No cabe duda de que Richard D. James es uno de los músicos, compositores y productores más cruciales de las últimas décadas. Aunque no sea masivo, es el tipo de artista al que otros artistas más guays, populares, guapos y/o simpáticos, imitan, de modo que sus logros han acabado por llegar a públicos más amplios aunque estos, los públicos, ni siquiera lo hayan sabido, al menos en primera instancia. Pero sin duda Aphex Twin, su álter ego musical, es un nombre ineludible para cualquiera mínimamente interesado en la electrónica contemporánea y a lo largo de los años su figura, pese a su carácter esquivo y a su irregularidad para con los típicos ciclos de la industria discográfica (o quizá, gracias a eso), se ha ido agrandando.

‘Syro‘, como viene siendo costumbre en su larga trayectoria, llega sin apenas previo aviso y promoción vía Warp, su sello de siempre, trece años después de un ‘drukQs’ que sacudió convenciones una vez más, con el predominio de sonidos orgánicos y sorprendiendo por el carácter intimista de muchos pasajes. Con este nuevo disco, por contra, James parece intentar (sin que sirva de precedente) agradar. No es un disco accesible precisamente, y no necesariamente bailable (frecuentemente se asocia toda la electrónica al club, pero la IDM raramente invita, en primera instancia, a la pista de baile). Pero sí que ofrece una estructura de disco, digamos, tradicional (no hay apenas interludios, ni más pista ambient que el precioso cierre con solo un piano de ‘aisatsana [102]’) y bpms altitos, nunca menores de 100 (como bien puede extraerse de unos títulos que a todas luces son códigos de trabajo de estudio).

Podemos afirmar, pues, que estamos ante «el disco amable» de Aphex Twin, como ya parecía apuntar el adelanto ‘minipops 67 [120.2] (source field mix)‘ que lo abre. En esta obra, James aparta su faceta perversa y algo oscura de otras ocasiones para resultar siempre luminoso. En ‘Syro’ conjuga todas sus facetas, la más ambient, la más drum&bass o la más pop, en una amalgama apasionante en la que conviven armónicamente sampleo y glitches con pianos, timbales, voces humanas y hasta guitarras. Cierto es que por momentos (‘XMAS_EVET10 [120] (thanaton3 mix)’, especialmente) suena a la edad dorada del pop electrónico, cuando Orbital o Underworld consiguieron conectar con la sensibilidad de un público más masivo, pero limitarse a ese perfil sería vago.

Porque, aunque de primeras destaquen arranques de trance como ‘180db_ [130]’, un par de escuchas revelan estructuras y escalas que tienen mucho más que ver con el free jazz que con el clubbing. Nada casualmente, los bajos y baterías poseen una cadencia funkoide claramente reconocible (en ese sentido, ‘produk 29 [101]’ ejerce de introducción y ‘syro u473t8+e [141.98] (piezoluminescence mix)’ de cima), constituyendo un colchón para que diferente instrumentación entre y salga, luciéndose con el bajo ácido (‘4 bit 9d api+e+6 [126.26]’, ‘CIRCLONT6A [141.98] (syrobonkus mix)’) o el breakbeat (‘s950tx16wasr10 [163.97] (earth portal mix)’). ‘Syro’, clásico y vanguardista a un tiempo, como lo fue en su día ‘Bitches Brew’ o lo son hoy ‘Untrue‘ y ‘Cosmogramma‘, es uno de esos discos-experiencia que no solo se escuchan sino que te sumergen en una aventura sensorial, en la que la libertad y la imaginación toman las riendas. Una gozada.

Calificación: 8,3/10

Lo mejor: ‘syro u473t8+e [141.98] (piezoluminescence mix)’, ‘CIRCLONT6A [141.98] (syrobonkus mix)’, ‘minipops 67 [120.2] (source field mix)’, ‘s950tx16wasr10 [163.97] (earth portal mix)’.
Te gustará si: Flying Lotus, Miles Davis, Boards Of Canada.
Escúchalo: Deezer