Austria se ha proclamado ganadora del Festival de Eurovisión en una especie de regreso a los 90 de Diva Dana International. La mujer barbuda, Conchita Wurst, ha ido distanciándose de sus rivales, como su gran enemiga Armenia -de cantante homófobo-, Suecia, Hungría o Países Bajos, que ha obtenido un honroso segundo puesto, a medida que avanzaban las votaciones. Esto decían las apuestas.
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