yo creo que desde el día 16 ya se decía que no había cambiado nada. La gente espera que las cosas sucedan demasiado rápido, de un día para otro. Pero para mí estos tres años se han impulsado centros sociales, movimientos como las mareas, los cierres de los CIES, asambleas vecinales… para mí eso es el 15-M. Ahora se está cuestionando el discurso, algo que antes del 15-M nos parecía indestructible.
En un especial 15-M nos contestaste a una pregunta por mail que no ibas a votar. Entiendo la decepción en torno al sistema, pero cuando sale una ley como la del aborto es claro que un partido tiene una opinión diferente, mucho más reaccionaria que la de otros. En esos casos, ¿no te arrepientes de no haber votado?
Bueno, en algunas elecciones he votado y en otras no. No soy un abstencionista convencido. Está bien visibilizar que la crisis económica es también de los partidos, de su ineficacia como agente de transformación social. Creo que el voto no es lo único, creo que tiene que haber más autoorganización, otras cosas, pero en las siguientes elecciones sí voy a votar. Si tienes razón… hay políticas en las que el voto sí incide. Pero también creo que habría que cambiar a los partidos desde abajo, los movimientos sociales tienen más poder de transformación social que los partidos del Congreso. Si la ley del aborto fuera como debería ser, no la del PSOE, sino que fuera un aborto libre en la Seguridad Social, sería porque la gente lo pide. No me creo mucho la postura del PSOE… Pero son cosas que pienso, votar o no, y no es una cosa que tenga muy clara.
«Muchas canciones sobre la muerte son canciones alegres, con acordes mayores… Es un contraste, una paradoja interna que yo creo que hace que las canciones funcionen.
La música no es tan agresiva como algunas partes de los textos de este disco, que te incitan a salir a las calles incluso de una forma violenta. ¿Al producir el disco no fue una opción hacerlo más rockero o preferías conservar un equilibrio?
A veces pienso que me gustaría hacer canciones más agresivas musicalmente, pero no me sale esto de «voy a hacer una canción más punk», las canciones van surgiendo, no lo decides. No es muy diferente a lo que pasa con otras canciones que he hecho, siempre busqué el contraste, como se ve en la música tradicional, en el cancionero asturiano… donde muchas canciones sobre la muerte son canciones alegres, con acordes mayores… Es un contraste, una paradoja interna que yo creo que hace que las canciones funcionen.
Es un poco el caso en este disco de ‘Un día usted morirá’.
Sí, es la más saltarina. Es verdad que no es muy alegre, no (risas). Es el tipo de canción que me puede recordar a los 80, a Housemartins.
Has escrito sobre ellos en un libro, además.
Era muy fan de jovencito, cuando sacaron el segundo tenía 13 años, no sé por qué los he vuelto a recuperar. Paul Heaton tiene una actitud aún que me mola mucho. Las letras hablaban de precariedad laboral de manera muy agresiva. La gente que bailaba no sabía de qué estaba hablando y es probable que eso acabara con el grupo: llegar a tanta gente y que la gente no captara de qué hablaban las canciones…
Bueno, yo sí sé por qué los has recuperado. Como entidad artística, no siempre fuiste un cantautor tan comprometido, pero ahora te viene bien recordar que tenías eso dentro desde siempre para cerrar un círculo…
Cuando me propusieron escribir en ‘Memorias sónicas’, también pensé en ese disco porque tenía mucha pertenencia la situación actual.
Si no más rock, ¿sí has pensado algún tipo de musicalización distinta para este disco por su valor social? Pienso sobre todo en los coros, son como obreros, remiten a manifestaciones….
Sí, es lo que buscaba, me gustan mucho los coros en las canciones, y en este caso contar con los de Ladinamo y el Patio Maravillas me hacía ilusión. ‘Polvorado’, ‘Runrún’… son canciones que tienen un contenido político, son canción protesta pero también tienen un punto de celebración que me interesaba mucho. Hace un tiempo canciones como ‘Polvorado’ no me habrían salido. En ‘Manifiesto desastre’, la canción ‘Un desastre manifiesto’ me la imaginaba como ‘Polvorado’, con ese aire de celebración, pero no me salió, me quedó muy oscura, y ahora creo que sí podía meter coros y lograr que tuvieran el papel que quería.
‘Adolfo Suicide’ es musicalmente una de las canciones más distintas, y también te quería preguntar si crees que se va a interpretar de diferentes maneras su nombre. Va sobre un personaje concreto, pero…
Sí es cierto que es la última canción que incorporé al repertorio del disco. Es de las pocas que están producidas en el estudio, el grupo apenas la había escuchado. Es diferente, pero al ser un disco muy de personajes, me apetecía que esta y ‘Rapaza’, que podían haber quedado fuera, estuvieran como contraste. Estas dos son centradas en dos personajes, pero son dos temas de admiración. Esta es una canción de amor a Adolfo P. Suárez, que trabajó en las portadas de ‘La zona sucia’, ‘Cómo hacer crac’… Es muy amigo mío, lo quiero mucho. ¿Lo del nombre por qué lo dices?
Creo que mucha gente no conocerá a Adolfo P Suárez y la gente pensará en Suicide, el grupo, Adolf Hitler y sobre todo Adolfo Suárez, teniendo en cuenta que la palabra «Transición» con connotaciones negativas tiene un peso enorme en el disco y en las entrevistas promocionales, donde estás hablando bastante de los progres, por no hablar de las citas a Ana Belén y Víctor Manuel en una de las canciones. Estás situado en una época muy concreta.
Me lo dijo alguien. Adolfo se puso P para no ser Adolfo Suárez. A la Transición se le puede meter caña, pero hacer una canción a Adolfo Suárez no… (risas). Su figura ya estaba enterrada, nunca lo habría relacionado.
En la última entrevista que te hice hablaste bien de Joaquín Sabina, pero veo que no va a ser el caso de Víctor Manuel y Ana Belén, que en una de las canciones aparecen en una pesadilla.
Tanto ellos como Miguel Bosé aparecen como iconos, no tengo nada en contra de ellos ni de su música. Tienen connotaciones para cualquiera que haya vivido su infancia en los 80, son figuras públicas que te remiten a aquella época. No tengo nada en contra de ellos.
¿Por qué has hecho esta intro en el álbum? Es como una banda sonora que luego no tiene tanto que ver con el resto del disco… El título, ‘Indefensos’, sí, pero musicalmente, ¿qué has querido decir poniéndola en primer lugar?
La hice para los conciertos homenaje a Mike Leigh, cerrábamos con esta canción. Quería hacer un tema instrumental, con música que remitiera a la música de sus películas y con el montaje tenía pertenencia. No rescaté canciones del espectáculo para este disco, quizá las grabe más tarde, no sé, pero esta sí quería meterla porque este disco es coral como las películas de Mike Leigh, donde hay personajes normales, vulgares, con sus luces y sus sombras, son personajes solitarios, un poco egoístas, atrapados en un mundo individualista… Mi disco no tiene tanto, pero sí tiene la misma dimensión coral. Es uno de mis directores favoritos, había vuelto a ver sus películas en estos dos años y para mí esta canción son como unos títulos de crédito de lo que vas a oír. Pero es verdad que es más solemne y por eso tiene más sentido que abra en lugar de estar en otro lado.
¿Vocalmente en este álbum has querido utilizar más tomas en directo o cantar de otra manera por alguna razón?
¿Lo dices porque no canto bien en este disco?
«Yo tengo muy poca voz ya y sé que mi voz no es del todo agradable, pero a veces quería acentuar esa parte áspera. La melodía del single es muy sencilla. Fuera de tono no está. Hay un momento del disco en que desafino, pero no es ese»
No soy músico, pero hay una parte del single que me da la sensación de que la voz no está donde debería estar. Me pasa en algún punto aislado del disco.
Mucha gente me lo dice, por algo será. Igual lo tengo tan cerca que no me doy cuenta. El tratamiento de las voces está muy pensado. Cada voz está tratada de manera diferente. Yo tengo muy poca voz ya y sé que mi voz no es del todo agradable, pero a veces quería acentuar esa parte áspera. A lo mejor ocurre por eso. No es que sean tomas más de directo. Grabar he grabado como siempre: Paco me graba varias tomas seguidas y escoge la mejor de ellas. Todavía no sé qué suena raro a la gente. La melodía del single es muy sencilla. Fuera de tono no está. Hay un momento del disco en que desafino, pero no es ese.
¿Y cuál es?
En ‘La vida manca’ en la tercera estrofa.
El uso del sexo de tus letras tiene bastante que ver con la sordidez, no suele ser feliz. En este disco hay un retrato social atroz y el sexo es un suma y sigue para mal. ¿Te gusta usar su parte negativa por alguna razón?
También me lo pregunto yo, no sé por qué tiro a la parte más sórdida, pero todo lo que tenga que ver con sordidez es una cuestión educacional, cultural. Las cosas que puedan ser sórdidas para una gente no lo son para otras. Es una línea muy fina que me interesa mucho. Me interesa por qué existe consenso sobre qué es sórdido. Aunque lo veo más en otros discos, en este no tanto.
Bueno, «tu cara triste cuando te corriste» tiene bastante sonoridad, es algo que oyes aunque no estés escuchando, quizá por la propia represión, sí…
En ese caso me refería a una ciudad triste en la que percibes lo que está pasando a nivel social. Lo que digo es que con todo esto de la crisis, no es que la gente pierda su trabajo, sino que te afecta de manera emocional, muchos amigos han roto en estos años al quedarse en paro, llega a tu vida más íntima. Me parece terrible, por eso esta frase. No me regodeo en el aspecto triste del sexo. Al contrario.
¿Por qué usaste la intro de Maite Mursego en ‘Ciudad vampira’?
Esta canción está inspirada en ‘Devil Town’ de Daniel Johnston, estaba tocándola con una variación de acordes. La hicimos en un par de conciertos en Euskadi y Maite tenía una adaptación, así que decidimos introducirla en la canción. Me hacía mucha ilusión porque soy muy fan de Mursego.
¿Cómo fue el concierto en el que actuaste con Pablo und Destruktion y Pauline en la Playa?
Fue en una sala pequeñita de Oviedo que no acaba de estar preparada para conciertos. Entonces fue divertido, pero un poco caótico. Estuvo muy guay, y tocó más gente, Alberto Acinas, que hace copla psicodélica, aunque lo tiene grabado en cintas, no quiere sacarlo. Y también Fee Reega, que está muy guay.
¿Has visto algo interesante en Gijón Sound Festival?
No, porque toqué con Lucas 15 y entonces ese concierto coincidía con cuatro y tampoco vi nada ese día.
¿En un concierto de Lucas 15 puedes salir o no salir o saldrás siempre?
Bueno, no se está haciendo tanto. Xel graba todo, las baterías… yo cantaré dos o tres canciones. Sólo hicimos dos o tres conciertos, tocamos temas del disco anterior, este disco coincidía con el mío… pero si él quiere, si se me llama, estoy encantado de participar.
Foto: Juan Pérez-Fajardo.